Ainhoa Gómez
Practicopedia
El truco para tener un lavavajillas más limpio: solo necesitarás unos palillos
La solución más fácil para eliminar la suciedad que se almacena en su interior
El lavavajillas es uno de los electrodomésticos indespensables para muchas personas. Todo lo que le rodea tiene su truco: cómo hacer una carga correcta, cómo dejar los platos más brillantes, cómo aplicar el mejor programa. Si no puedes vivir sin él y quieres que te dure muchos años, debes preocuparte por mantenerlo bien. Para ello, una de las claves es desahacerse de la suciedad que se almacena en su interior. ¿Y de qué manera? La solución es fácil, solo necesitas unos palillos de madera.
El truco de los palillos
Si últimamente sacas los platos del lavavajillas, los platos salen llenos de residuos de comida y huelen mal; piensa si desatacaste los brazos aspersores mientras los limpiabas. Si la respuesta es no, saca unos palillos de madera, estos serán tu mejor aliado para dejarlos impolutos.
Pasos a seguir
- Quita las rejillas del lavavajilla, así se quedará a la vista el brazo rociador adjunto a su parte inferior.
- Inspecciona las boquillas que arrojan agua en busca de obstrucciones de comida o desechos.
- Para garantizar una limpieza profunda, consulta el manual del usuario para obtener instrucciones personalizadas sobre cómo retirar el brazo rociador de tu modelo. No es obligatorio quitarlo, pero se irá más suciedad.
- Mientras se sostiene el brazo desprendido, mete el palillo con cuidado en los agujeros.
- Además, se recomienda combinar agua tibia y unas gotas de vinagre en un recipiente y remojar el rociador hasta que esté completamente limpio. Después hay que secarlo y volver a colocarlo en su sitio. No olvides girarlo para asegurarte de que funciona libremente.
Otros consejos para limpiar el lavavajillas
Si tienes a mano bicarbonato de carbono, espolvorea un poco de este producto antes de empezar un programa de lavado (a temperatura máxima), y no pongas vajilla a lavar.
El bicarbonato tiene un gran potencial de limpieza. Al terminar el programa de lavado, abre tu lavavajillas y habrá recuperado el brillo.