Manuela Martín
Practicopedia
¿Cuánto tiempo se recomienda el uso de la manta eléctrica?
Lo aconsejable es utilizarla en sesiones de 20 minutos cada dos horas
Las mantas eléctricas son muy utilizadas por diferentes motivos. Podemos utilizarlas tanto para calentar el sofá o nuestra cama durante los días fríos, como para aliviar ciertos dolores y contracturas musculares como los de la zona lumbar o cervical o relajar nuestro cuerpo. Sin embargo, aunque su uso está recomendado en muchos casos, es conveniente hacerlo de una forma correcta. A continuación, te indicamos cómo debes usarla.
El calor relaja los músculos y ayuda a que el dolor desaparezca, por ello, las mantas eléctricas son tan recomendadas cuando tenemos ciertos problemas de espalda, cervicales, tensión, contracturas, etc.
El calor dilata los vasos sanguíneos aumentando de esta forma el flujo de sangre que llega a los músculos, consiguiendo un alivio del dolor y un aumento de la elasticidad.
Las malas posturas, el estrés o un accidente, entre otras muchas causas pueden provocar molestias en ciertas partes de nuestro cuerpo.
¿Cuál es el tiempo de uso recomendado?
En general, no debemos utilizar la manta eléctrica más de 20 minutos seguidos cuando se trate de aliviar ciertos dolores. Ello no implica que no puedas utilizarla varias veces. Es decir, lo aconsejable es utilizarla en sesiones de 20 minutos cada dos horas. Cada vez que retiremos la manta eléctrica se aconseja realizar unos leves estiramientos en la zona dañada.
La manta eléctrica podemos utilizarla después de sesiones de fisioterapia.
Siempre de debe utilizar con la zona seca, nunca sobre cremas o espráis de manera directa ya que podría provocar daños en la piel.
Las mantas eléctricas para la cama nos ayudarán a conciliar el sueño de una forma más fácil. Por ello, existen modelos que nos permiten dormir con ellas toda la noche a una baja temperatura, e incluso los que se apagan de manera automática para mayor seguridad.
Calor natural
Existen otras opciones naturales de aplicar calor en las zonas doloridas a base de semillas y plantas.
Los sacos de arroz, por ejemplo, mantienen muy bien el calor y se adaptan perfectamente al cuerpo. Las semillas de mijo, aunque aguantan un poco menos el calor, también son muy utilizadas como remedio natural y desprenden además bien olor.
El lino, el trigo o legumbres como las lentejas, los huesos de aceitunas, cerezas o pipas de uva también son muy buenas opciones para elaborar este tipo de sacos.
Para calentar este tipo de bolsas con ingrediente naturales debemos introducirlas en el microondas durante 2-3 minuto con un vaso de agua.
Después de su uso, se recomienda conservarlas en el congelador para evitar que aparezcan bichitos.