Los usos más sorprendentes de las pastillas del lavavajillas

Las pastillas 'todo en uno' del lavavajillas han revolucionado la limpieza de los platos. Con una sola de estas píldoras, toda la vajilla se limpia, se abrillanta y se aclara. Sin embargo, ¿habías pensado alguna vez que, más allá de su función principal, tienen toda una serie de aplicaciones distintas? Desde la ropa hasta las partes más insospechadas del hogar, su fuerza logra resultados brillantes mucho más allá de la cocina. 

Freidoras de aceite

 

Bien conocida es la dificultad que entraña limpiar las freidoras de aceite. Siempre quedan manchas de grasa inalcanzables o trozos de comida atorados y difíciles de sacar. Afortunadamente, las pastillas nos pueden brindar una preciosa mano a la hora de dejar este electrodoméstico listo para otra fritura. 

Lo primero que hay que hacer es llenar tres cuartas partes de la capacidad del contenedor de agua para después echar una de las pastillas y dejar que actue por un tiempo de diez minutos. Es importante tener en cuenta que hay que subir la temperatura del agua hasta los 90 grados. Una vez pasado ese tiempo, vacías el recipiente y le pasas una mano de jabón. Verás como toda la suciedad sale mucho más fácilmente. Además, se trata de un truco que se puede aplicar a cualquier sartén sucia. 

Horno

 

Otra de las superficies que más quebraderos de cabeza depara a la hora de limpiar es, sin duda, el interior del horno. Con este truco, vuestras preocupaciones desaparecerán. La clave se halla en el poder desengrasante y desincrustador que tiene la pastilla. 

El truco consiste en echar la pastilla en un cubo de agua caliente, dejar que se disuelva y pasar el interior del horno. Gracias a estas cualidades, cualquier resto de grasa, de aceite o de comida seca que se haya pegado a la pared desaparecerá casi sin esfuerzo. La diferencia entre este método y una limpieza más tradicional no deja de sorprender. 

Lavadora

 

Este útil electrodoméstico no solo limpia la ropa sino que también necesita ser lavado de vez en cuando. Mantener la lavadora en buen estado es un requisito indispensable para lograr una buena limpieza, pues, si el tambor o el filtro están sucios, lo más seguro es que la ropa o no se limpie o salga aun más sucia de lo que entró. 

Para lograr una lavadora impoluta, la pastilla del lavavajillas resulta de gran ayuda. Si programamos un ciclo de lavado con agua caliente –sin ropa– e introducimos una en el tambor, comprobaremos que todo el interior queda como nuevo. En cuanto al filtro, sencillamente hay que pasar un paño por la goma, asegurándonos de que quede limpia. 

Garaje

 

 

¿Alguna vez os habéis fijado en las molestas manchas de aceite que dejan los coches en el suelo de tu plaza? Aunque pueda parecer inverosímil, las pastillas también tienen algo que decir en estas situaciones. Sí, habéis oído bien: incluso fuera de casa puede seguir sirviendo. 

Solamente necesitaremos un cubo lleno de agua lo más caliente posible. Una vez alcanzada la temperatura deseada, echamos uno de estos 'pods' y dejamos que se disuelva por unos minutos. En cuanto veamos que ya se han mezclado, echamos mano de la fregona y, escurriéndola en la mezcla, la pasamos por encima de la mancha. Si véis que os cuesta más de lo normal, también se puede dejar actuar la solución sobre el aceite. 

Inodoro

 

 

Hay veces en las que algunas de las manchas en el inodoro presentan un desafío demasiado difícil para los productos típicos de limpieza. La buena noticia es que las pastillas del friegaplatos pueden rescatarnos de estas situaciones. 

No podría ser más fácil: lo único que hay que hacer es meter la pastilla en el inodoro y llenar poco a poco con agua caliente –teniendo cuidado de no rebasar la taza–. A los pocos minutos, la pastilla habrá actuado sin que hayamos tenido que frotar un solo segundo. Toda la suciedad se habrá ido.