Anna Blanco
Practicopedia
Trucos para eliminar el óxido de los metales
Anna Blanco
Foto: Bigstock
Miércoles 13 de abril de 2022
ACTUALIZADO : Miércoles 13 de abril de 2022 a las 11:00 H
3 minutos
La patata o el papel de aluminio, entre otros productos caseros, sirven para acabar con la herrumbre
La oxidación es un proceso común que hay que tratar lo antes posible para que las piezas o superficies afectadas no se echen a perder y sea más complicado eliminar el óxido. Este, de color marrón rojizo, se forma en los objetos metálicos cuando entran en contacto con oxígeno y agua como la humedad del aire así que en las zonas próximas al mar es donde es fácil ver herramientas, bisagras o griferías afectadas por el óxido. Eliminarlo no es una tarea fácil, pero existen diversos remedios caseros que pueden ayudar mucho en esta tarea:
- Para nuestro primer truco echaremos mano del poderoso vinagre que es muy efectivo para la disolución del óxido en todo tipo de metales. Si el tamaño del objeto lo permite, lo sumergiremos en un cubo lleno de agua con una buena cantidad de vinagre blanco. Lo mantendremos así unas 8 horas. Y, si se trata de una superficie más grande, lo que debemos hacer en empapar la zona con vinagre y dejar que actúe varias horas. Este mismo procedimiento podemos llevarlo a cabo sustituyendo el vinagre por coca-cola que contiene ácido fosfórico, muy útil para quitar la herrumbre.
- Otra forma de acabar con el óxido es utilizando limón y sal. En este caso debemos cubrir la zona oxidada con sal y echar por encima, de forma generosa, el jugo de varios limones. Esperaremos varias horas y después ya podremos pasar un cepillo para eliminar cualquier resto.
- El bicarbonato de sodio también es útil en la tarea que nos ocupa. Debemos mezclarlo con agua hasta conseguir una pasta consistente y cubrir con ella la zona oxidada. Tras unos minutos, retiramos con un trapo húmedo para conseguir que se desprenda la herrumbre.
- En nuestro siguiente remedio, aprovecharemos el ácido oxálico de las patatas para quitar el óxido. Si se trata de un objeto pequeño podemos 'clavarlo' en la patata directamente y dejarlo ahí durante toda una noche. O también podemos frotar la zona afectada con rodajas de patata que habremos cubierto previamente con bicarbonato.
- Por último, otro remedio efectivo es utilizar papel de aluminio. Para ello, cortamos cuadrados o tiras del papel de aluminio, los humedecemos con agua y los frotamos sobre la zona afectada. Mejor si nos protegemos las manos con guantes porque el papel de aluminio destiñe.