El truco casero para eliminar las manchas y la suciedad de tus sandalias

En verano, es muy frecuente que nuestras sandalias se ensucien debido al sudor que generan nuestros pies por el calor. Con este truco casero, podrás dejar tus zapatos como nuevos. 

 

 

Las altas temperaturas provocan una sensación de incomodidad que puede resultar desagradable para muchos.  Además, nuestro calzado puede verse visiblemente deteriorado por el sudor y los fluidos que emanan nuestros pies. Esto da lugar a que el aspecto del zapato se quede sucio y que pierda parte de su color original. 

Por suerte, existen algunos remedios caseros que pueden ayudar a que nuestras sandalias queden relucientes. 

El ingrediente infalible 

Uno de los productos más efectivos para acabar con las manchas de sudor en las sandalias es el bicarbonato de sodio. Puede encontrarse fácilmente en cualquier hogar, y resulta muy eficaz contra este tipo de suciedad. 

Además, realiza su efecto sobre el calzado independientemente del material del que esté fabricado, tanto cuero como plástico, gamuza o corcho. 

También elimina el mal olor que pueda haber con la acumulación progresiva del sudor.

 

El mejor truco casero

Para llevar a cabo esta solución, el primer paso que debes hacer es eliminar las manchas más superficiales mediante un lavado con agua caliente. Después, aplica sobre las sandalias un poco de bicarbonato de sodio, haciendo especial hincapié en las zonas más deterioradas.

Deja que el producto realice su función durante  cuatro o cinco minutos. Así, el bicarbonato irá absorbiendo y eliminando el sudor progresivamente. 

A continuación, utiliza un cepillo de dientes para frotar las áreas más afectadas y quitar los restos que queden de sudor y bicarbonato.

Tan solo nos quedará efectuar un enjuague de los zapatos con agua tibia y dejar que sequen al aire libre. 

Existen más remedios caseros con los que puedes conseguir un resultado de limpieza similar. También hay que tener en cuenta que hay ciertas sandalias que, por su material,  pueden ser introducidas directamente en la lavadora.