Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorLas cremas hidratantes han pasado de ser de uso exclusivo para el cuidado de la piel femenina a convertirse en un producto más dentro del neceser masculino. Y es que todos y todas queremos ofrecer nuestra mejor imagen y, en este sentido, el uso de cremas hidratantes aportan elasticidad a la piel, la nutren y retrasan los signos del envejecimiento.
No obstante, ya pueden contener ácido hialurónico, salicílico, glicólico, karité y todas las vitaminas y agentes antioxidantes susceptibles de regenerar, oxigenar, hidratar y reducir las arrugas que, si no se aplica correctamente, su uso no servirá de nada.
Y es que a la hora de aplicar la crema hidratante hay que evitar cometer algunos errores como:
A la hora de aplicar crema hay que seguir un pequeño ritual que, además de ser efectivo para el cuidado de la piel, también puede ser una manera de relajar el cuerpo y la mente, rompiendo con el ritmo del día.
La técnica para aplicar la crema dependerá de la zona corporal de la que se trate. Podemos dividirlo en cuatro zonas:
Elige la crema en función del tipo de piel que tengas, seca, muy seca, grasa o mixta. También puedes optar por una de cutis mixto.
Empezaremos lavando la cara con agua y jabón neutro. Secaremos con una toalla limpia y aplicaremos una cantidad adecuada de crema, sin excesos, repartiendo pequeñas cantidades por el rostro: frente, mejillas y óvalo facial. Se realizará un pequeño masaje con movimientos circulares, suaves, y estirando la piel desde el centro hacia el exterior del óvalo facial hasta que la piel haya absorbido la crema por completo.
No deberías utilizar la misma crema que la de la cara. Puedes encontrar cremas específicas para esta zona, donde la piel es muy delicada. A la hora de aplicártela sigue el mismo ritual que en la cara, tener la piel bien limpia, dedicarle tiempo y concentrarte en las zonas más castigadas, generalmente el escote, donde el sol hace más daño.
Es la parte del cuerpo más expuesta a las agresiones. Detergentes, frío, viento, sol, calor, suciedad, salpicaduras, etc. van haciendo mella en la dermis, por lo que con frecuencia presenta rozaduras, heridas, sequedad, descamación, manchas y falta de hidratación y nutrientes. En este caso tampoco será necesario echar más cantidad de crema, solo ser constantes en su uso. Recuerda que antes de echarte la crema has de lavarte bien las manos con agua caliente. Después frotar suavemente con una mano el dorso de la otra y viceversa. A continuación, masajear los dedos desde la palma hacia la parte más distal, el borde las uñas, entrelazando primero las manos y después dedicándole unos segundos a cada dedo. Finalmente espera a que la crema se haya absorbido por completo.
Después del baño o la ducha es conveniente aplicar crema hidratante o nutritiva por todo el cuerpo, es un momento en que la piel está completamente limpia y los poros abiertos. Realiza movimientos circulares y suaves utilizando un producto adecuado para el tipo de piel. Empieza por las extremidades, en su parte más distal y ve en dirección al tronco. Presta especial atención a las zonas de apoyo: plantas de los pies, talón, rodillas, codos y glúteos. Aplicando la crema no solo cuidarás de la piel, con el masaje también reactivarás la circulación sanguínea.