El papel de aluminio se usa para conservar, envolver y cocinar alimentos, pero, además, es por todos sabido la cantidad de utilidades que tiene este papel para hacernos la vida un poco más fácil.
De hecho, puede usarse para afilar tijeras, limpiar joyas, pulir la plata, limpiar el horno, eliminar la electricidad estática, y sirve como debo de pesca, espantapájaros y estropajo.
Además, también es un gran aliado para limpiar la plancha, que con el tiempo se va llenando de restos de tejido o suciedad. Para ello solo hay que calentar ligeramente la plancha y poner sal final en el papel. Solo hay que deslizar la plancha y la suciedad irá desapareciendo.
Una vez tengamos la plancha limpia y lista para cumplir con su función, podemos utilizar este papel para agilizar esta tarea, que no a todo el mundo le gusta mucho. Toma nota, porque puede que a partir de ahora planchar la ropa deje de ser algo tedioso gracias a este papel.
Como una de las características de este papel es su gran capacidad para reflejar el calor, puede actuar como segunda plancha, haciendo que las arrugas desaparezcan antes de tiempo.
Los que hay que hacer es retirar la funda que cubre la superficie de la tabla de planchado y en su lugar, poner el papel de aluminio, con la parte brillante hacia fuera. Una vez tengamos la base forrada, volvemos a colocar la funda, y ya podemos empezar a planchar.
Lo que conseguiremos con este pequeño truco es que cuando pasemos la plancha por encima de la prenda en cuestión, el papel de aluminio cumpla la misma función con la parte que no se está planchando, haciendo que cuando demos la vuelta, las arrugas hayan desaparecido de manera total.
¿Qué cara va hacia afuera y cuál hacia dentro?
Como explicábamos anteriormente, para que el truco del planchado funcione, es importante que la parte brillante del papel de aluminio esté hacia fuera, pero ¿por qué?La creencia popular es que un lado absorbe más el calor que otro, o que una de las dos partes genera más sustancias tóxicas que otra. Sin embargo, ¿es verdad? ¿Podemos colocarlo como queramos? En redes sociales se difundió hace tiempo que la cara mate, la que no brilla, es tóxica, y sus partículas podrían poner en riesgo la salud.
Sin embargo, los fabricantes aseguran que tan solo es una diferencia visual. Y es que, en el último paso del proceso de elaboración, las dos capas de papel pasan al mismo tiempo por el tren de laminación. En esta última parte, el objetivo es hacer el papel cada vez más delgado, hasta llegar a unos 2/10 milímetros de espesor.
El problema es que el papel en las etapas finales se puede romper con facilidad, por lo que para planchar se pasan dos hojas de papel juntas por los rodillos. Y de esta manera, la posibilidad de rotura se reduce, y hace que el lado que está en contacto con estos rodillos se vuelva brillante. No hay más.
Por lo tanto, el lado por el que se envuelvan los alimentos es indiferente, aunque normalmente se deja la parte que brilla más fuera, lo que para muchos es simplemente una cuestión estética, ya que ambos lados cumplen con la misma función.
Desde la OCU ya respondieron al mensaje viral en redes sociales, y aseguraron que "el papel de aluminio no es tóxico, a no ser que se ingiera", ya que ninguna de las partes queda afectada durante el proceso de producción.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.