Anna Blanco
Practicopedia
Trucos caseros para limpiar las paredes de manchas o rozaduras
Podemos utilizar bicarbonato o pasta de dientes, entre otros elementos, para recuperar las paredes
A la hora de hacer limpieza en casa existen multitud de productos o remedios para dejar impolutos muebles de madera, suelos o ropa, pero ¿qué pasa con las paredes? Por mucho que vayamos con cuidado, es imposible que no acaben teniendo marcas de dedos, sobre todo alrededor de los interruptores, o rozaduras que afean el conjunto. Ojalá pudiéramos desmontarlas y meterlas de vez en cuando en la lavadora, pero como no es así y no vamos a estar pintando cada dos meses, mejor conocer algunos trucos para repasar las paredes y librarnos de manchas y marcas.
En este sentido, las paredes que mejor se limpian son las que están pintadas con pintura satinada o brillo, o con esmalte al agua. Solo necesitaremos un trapo o una esponja húmedos con agua y algún tipo de detergente y hacer pasadas suaves sin frotar la mancha hasta quitarla. Pero, para aquellos casos en los que se nos resisten las manchas o para otro tipo de pinturas podemos aplicar estos trucos:
- Preparar una pasta con bicarbonato de sodio y agua en un recipiente. Frotamos esta pasta sobre la mancha que queremos eliminar con un trapo limpio hasta no dejar ni rastro.
- Otra opción es utilizar pasta de dientes que pasaremos sobre las manchas con un cepillo dental igual que como si nos laváramos los dientes. Acabamos con un trapo limpio humedecido en agua retirando los restos de pasta de dientes que hayan podido quedar.
- También podemos probar con miga de pan muy prensada o una goma de borrar. Hay que tener en cuenta que, si es una pared pintada de hace tiempo, seguramente se habrá oscurecido por lo que debemos probar primero en una parte que no se vea mucho por si al pasar la goma dejamos la pared más clara.
- Para quitar las manchas de grasa en una pared blanca recomiendan aplicar por encima polvo de talco para que absorba la grasa y después retirar los restos de polvo con un cepillo suave. Siempre debemos frotar con delicadeza pero si igualmente nos queda un cerco blanco, podemos pasar un paño humedecido con agua fría.
- Y, por supuesto, no podemos olvidarnos del borrador mágico que a menudo hace honor a su nombre. Solo debemos mojarlo con agua, escurrirlo muy bien y con la parte blanca del borrador frotar las manchas de las paredes hasta que desaparezcan.
- Un último consejo: antes de aplicar cualquiera de los trucos anteriores debemos limpiar la pared de polvo. Aunque no lo veamos a simple vista, las paredes cogen mucho polvo y si mojamos la pared con un trapo y esta tiene polvo lo único que conseguiremos es ensuciarla más.