Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorA diferencia de otros productos químicos antibacterianos que podemos encontrar en el mercado, el agua oxigenada o peróxido de hidrógeno (H2O2) es un excelente limpiador antibacteriano que no daño el medio ambiente.
Se suele asociar su uso solo con la limpieza de las heridas y otros tratamientos médicocosméticos, pero, al igual que el bicarbonato o el vinagre, por sus propiedades antimicrobianas puede jugar un importante papel en la limpieza de las superficies del hogar.
Estos son algunos de los usos que puedes darle al agua oxigenada en tu casa.
La humedad, que se produce en el cuarto de baño por efecto de las duchas y la poca ventilación que suele haber en este espacio de la casa, acaba provocando la aparición de moho en los azulejos y baldosas del baño o juntas de la bañera que dan una apariencia de descuido y suciedad acumulada. Una manera fácil de limpiarlo es rociando la zona con agua oxigenada. Dejas actuar unos minutos, frotas con una cepillo y enjuagas con agua. Quedará perfecto.
El agua oxigenada puede devolver el brillo a los cristales que han quedado deslucidos y opacos por efecto de la cal. Solo necesitas rociar el cristal y frotarlo con un papel de periódico o papel absorbente para eliminar los restos.
También es un potente blanqueante de ropa y te ayuda a eliminar algunas manchas, como las de sudor. Para ello, solo has de frotar la mancha con unas gotas de agua oxigenada, dejar actuar durante media hora y a continuación enjuagar. Utilízalo solo sobre ropa blanca, pues podría afectar al color del tejido.
Son un foco de gérmenes y bacterias y por ello hay que prestar atención a su limpieza y desinfección. Haz una solución a partes iguales de agua oxigenada y agua del grifo caliente y remoja en ella las esponjas, paños y estropajos, deja actuar durante una hora y después que se sequen al aire libre.
De vez en cuando la nevera también necesita una desinfección interior para eliminar los malos olores y los posibles gérmenes que se puedan formar. Utiliza una botella con atomizador para rociar con agua oxigenada el interior de la nevera, paredes, fondo, puerta, rejillas, baldas y cajones. Deja actuar durante cinco minutos y luego retíralo con un trapo limpio. No sufras, la comida no se estropeará por estar unos minutos fuera de la nevera.
Puedes retirar la parte quemada de las ollas y las sartenes haciendo una pasta de agua oxigenada y bicarbonato. Con ella frota la suciedad, deja reposar unos minutos y luego retira la pasta con una esponja y agua caliente.
Se trata de uno de los utensilios de cocina más populares. En ella se corta pollo, carne, pescado, verduras, embutidos, pan… todo tipo de alimentos. Por ello es necesario, además de lavar la tabla, desinfectarla periódicamente, pues debido a la humedad que se acumula en ella es un espacio ideal para la formación y proliferación de hongos y bacterias, como por ejemplo la salmonella. Solo has de lavar la tabla con agua y jabón, como de costumbre, después la rocías con agua oxigenada y la dejas secar. Quedará limpia y desinfectada.