Anna Blanco
Practicopedia
Cebolla o posos de café: así se limpia la parrilla de la barbacoa
Productos caseros como la cebolla o el café pueden convertir la tarea de limpiarla en algo fácil
La barbacoa es un clásico del buen tiempo y cada vez más balcones y jardines tienen una. Permite disfrutar de momentos agradables con familiares y amigos además de una comida diferente. Sin embargo, la tarea de limpiar una barbacoa puede ser difícil y engorrosa ya que, al entrar en contacto con los alimentos, acumula grasa, y pueden quedar adheridos residuos de comida quemada y otras sustancias que son difíciles de eliminar.
En este sentido, limpiar y desinfectar la parrilla de la barbacoa es fundamental porque además de evitar un sabor desagradable en futuros usos, una parrilla sucia también podría provocar problemas de intoxicación por los restos cocinados anteriormente.
Existen diferentes trucos sencillos que pueden facilitar la tarea de limpiar la parrilla. Para empezar, los expertos aconsejan limpiar las parrillas cuando no se hayan enfriado del todo, porque así resultará más fácil retirar la suciedad. Si nuestro modelo de barbacoa permite desmontarla podemos limpiarla de forma tradicional con un producto desengrasante, pero en el supuesto de que las parrillas de nuestra barbacoa sean fijas y no se puedan extraer, podemos optar por los siguientes métodos:
- Preparar una mezcla de agua con bicarbonato de sodio y frotar la parrilla con un cepillo de fibras duras, hasta que la suciedad desaparezca.
- Otra opción es utilizar posos de café y hojas de periódico. Simplemente hay que frotar bien las parrillas con papel de periódico sobre el que habremos depositado los posos de café.
- También puede sernos de utilidad para nuestro objetivo de dejar las parrillas como nuevas utilizar zumo de limón por su poder desengrasante. Empapamos un trapo con el zumo de limón y repasamos las parrillas hasta que no quede ningún tipo de suciedad o de restos.
- Otro de los trucos más populares a la hora de limpiar una barbacoa es emplear una cebolla ya que es bastante útil para evitar que cualquier residuo de grasa o comida se quede pegado a la parrilla. Tan solo necesitamos cortar la cebolla en trozos y ponerla sobre las rejillas calientes. Y, con ayuda de unas pinzas o tenedor, pinchar los trozos para frotarlos por la superficie de la parrilla.
Por último, sea cual sea el método que utilicemos, es importante que acabemos el proceso pasando un estropajo con agua y lavavajillas para retirar los restos de los productos utilizados para la limpieza.