Trucos para eliminar el mal olor al cocer la coliflor

La coliflor es una verdura imprescindible dentro de la dieta mediterránea, con envidiable versatilidad para protagonizar nuestros platos favoritos. Su composición, mayoritariamente de agua, su bajo aporte calórico y sus múltiples beneficios para la salud, como ser una excelente fuente de fibra, alimentar la microbiota y mejorar el tránsito intestinal, la mantienen permanentemente en nuestras cocinas. Pero todos estas ventajas quedan habitualmente opacados por el fuerte olor que emana esta hortaliza en el momento de cocinarlo, que desmotiva hasta el mayor amante del coliflor. Aunque su sabor es delicioso, muchos deciden evitarla solo por ese inconveniente. Pero, ¿y si fuera posible eliminar esta molestia?

¿Por qué huele tan mal?

La coliflor, junto al brócoli o las coles de bruselas pertenecen al grupo de las brásicas o crucíferos, conocidas en general por su mal olor, siendo la más famosa por esta característica el coliflor. Aunque hay muchas formas de cocinar esta hortaliza, la favorita de los comensales es cocerla, proceso por el que sale la mayor cantidad de mal olor. Pero, ¿por qué sucede esto si al comprarlo no huele a nada? La clave son los sulfuros. Durante la cocción se liberan compuestos azufrados al estar expuestos al calor, y de ahí sale el característico hedor. 

Los sulfuros son combinaciones de azufre con un radical o compuesto químico que se puede encontrar de muchas formas en la naturaleza. La reacción negativa a su intenso olor es en realidad una cuestión de supervivencia, pues algunos compuestos sulfurosos son altamente tóxicos, como el que se encuentra por ejemplo en un huevo podrido. Sin embargo, su contenido moderado se asocia a efectos muy beneficiosos para la salud, incluso se piensa que puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como el cáncer. Entonces, ¿como hacemos para disfrutar sus propiedades sin sufrir el olor?

Consejos para reducir el olor

Eliminar el olor es más sencillo de lo que parece, y se puede lograr con  los ingredientes que se tienen en casa en muy sencillos pasos. Aquí recopilamos tres remedios caseros que puedes probar ahora mismo. 

1. Limón. Añadimos un chorrito de zumo de limón o rallado de la cáscara en pequeñas cantidades. La coliflor ya no emanará olor y no tomará el sabor ácido del limón. 
2. Vinagre. Echamos un chorrito de vinagre de vino en la cacerola donde cocemos la coliflor, o empapamos una rodaja de pan en vinagre para colocarla sobre la tapadera de la olla. Sus propiedades neutralizantes impide que la casa se impregne del olor.
3. Leche. Uno de los trucos más conocidos para evitar que la coliflor huela al cocerla es añadir un buen chorro de leche al agua de hervir. Este remedio no dejará ningún regusto a la hortaliza.

Además de recurrir a ingredientes naturales para combatir el olor de la coliflor, la forma en que la cocinas o consumes también puede marcar la diferencia. Cocinarla al vapor en lugar de hervirla reduce significativamente el olor, haciéndolo mucho menos intenso y duradero, una forma ideal para quienes prefieren no añadir ingredientes extra.

Si quieres una opción aún más rápida y saludable, consumir la coliflor cruda es una excelente alternativa. Al mezclarla con otras verduras y especias, y evitar su exposición a altas temperaturas, aprovecharás al máximo su contenido en fibra y nutrientes, obteniendo más beneficios que al cocerla. ¡Una forma simple de disfrutar este alimento sin sacrificar el ambiente en tu cocina!