Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorUn estudio publicado por Steve Faulkner de la Universidad de Loughborough, en el Reino Unido, encontró que el mero hecho de tomar un baño caliente reduce los niveles máximos de azúcar en la sangre y provoca que el gasto de energía aumente significativamente.
Una de las primeras cosas que observó el estudio es el gasto de energía, tal y como dijo Faulkner en declaraciones a la BBC: "lo que encontramos fue un aumento del 80% en el gasto de energía simplemente como resultado de estar sentado en el baño durante una hora". Sin embargo, no es tan sencillo. Hay dos factores que debemos tener en cuenta: en dicho estudio el baño duró una hora entera, y el otro factor es la temperatura. El estudio, que involucró a 14 hombres que usaban monitores de glucosa, observó que la temperatura del baño se mantuvo a 40 grados de forma constante, por lo que un baño tibio produciría resultados diferentes y menores.
Faulkner cree que la respuesta está en las llamadas proteínas de choque térmico (moléculas fabricadas por las células del cuerpo humano en respuesta al estrés), que producimos tanto en el ejercicio como en el calentamiento pasivo. Por ello la temperatura corporal aumenta independientemente del ejercicio. A largo plazo, los niveles elevados de estas proteínas pueden ayudar al funcionamiento de la insulina y mejorar el control del azúcar en sangre.
Se sabe que este tipo de proteínas son más bajas en personas con diabetes, y Faulkner dice que los resultados sugieren que el calentamiento pasivo podría ser una técnica útil para ayudar a las personas con diabetes tipo 2 a controlar sus niveles de glucosa, además de ayudar a controlar el peso en general.
En esta línea también encontramos la afición de muchas personas por las saunas. El cardiólogo Jari Laukkanen, de la Universidad de Jyväskylä en Finlandia, realizó una investigación de archivos existentes que confirman que los baños de sauna reducen el riesgo de padecer de enfermedades cardiovasculares y relacionadas con la presión arterial alta.
Pero cuidado, si bien los hombres del estudio quemaron un promedio de casi 140 calorías por hora mientras tomaban su baño caliente, también cabe destacar que obtuvieron un resultado mucho mejor al ir en bicicleta durante el mismo período de tiempo, consumiendo el equivalente a 630 calorías. Por ello, los investigadores sugieren que el calentamiento pasivo debería recomendarse principalmente para las personas que, por problemas de salud, no pueden realizar una práctica regular de ejercicio físico. En esos casos, esto podría ser la mejor alternativa para obtener los beneficios del ejercicio moderado al mismo tiempo que el cuerpo se relaja.
Aumentar la actividad física sigue siendo la mejor forma para mejorar la salud y el bienestar. Sin embargo, entre las personas que más podrían beneficiarse del ejercicio, la adherencia suele ser deficiente, y tener en cuenta distintas alternativas es importante para lograr mejoras en su salud.