Anna Blanco
Practicopedia
Cómo limpiar los rieles de las ventanas de forma sencilla y eficaz
Anna Blanco
Foto: Bigstock
Martes 29 de marzo de 2022
ACTUALIZADO : Martes 29 de marzo de 2022 a las 10:21 H
3 minutos
Suelen ser espacios que olvidamos limpiar por lo que acumulan fácilmente suciedad y hasta hongos
Limpiar los cristales de las ventanas de nuestra casa es algo que forma parte de nuestra rutina de limpieza y cada dos semanas, aproximadamente, es necesario repasar todos los cristales para eliminar marcas de huellas, polvo o cualquier tipo de suciedad. En esta rutina de limpieza suele ser habitual olvidarnos de los rieles de las ventanas por lo que se llenan de polvo, insectos e, incluso, de hongos. Además, cuando nos decidimos a limpiar estos rieles, descubrimos que la tarea, debido a su estrechez y forma, es muy complicada y que los rincones siempre quedan sucios.
Veamos cómo conseguir una limpieza eficiente de estos carriles y espacios y llegar a todas las esquinas y pequeñas áreas para que no quede ni rastro de suciedad sin mucho esfuerzo.
Lo primero que debemos hacer es aspirar bien toda la zona y mejor si podemos desmontar las ventanas para tener un total acceso a los carriles. La aspiradora absorberá cualquier suciedad suelta, así como los insectos muertos, el polvo, las telarañas, etc. Una vez que hayamos eliminado la suciedad más 'grande' con el aspirador, debemos espolvorear bicarbonato de sodio por toda la zona a limpiar de los railes, poniendo especial atención en las esquinas y asegurarnos de que no quede ningún trozo sin cubrir.
A continuación, verteremos vinagre blanco de forma generosa por todo el carril y dejaremos que la reacción efervescente de los dos ingredientes actúe y arranque toda la suciedad acumulada. En este punto, mejor si nos ayudamos de bastoncillos de algodón para llegar a todos los rincones y repasar todo el canto del carril para desprender la suciedad que pueda quedar en la junta.
Además, podemos utilizar un cepillo de dientes viejo para frotar los railes y acabar de eliminar toda la suciedad. La idea es ir acumulando, gracias a los bastoncillos y al cepillo de diente, toda la suciedad en la parte central del rail y que nos sea más fácil quitarla. Para ello utilizaremos papel de cocina con el que presionaremos la suciedad y restos de vinagre para absorberlos completamente.
Para finalizar, utilizaremos unos trapos húmedos para repasar los railes y asegurarnos de eliminar cualquier resto y unos secos para que los rieles queden con un aspecto impecable. Así se eliminará la humedad y se evitarán las manchas o marcas de agua.