María Francés
Practicopedia
Trucos para darle una segunda vida a las toallas y eliminar su mal olor
Así podrán estar limpias durante más tiempo
Tener las toallas de nuestro baño limpias es fundamental para acompañar a nuestra higiene personal, ya que se pueden convertir en un foco de gérmenes y bacterias y eso a la larga puede perjudicar nuestra salud.
En todo caso, es muy importante no darles muchos usos seguidos, ya que el baño es una zona muy húmeda de la casa y si no las tendemos fuera, tardarán mucho más tiempo en secarse. De esta manera, la tela de las toallas no se secarán por completo y no sería muy recomendable que las usemos de nuevo en el siguiente baño.
Es por ello que el primer paso para evitar que se queden húmedas y con mal olor, es que las tendamos siempre al aire libre. De cualquier manera, lo mejor siempre es lavarlas a menudo para que queden totalmente limpias.
Si bien, al ser uno de los elementos que más se usan de toda la casa, al tiempo, acaban perdiendo la capacidad de absorción, al igual que también se quedan ásperas y empiezan a coger mal olor. Pero no te preocupes, porque hay una buena solución para poder evitarlo.
La clave está en lavarlas bien y para ello solo necesitaremos dos productos que todos tenemos siempre en casa. Con medio vaso de amoniaco (mejor si es perfumado) y detergente bastará para dejar nuestras toallas suaves y como nuevas.
Lo primero que tenemos que hacer es meter todas las toallas en la lavadora, después cogemos el cubilete del detergente y ponemos la dosis del jabón junto con el medio vaso de amoniaco. Para finalizar, ponemos el programa de lavado que más nos guste y cuando terminen las tendemos.
Cuando se hayan secado notarás una diferencia de cómo estaban antes y cómo están ahora. Eso sí, no es bueno que abuses de este truco porque es conveniente recurrir a él únicamente cuando necesites suavizarlas de verdad.
Toallas limpias más tiempo
Para que nos duren las toallas limpias durante más tiempo, es imprescindible que pongamos el programa de lavado que queramos pero siempre a 60 grados. De esta manera podrás matar todas las bacterias que pudiera haber cogido durante los usos.
Otra recomendación es no abusar de detergente ni de suavizante, ya que con el tiempo puede hacer que la toalla pierda sus cualidades de absorción.