Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorEl bicarbonato de sodio, también conocido como carbonato acido de sodio, hidrógeno carbonato de sodio, bicarbonato de soda o sal de vichy, es un compuesto sólido cristalino, soluble en agua, que se obtiene de un mineral llamado natrón, y tiene la propiedad de neutralizar ácidos lo que que lo convierte en un producto con multitud de usos muy prácticos para el día a día. Además, podemos adquirirlo con facilidad en el supermercado o las droguerías.
El bicarbonato de sodio se usa como antiácido para tratar la acidez, la indigestión y el malestar estomacal, ya que es de acción muy rápida, aunque debe ser solamente para un alivio temporal. De modo que no debemos tomar bicarbonato de sodio por más de 2 semanas a menos que nuestro médico nos lo indique, tal y como advierte la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos. El bicarbonato de sodio puede originar efectos secundarios poco probables como son flatulencias y vómitos y tener un efecto rebote que haría que la acidez aumentara, en vez de disminuirla. En el caso de necesitar tratar problemas de ácido del estómago a largo plazo (como es el caso de la enfermedad de úlcera péptica o la enfermedad por reflujo gastroesofágico), deberemos hablar con el médico sobre otros medicamentos.
El bicarbonato de sodio es un producto muy útil para el control de plagas. Para ello, lo mezclaremos con agua y lo extenderlo sobre las alfombras, hasta que la mezcla se absorba para pasar el aspirador pasadas 24 horas y recoger los residuos secos que puedan quedar.
En la limpieza de nuestro hogar, esta misma mezcla también servirá para lavar cepillos y peines. O si lo mezclamos con un poco de limón o vinagre, podremos limpiar la plancha, el horno, el lavaplatos, el microondas, o las manchas de vino tinto y café que tanto cuestan de eliminar.
El producto también es muy eficaz para neutralizar olores, una caja con bicarbonato de sodio, descubierta, en el refrigerador evitará que huela a la humedad. Si lo aplicamos en las manos, también conseguiremos quitar olores fuertes como el de pescado o el de ajo. Y en cuanto a los pies, podemos hacernos un baño relajante mezclando un poco de bicarbonato de sodio y laurel en agua caliente.
Este compuesto presenta, además, utilidades cosméticas muy interesantes para nuestra piel. Solamente debemos asegurarnos de que no nos provocará ninguna reacción en caso de tener una piel sensible. Por lo que primero debemos probarlo sobre una pequeña zona del rostro y comprobar sus efectos.
Podemos poner un poco de bicarbonato de sodio en el champú, lo que permitirá eliminar los residuos del producto en nuestro pelo y hacer que el cabello brille más. Si tenemos el cabello graso, funciona muy bien para absorber la grasa, aplicarendo el producto el cabello humedecido y luego lo secándolo con un poco de aire caliente. Para una higiene facial en profundidad, prepararemos una mezcla de de bicarbonato de sodio y agua para limpiar los poros y prevenir el acné, y si la pasta la hacemos también con avena tendremos un exfoliante suave. Es importante no mezclar esta emulsión con ningún producto despigmentante y aclarar con abundante agua para retirarlo completamente pasados unos segundos.