A las puertas de la Navidad, la gastronomía vuelve a ser una de las grandes protagonistas de estas celebraciones, y seguramente en las mesas de muchos hogares veremos uno de nuestros productos estrellas: el jamón.
Aunque este alimento se puede comprar envasado, hay quien opta por comprar la pata de jamón para no arriesgarse a que se acabe. Ahora bien, el "problema" de decantarse por esta opción está en tener que dedicarle tiempo a cortar el jamón.
Y precisamente sobre esto se ha hecho viral un vídeo donde nos explican cómo cortar jamón de una manera un tanto peculiar. Bajo el título "la mejor forma de cortar el jamón", podemos ver como el utensilio de cocina que utilizan no es un cuchillo, sino un pelador. Sí, has leído bien, y de hecho, tal y como muestran en el vídeo, el resultado no solo está bien, sino que se hace mucho más rápido.
Ahora bien, no a todo el mundo le ha gustado este truco, y han llegado a ponerlo en duda: "No es tan fácil", "Si es un jamón barato es pasable, pero si es un cebo ibérico es delito" o "Pierde toda la elegancia del jamón serrano", son algunos de los comentarios.
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Cómo conservar el jamón serrano correctamente
Uno de los grandes problemas del jamón es que una vez empezado a los días se puede quedar seco y al tiempo se echa a perder. Es cierto que el jamón curado aguanta mucho tiempo sin ponerse malo, pero si se queda seco, la superficie del jamón ya no se conserva igual porque se pone dura o salada y es imposible que de esta manera se pueda consumir.
Según ha explicado Matarrevalva, una empresa de producción de jamones al periódico El Español, "lo recomendable es consumir la pieza en seis meses desde la recepción del producto", siempre, eso sí, "que se mantenga en un lugar fresco y seco, y si es posible con una temperatura que oscile entre los 15ºC y los 20ºC".
La buena noticia es que al no necesitar refrigeración, tendremos un hueco menos que ocupar en nuestra nevera. No obstante, no debemos dejar la pata de jamón serrano cerca de un lugar cálido como podría ser el horno, una estufa o directamente expuesta a la luz solar.
El truco definitivo es el de cubrir la superficie del jamón que se queda expuesta con la propia grasa del primer corte, que "creará una pequeña película de grasa que mantiene su aspecto y evita la transferencia de olores y sabores desagradables", según Matarrevalva. Después de eso, lo conveniente es cubrir la pata de jamón entera con una malla o una toalla vieja para que el calor o el aire no puedan estropearlo.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.