Practicopedia
El truco para que el queso duro vuelva a parecer recién comprado
Solo necesitas papel de cocina y agua
El queso es uno de los alimentos más socorridos a la hora de preparar un aperitivo, acompañar platos principales o prepararse un bocadillo, pero tiene un inconveniente: a veces se pone duro cuando no lo guardamos correctamente en la nevera, especialmente si hablamos de quesos curados.
Si te ha pasado, no te preocupes porque gracias a las redes sociales, ya tenemos la solución a este problema. La actriz y creadora de contenido, Emily Lucius, ha publicado un vídeo donde explica qué es lo que hace ella cada vez que se encuentra con el queso duro en la nevera.
"A veces cerramos mal el queso y se endurece, pero con este truco te prometo que va a parecer como recién comprado", asegura la creadora de contenido.
Lo único que necesitamos es una servilleta de papel o un trozo de papel de cocina absorbente y agua. Humedecemos el papel y envolvemos la porción de queso que queramos y guardarlo en un recipiente con tapa en la nevera durante toda la noche. Pasado este tiempo, el queso parecerá recién comprado en el supermercado.
¿Cómo guardar este producto en la nevera para que se ponga malo?
Primeramente, debemos saber cómo hay que envolver el queso correctamente una vez está abierto. Para ello, se aconseja utilizar papel de cera, que podemos conseguir en la sección de quesos y carnes en los supermercados. Este papel permite que el queso respire a la vez que retiene la humedad que necesita para su buena conservación.
El film de plástico puede causar condensación e incentivar que crezca moho. Por eso, es mejor cambiar el papel de cera cada vez que abramos el queso. Esto ayuda a evitar la acumulación de humedad y el desarrollo de bacterias.
Además, el sitio en el que guardemos el queso dentro de la nevera también es importante. Se recomienda guardarlo en el cajón de las verduras, ya que esta zona mantiene esa humedad constante que favorece mucho la conservación del producto.
Por último, no conviene guardar todos los quesos en el mismo sitio, ya que, además de que se pueden mezclar los olores y los sabores (los más suaves quedan absorbidos por los de los más fuertes), cada queso necesita unas condiciones de almacenamiento diferentes. Mientras que algunas piezas permanecerán intactas, otras se estropean antes.
