Javier Anula
Practicopedia
El truco definitivo para evitar que los vasos salgan blancos del lavavajillas
El problema no suele ser del electrodoméstico
Si sueles usar el lavavajillas y, tras el lavado, los vasos salen con manchas blanquecinas o una capa opaca blanca, debes saber que el problema no suele ser del electrodoméstico.
Pero entonces, ¿a qué se debe? Como detalla la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la apariencia de nuestros vasos tras el lavado se debe a tres factores: la cal del agua, el detergente y la corrosión del vidrio
Sin embargo, "tener unos vasos que han pasado de cristalinos a blanquecinos es la prueba de que el lavado no siempre resulta perfecto", advierten desde la OCU. Esa capa opaca no es dañina para la salud, pero puede quitarte las ganas de beber un vaso de agua, sin mencionar que ese aspecto feo puede arruinar la presentación de tu mesa cuando recibes a amigos y familiares.
En este sentido, la causa más habitual es la dureza del agua. Si vives en una zona con agua dura o con una alta densidad de piedra caliza, probablemente tengas problemas con la cal en tu lavavajillas. Este mineral se adhiere a platos, cubiertos, tazas, cuencos, sartenes y vasos, que son los que más sufren el aspecto blanqueado debido a su transparencia.
Por ello, hoy te traemos 5 cosejos para contrarrestar la cal del agua y evitar que tus vasos salgan blancos después del lavado.
5 consejos para contrarrestar la cal del agua
Para garantizar un rendimiento de lavado óptimo y proteger tu vajilla de la turbiedad provocada por el exceso de cal en el agua, puedes seguir estas recomendaciones de la OCU:
1. Regula la cantidad de sal
La dosis de sal que suele necesitar el lavavajillas depende de la dureza del agua. Regúlala de acuerdo con el nivel de cal que hay en el área donde vives. El dispensador de sal o descalcificador normalmente se encuentra en la parte inferior de la máquina, pero lo mejor (y más si se trata de la primera vez que lo haces) es consultar el manual del usuario del electrodoméstico
2. Utiliza sal regeneradora
A partir de una dureza del agua de 35-37 grados franceses (°F), algunos fabricantes recomiendan añadir sal regeneradora para lavavajillas. En el mercado hay detergentes con sal y Todo en 1, que además de sal incluyen abrillantador, pero su poder suavizante puede no ser suficiente para bajar la dureza del agua.
3. Ajusta los ciclos de lavado
También puede ocurrir que los ciclos de lavado y secado no estén bien ajustados al momento en el que los detergentes Todo en 1 se disuelven y actúan. En algunos lavavajillas puedes modificar la duración de las fases de lavado o seleccionar la opción de pastilla Todo en 1, si la tienes.
4. Utiliza un detergente adecuado
No todos los detergentes tienen el mismo rendimiento al evitar películas y residuos en la vajilla. Si el agua es muy dura debes tenerlo en cuenta a la hora de comprarlo. Puedes elegir entre formato pastillas, cápsulas, polvo o gel. Prueba el que mejor lave sin comprometer el aspecto de los platos, el que proteja los vasos de la corrosión y que los mantenga brillantes durante más tiempo.
5. Reduce la temperatura de lavado
Programa temperaturas de lavado inferiores a 55 °C, ya que la cal aparece principalmente cuando se calienta el agua, con lo que es más frecuente que se deposite en la vajilla, además de en el equipo y en las tuberías. Una vez que termine el ciclo de lavado, abre el lavavajillas para permitir que escape el vapor. Deja que los vasos se enfríen en el electrodoméstico antes de guardarlos.
Además, para evitar que los vasos salgan blancos tras lavarlos, lo primero que debes comprobar es que son aptos para el lavavajillas. Asegúrate también de cargar correctamente el electrodoméstico dejando un espacio entre los vasos, ya que las marcas pueden aparecer porque chocan durante el ciclo de lavado.
Por último, esta capa blanca en los vasos también puede deberse a otros motivos, como usar demasiado detergente o añadir una cantidad de sal elevada.