Mantener la cocina limpia, sobre todo las superficies y los utensilios que utilicemos o estén en contacto con los alimentos, es crucial para evitar intoxicaciones, así como otros problemas de seguridad alimentaria. Muchas bacterias mueren por el calor, pero algunas toxinas que producen son resistentes a las altas temperaturas, por lo que la única forma de evitar que los alimentos se contaminen será la limpieza.
Pero no se trata solo de la higiene de nuestra cocina, también hay que tener en cuenta la nuestra propia, y de asegurarnos de que estamos manipulando los alimentos de la forma correcta. En este sentido, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha recopilado una serie de reglas básicas para mantener una correcta higiene alimentaria.
Higiene personal
La higiene personal es tan importante como la de la cocina, por eso, antes de manipular los alimentos deberemos lavarnos bien las manos. También es recomendable quitarnos joyas, relojes o anillos antes de cocinar, ya que estos podrían contener suciedad que contaminarían los alimentos.
Por ejemplo, si tenemos algún síntoma de enfermedad gastrointestinal, lo mejor será no cocinar ni preparar alimentos. O si tenemos mascotas, lo ideal será que permanezcan alejadas de la cocina mientras estemos cocinando y que no entren en contacto con los alimentos que vayamos a comer.
Higiene en la cocina
Para mantener la higiene en superficies y utensilios, es recomendable utilizar para limpiar papel de cocina, en lugar de trapos y esponjas, ya que pueden contener microorganismos. En el caso de usarlos, deberemos asegurarnos de que se mantienen limpios.
En cuanto a la nevera y el congelador, mantenerlos en buen estado, es decir, a una temperatura entre 0º y 4º en las zonas donde se metan carne y pescado fresca, y no más de 7 u 8º en el resto, favorecerá la conservación de los alimentos.
Manipulación de alimentos
A la hora de la compra, si vamos a llevarnos alimentos refrigerados o congelados, será mejor dejarlos para el final y meterlos al frío cuanto antes, consumirlos en 2 o 4 días y, si no, congelarlos. Por otra parte, necesitamos calentar los alimentos a un mínimo de 70º durante 2 minutos para eliminar las bacterias, aunque hay que tener cuidado al descongelar algunos, ya que pueden quedar zonas crudas.
Una vez cocinados, es recomendable taparlos bien para protegerlos de insectos, polvo y otros posibles contaminantes, y si vamos a recalentarlos, hacerlo solo con la porción que vayamos a consumir. En cuanto a los utensilios que hayamos utilizamos, deberemos ponerlos en remojo cuanto antes, ya que si los dejamos a temperatura ambiente con la comida, las bacterias se multiplicarán más rápido. Por la misma razón, la comida que nos haya sobrado deberá ir directamente a la nevera.
La contaminación cruzada es otro de los problemas que deberemos evitar en la cocina. Sucede al utilizar las mismas superficies o utensilios para preparar diferentes alimentos. No es recomendable usar tablas, platos o cubiertos que ya hayamos usado con alimentos crudos para otros cocinados sin haberlos lavado antes.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.