Trucos para quitar las etiquetas y el pegamento de los botes de cristal

Reutilizar es una práctica muy sencilla que podemos llevar a cabo en muchas situaciones y con diferentes objetos. Los botes, tarros y frascos de cristal son un ejemplo de ello, y es que podemos llegar a reunir en la cocina más de los que a veces podemos guardar. Pero antes de deshacerte de ellos, hay muchas opciones para darles una segunda vida, de hecho, tienen infinidad de usos. 

Y es que no solo sirven para guardar alimentos en una ocasión, pueden utilizarse para reenvasar alimentos, guardar otro tipo de cosas, congelar alimentos, como tuppers, vasos para batidos o incluso como pequeñas macetas. 

Pero, para ello, tenemos que conseguir quitar la etiqueta del bote, la cual a veces se queda pegada en algunas partes, dejando un rastro de pegamento en el vidrio, muy molesto y para nada estético. En ocasiones, retirar todo el pegamento y la etiqueta al completo puede ser la tarea más engorrosa, sobre todo si intentamos hacerlo a mano, pero utilizando algunos productos caseros, lograrlo puede ser mucho más sencillo y rápido. 

Así lo aseguran desde el blog Mundo sin residuos, donde ofrecen varios trucos para lograrlo, explicando que algunos resultarán más útiles que otros según el bote, etiqueta y pegamento que tengamos entre manos. 

Agua hirviendo

Solo necesitaremos una olla lo suficientemente grande como para poder sumergir al completo el tarro que tengamos. La llenaremos de agua y la pondremos a hervir. Después solo tendremos que introducir los tarros, con cuidado de no quemarnos. De esta forma, el agua caliente conseguirá que se despegue la etiqueta lo suficiente como para poder retirarla fácilmente. Así también conseguiremos esterilizar el tarro. 

Igualmente, retirar el pegamento será mucho más sencillo. Cuando lo saquemos de la olla, frotar los restos que aún queden pegados con un estropajo conseguirá retirarlos por completo. 

Jabón y vinagre

En los casos en que el método anterior no haya resultado del todo, podemos utilizar, además de agua caliente, jabón y vinagre. En este caso, no será necesario poner el agua a hervir, pero sí que esté caliente. Entonces echaremos un chorro de jabón de platos en la olla y otro de vinagre, antes de introducir los tarros. 

El resultado será el mismo y, una vez los saquemos, solo necesitaremos frotar con un estropajo los restos de pegamento que puedan quedar. 

Bicarbonato y aceite de oliva

Por último, podemos utilizar bicarbonato de sodio y aceite de oliva para crear una pasta, a base de mezclarlos, con la que cubrir la etiqueta o los restos que queden. 

La dejaremos actuar durante unos minutos y después retiraremos la pasta empleando un estropajo, antes de limpiar el tarro con agua y jabón para poder usarlo de nuevo.