Anna Blanco
Practicopedia
Trucos para mantener la bañera y la ducha siempre limpias
Más allá de la limpieza, podemos llevar a cabo sencillos hábitos para facilitar su mantenimiento
La limpieza regular del baño es algo indispensable para mantener este espacio libre de gérmenes y bacterias. Pero, además, podemos aplicar una serie de consejos y poner en marcha unos hábitos diarios para evitar que la suciedad se acumule, facilitar las limpiezas periódicas, así como tener un baño que luzca perfecto cada día. En este sentido, las bañeras y las duchas no pueden dejarse de lado porque, aunque parezca que no se ensucien tanto como el resto, el uso diario, la acumulación de jabones y cabellos y los efectos de la humedad pueden ser un foco de suciedad. Así pues, veamos diferentes opciones a tener en cuenta a la hora de un mantenimiento diario de nuestra bañera y ducha.
Aclarado
Una de las formas más efectivas para evitar que las bañeras y las duchas se ensucien y lograr mantenerlas limpias más tiempo es adquirir el hábito de aclarar toda su superficie tras cada uso. Así, nos aseguramos que no queda ningún resto de jabón, por ejemplo.
Secado
El siguiente paso es evitar en la medida de los posible que la bañera quede mojada tras el uso por lo que es conveniente pasar un trapo o toalla para eliminar el exceso de humedad y que el baño esté bien ventilado abriendo ventanas o dejando la puerta abierta.
Desagüe
Suele ser el gran olvidado a la hora de limpiar y es un error porque es donde se acumulan restos de jabón y cabellos que pueden acabar provocando atascos y malos olores. Para un correcto mantenimiento y evitar problemas mayores en el desagüe, es bueno acostumbrarse a echar, cada pocos días, una taza de vinagre y bicarbonato mezclados en agua hirviendo, dejar reposar unos 10 minutos y luego echar unos dos litros de agua hirviendo para acabar con cualquier resto de suciedad que quede.
Mamparas
Las mamparas son uno de los elementos del baño que cuesta más que luzca impoluto y es difícil que no muestren restos de agua o cal. En este sentido, y al igual que hemos recomendado para la superficie de la bañera o de la ducha, es conveniente adoptar la costumbre de pasar una toalla por la mampara después de cada ducha o baño. Este simple gesto permitirá que acumule mucho menos polvo, ácaros y humedad.
Cortinas de ducha
Y si en vez de mamparas tenemos cortina, tras cada uso hay que extenderla (no dejarla plegada) para que no acumule humedad que puede provocar la formación de moho. Por otra parte, cada mes es bueno darle un lavado en la lavadora, no hay que esperar a verla sucia porque entonces ya será más difícil acabar con la suciedad.