Manuela Martín
Practicopedia
Trucos para limpiar los azulejos y que queden perfectos
La cal, la grasa o el moho tienen los días contados con estos remedios caseros para limpiar azulejos
La cal, los restos de jabón, el moho y el polvo que se acumulan en nuestros azulejos hacen que pierdan su brillo. Si quieres que vuelvan a lucir perfectos y relucientes, toma nota de estos consejos para limpiarlos de una forma fácil y sencilla.
Productos tan habituales en nuestras casas como el vinagre, bicarbonato, o agua oxigenada, pueden ser grandes aliados para conseguir acabar con cualquier resto de suciedad o bacteria instalada en nuestros azulejos.
Restos de cal
La mejor forma para acabar con los restos de cal es con una mezcla de vinagre blanco y agua.
Mojaremos una bayeta en esa disolución y comenzaremos con nuestra limpieza. A continuación, pasa un trapo húmedo para quitar cualquier resto que haya podido quedar. Finalmente, pasaremos un trapo seco para dar brillo.
En el caso de que haya mucha acumulación de cal, podemos calentar el vinagre y el agua y, al aplicarlo sobre la pared, lo dejaremos actuar unos minutos. Otra opción para estos casos difíciles es mezclar el vinagre con jabón y frotar con una esponja. A continuación, aclararemos la zona con un paño mojado en agua.
Con estos pasos dejaremos nuestros azulejos relucientes y libres de cal.
Manchas de grasa
Cuando hablamos de los azulejos de la cocina, además de la cal, especialmente por las zonas cercanas al fregadero, también nos encontramos con otro problema: la grasa.
La mejor forma de limpiar los azulejos de la cocina es con amoniaco. Para ello, llenaremos un barreño con agua y echaremos un chorro de amoniaco. A continuación, con ayuda de una bayeta o una esponja, limpiaremos la zona. Finalmente, aclararemos la superficie con un paño mojado y secaremos con otro limpio.
Recuerda utilizar guantes cuando utilices amoniaco, ventilar bien la zona y evitar el contacto con la cara, especialmente con los ojos, ya que se trata de un producto muy corrosivo.
Vapor de ducha
Para una limpieza rápida de mantenimiento, puedes aprovechar y limpiar las paredes del baño justo después de la ducha. El vapor generado por el agua caliente ablanda la suciedad haciendo más fácil su limpieza. Si además pasamos un paño con un poco de alcohol, el resultado será muy satisfactorio.
Manchas de hongos y moho
Es bastante poco estético e incluso poco higiénico las horribles manchas negras de moho y hongos que en ocasiones aparecen entre los azulejos, especialmente, en la zona de la bañera ya que es uno de los lugares donde más humedad suele haber.
Quitarlas es bastante difícil, pero hay algunos trucos que nos pueden ayudar en esta ardua tarea.
- Bicarbonato de sodio: sin duda, tal y como hemos visto en esta sección en infinidad de veces, se trata de uno de los productos estrella en la limpieza del hogar, especialmente en lo que a blanqueamiento se refiere. Para ello, haremos una mezcla de agua y bicarbonato y lo espolvorearemos por la pared. Lo dejaremos actuar un tiempo y lo retiraremos con otra bayeta humedecida.
- Agua oxigenada: aplicaremos un poco de este producto y lo dejaremos actuar durante 15 minutos aproximadamente. A continuación, frotaremos con un cepillo y lo aclararemos con agua.