Trucos para planchar la ropa si no tenemos una plancha a mano

Planchar la ropa es una de las tareas cotidianas que podemos encontrar de lo más relajantes, aunque también provoca mucha pereza en muchas otras personas, quienes acaban acumulando la ropa durante días, evitando todo lo posible el momento de ponerse manos a la obra y dejar la ropa sin arrugas. No son pocos los trucos que se han dado a conocer para conseguir que este pequeño esfuerzo tras el lavado sea menor, o incluso para lograr dejar la ropa sin arrugas y así evitar planchar, pero ¿qué pasa si no tenemos plancha?

Planchar sin plancha es algo que, en un primer momento, no consideramos hacer, pero no solo es posible, sino que hay distintas formas de conseguir acabar con las arrugas de la ropa sin necesidad de este instrumento, ya que lo más importante es el agua, el calor y el orden de la ropa, según indican desde el blog Cleanipedia, donde dan algunos trucos para planchar sin necesidad de usar una plancha si no tenemos una a mano. 

Cómo planchar sin plancha

En función de la prenda, será más o menos necesario plancharla. En el caso de las camisas, es prácticamente imposible que podamos ponérnoslas una vez que están secas, ya que será necesario acabar con todas las arrugas para que se vean bien. Si no tenemos ninguna plancha a mano con la que poder hacerlo, podemos igualmente acabar con las arrugas utilizando un secador de pelo. Para ello, solo tendremos que colgar la prenda en una percha y aplicar el calor que desprende el secador por toda la camisa. 

También podemos emplear una plancha de pelo para las arrugas más persistentes. O si se trata de alguna arruga puntual, podemos utilizar agua, o una solución de agua y vinagre, para hacerla desaparecer, rociándolo por la prenda. Para acabar con el olor después, podremos echar un poco de colonia, si hemos utilizado vinagre, para así acabar con el olor. 

El vapor de agua es igual de eficaz para acabar con las arrugas, y requerirá de muy poco esfuerzo, ya que solo será necesario colgar la ropa cerca de la bañera mientras nos duchamos, por ejemplo. Así, el vapor del agua caliente hará desaparecer las arrugas. 

En el caso de necesitar planchar otras prendas, como los pantalones, podemos probar otros métodos con los que tampoco necesitaremos utilizar ninguna plancha. Para ello, tendremos que doblar el pantalón en tres sobre sí mismo, alisando cada pliegue con la mano en el proceso, para después sentarnos sobre él en una silla durante 10 o 15 minutos, según indican. 

La humedad resulta de gran utilidad para esta tarea, por lo que otro método que podemos emplear es el de la tela levemente humedecida, que consistirá en ponerla sobre la prenda que queramos planchar, previamente colocada en una superficie plana. Solo tendremos que hacer presión en la zona donde hay arrugas mientras tratamos de alisarlas con las manos. 

Aunque parezca de lo más extraño, elementos como una olla o una sartén pueden ayudarnos también a eliminar las arrugas de la ropa, ya que son lo más parecido al hierro de las planchas que podemos tener en casa. Así, una vez calientes, y después de asegurarnos de que están completamente limpias, las podremos pasar por las arrugas, aunque no es aconsejable hacerlo con las prendas más delicadas. 

Consejos para evitar tener que planchar

Con todo esto en mente, también nos puede facilitar mucho el trabajo saber que hay formas para conseguir que la ropa no salga con tantas arrugas de la lavadora. Por ejemplo, podemos utilizar cubitos de hielo y meterlos en la lavadora seleccionando un programa que dure entre 10 y 15 minutos, sobre todo en el caso del algodón. 

Escoger el programa adecuado será crucial también, ya que llenar la lavadora demasiado no ayudará. Del mismo modo es aconsejable utilizar un poco de suavizante, ya que ablandará las fibras de los tejidos y disminuirá un poco las arrugas. 

Seleccionar las prendas por el tipo de tejido también marcará la diferencia entre tener que planchar o no. Así, podemos escoger aquellas prendas que se arrugan menos que otras, como el poliéster. Muchas de ellas podemos diferenciarlas si en la etiqueta encontramos un símbolo de "fácil planchado". 

Otro ejercicio que nos vendrá bien recordar es el de estirar bien la ropa cuando la saquemos de la lavadora, en especial mientras estén calientes. Deberemos retirar las prendas de la lavadora en cuanto acabe el programa, para que la ropa no se humedezca y sacudirla para eliminar el exceso de agua y quitar algunas arrugas superficiales. Después tendremos que estirarla bien y evitar utilizar pinzas siempre que podamos. 

El mismo cuidado deberemos tener a la hora de guardar la ropa en el armario, ya que no porque una prenda no tenga arrugas significa que no vayan a aparecer si la doblamos de mala forma y la dejamos guardada de cualquier manera.