¿Cuál es la temperatura ideal para el congelador?
Consejos para sacar el máximo partido al congelador
Lo más probable es que alguna vez nos hayamos encontrado ante el congelador abierto, mirando con recelo algo que tenemos congelado porque no tenemos claro cuando lo metimos o porque se ha 'quemado' por el frío y no tiene muy buen aspecto. U otra situación no poco común puede ser la de tener el congelador lleno y no saber exactamente qué comida hay dentro. Pues bien, eso es que no estamos utilizando correctamente el congelador para sacarle el máximo partido que nos permitiría ahorrar tiempo y evitar el desperdicio de alimentos. Veamos algunos consejos para que el congelador sea nuestro aliado en el día a día en la cocina:
Una temperatura óptima
El primer paso es asegurarnos que tenemos el congelador está a una temperatura adecuada que es la de -18 grados o menos. Tener una temperatura lo suficientemente baja, nos garantiza una mejor conservación de los alimentos y un menor riesgo de proliferación de microorganismos.
Todo bajo control
También es importante para un correcto uso del congelador, saber qué alimentos tenemos dentro y la fecha en la que los congelamos. Por una parte, nos permitirá planificar mejor las comidas y saber exactamente qué necesitamos comprar. Y, por otra, controlando la fecha de congelación podremos saber qué tupper debemos sacar antes para evitar que estén un tiempo excesivo. Y es que, si bien la caducidad de un alimento congelados es larga, no es para siempre y es mejor que haya una rotación de todos los alimentos.
La forma importa
Antes de congelar un alimento debemos tener en cuenta el recipiente donde lo colocaremos. Por una parte, debe cerrar herméticamente para conservar mejor los alimentos (si no, podemos encontrarnos que se han 'quemado' por el frío) y, si utilizamos bolsas de plástico, debemos evitar que haya mucho aire dentro (demasiado oxígeno puede provocar que se estropee el alimento).
Además, mejor si los tuppers tienen forma cuadrada o rectangular y que se puedan apilar para aprovechar el espacio. También, los expertos recomiendan dejar al menos 2 centímetros libres entre el alimento y la tapa del envase para que haya margen para que se expanda la comida ya que al congelarse aumenta de volumen.
No todo se puede congelar
Hay alimentos que no permiten la congelación como los pescados grasos (boquerón o sardina) porque se oxidan y la lechuga, las patatas, el yogur o los huevo con cáscara o cocidos. En cambio, hay otros alimentos que sí podemos congelar, aunque no solamos hacerlo. Es el caso del ajo y la cebolla que podemos meter en el congelador una vez cortados o, incluso, la harina para evitar que se estropee pasados unos meses.
Congelar en su justa medida
A la hora de congelar, también es importante pensar en el uso que haremos de ese alimento cuando lo descongelemos y cuantas raciones necesitaremos cada vez, por ejemplo. Además, cuanto más pequeño sea el paquete, mejor y más rápido se congelará lo que irá en beneficio de una menor pérdida de sabor y de propiedades.
Y a la hora de descongelar
La forma óptima de descongelar un alimento es colocándolo en la nevera (parte menos fría) y sobre una rejilla para que no se empape con su jugo. Además, mejor hacerlo con tiempo - de un día para otro - para evitar la presencia de bacterias y conseguir que los alimentos.