Zapatos, zapatillas, deportivas… Ningún calzado se libra de poder desprender malos olores, lo cual es bastante incómodo, sobre todo, cuando hay gente cerca.
Pero, tranquilo, porque ya se trate de un problema hormonal o de un mal puntual, existen muchos trucos caseros para combatir los malos olores:
Bicarbonato de sodio
Este elemento químico natural tiene propiedades antibacterianas y desinfectantes, por lo que es una ayuda infalible para eliminar el mal olor en los zapatos. Además, el truco es tan sencillo como introducir una cucharada de bicarbonato en cada zapato (por encima de las plantillas), distribuir bien y dejar que actúe durante la noche. A la mañana siguiente, el problema de mal olor habrá desaparecido.
Cáscara de naranja, limón o mandarina
La piel de las frutas cítricas puede ayudar a eliminar los malos olores. Solo hay que introducir tres o cuatro cáscaras de estas frutas en los zapatos, y dejarlo actuar toda la noche.
Polvos de talco
Los polvos de talco tienen un efecto similar al bicarbonato de sodio y consiguen absorber la humedad. En este caso podemos optar por proceder de igual forma que con el bicarbonato o bien podemos aplicar los polvos de talco directamente sobre la planta del pie. Así, reducimos la sudoración que acaba causando el mal olor en los zapatos.
Agua y vinagre para el zapatero
Si guardas el calzado en un zapatero, lo mejor es que lo limpies con vinagre y agua usando un pulverizador. También puedes usarlo para limpiar los zapatos, y sobre todo las deportivas.
Plantas medicinales aromáticas
Para este remedio casero necesitamos unas hojas de salvia y de lavanda que colocaremos en cada zapato y los dejaremos en el exterior durante unas horas para que el aire fresco ayude a eliminar las bacterias.
Y si no tenemos estas plantas aromáticas, podemos utilizar en su lugar pieles de limón, naranja o mandarina para que nuestros zapatos vuelvan a olor bien. Al igual que en los consejos anteriores, colocaremos en el calzado peladuras de estos cítricos y dejaremos que actúen durante la noche y al aire libre.
Aceite esencial de árbol del té
Este aceite esencial tiene propiedades desinfectantes que nos van a ser muy útiles para eliminar el mal olor. Podemos aplicar de tres a cinco gotas del aceite esencial de árbol del té en las plantillas de los zapatos dos veces por semana, con lo que conseguiremos eliminar el mal olor y las bacterias, por lo que evitaremos que vuelva a aparecer la peste.
Sobres de té
Otra forma de lograr que desaparezca el mal olor es colocando cada noche en cada zapato un sobre sin usar de té de manzanilla con canela. Si lo hacemos durante unos días, nuestro problema estará resuelto.
Alcohol farmacéutico
Seguimos con más remedios para quitar el mal olor de los zapatos, en este caso con alcohol de farmacia. Simplemente, debemos impregnar algodón con alcohol y repasarlo por el interior de los zapatos. Así logramos evaporar el mal olor y eliminar cualquier rastro de humedad.
Sal para las deportivas
Para este tipo de calzado, lo mejor es echar un poco de sal que absorberá la humedad y evitará los malos olores.
Arena de gato
Si tenemos un felino en casa, podemos utilizar su arena para lograr que desaparezca el mal olor del calzado. Para ello, metemos en un calcetín arena de gato y lo colocamos dentro. Este tipo de arena es especialmente óptima para eliminar los malos olores así que, tras unas horas, podremos ver los resultados.
Algodón
Rocía un poco de limón u otros cítricos en un trozo de algodón, e introdúcelos dentro del zapato. Al igual que con las cáscaras de fruta, déjalo estar toda la noche, y el olor habrá desaparecido.
Al congelador
El último truco es un poco curioso, pero funciona. Se trata de meter los zapatos toda la noche en el congelador (en bolsas de plástico por separado) y al día siguiente dejar los zapatos al sol, lo que acabará con las bacterias y, por tanto, con el desagradable mal olor.
Cambia las plantillas de forma regular
Puedes hacer esto o usar unas especiales que protejan del mal olor y las bacterias. Las plantillas suelen ser la fuente de estos olores, especialmente si llevas mucho tiempo usando la misma.
En general, es muy importante mantener hábitos saludables de higiene, como cambiar de zapatos y calcetines cuando terminemos de hacer un ejercicio que nos haya hecho sudar o asegurarnos que nuestros pies están bien secos antes de ponernos el calcetín, ya que la humedad favorece la aparición de bacterias.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.