Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorTodos hemos podido comprobar los efectos del agua en nuestra piel, cuando pasamos unos días en la playa. Efectivamente, los baños en el mar y su sal aportan sus frutos para determinadas patologías, como eczemas, psoriasis, panadizo, dermatitis atópica o acné, pero debemos tener en cuenta que estos beneficios no se deben solo a la acción de la sal, sino también a los efectos del sol, el descanso, y la humedad del ambiente.
De forma que no podemos reproducir estas condiciones en casa, pero si podemos beneficiarnos de las propiedades de la sal, siempre y cuando la apliquemos con precaución.
En cosmética, destaca la acción exfoliante de la sal, idónea para eliminar las células muertas y las partículas dañinas que se adhieren a la piel. Si la aplicamos mediante suaves masajes favorece la circulación de la sangre y promueve la oxigenación de las células para repararla. Podemos usar la sal astringente para combatir los puntos negros y las espinillas, ya que es capaz de limpiar los poros y reducir el exceso de segregación de sebo. También reduce la presencia de bacterias al tratarse de un gran desinfectante. Por ello es recomendada habitualmente para el tratamiento de determinadas infecciones alrededor de los dedos o en las uñas o para pequeños cortes o rozaduras.
En estos casos, la recomendación pasa por el baño de la zona infectada en un recipiente con agua caliente y sal marina. Una alternativa infinitamente mejor para los dermatólogos que un baño en el mar. ¿Por qué? Porque el agua del mar no está libre de bacterias que pueden empeorar el pronóstico de las heridas que pretendemos tratar.
-Puedes hacer una mezcla de sal con leche para una mascarilla limpiadora con cualidades exfoliantes y restauradoras que aplicaras con la ayuda de una gasa o un disco de algodón suavemente y retirarás con agua.
-El peeling facial de sal y yogur natural también es una opción para revitalizar la piel y eliminar las células muertas. En este caso, actuaremos con en el anterior.
-Para ojos hinchados mezclaremos una cucharadita de sal marina en un recipiente con agua caliente, y mojaremos unos discos de algodón en el agua, que pondremos sobre los ojos durante al menos 10 minutos.
-Para unos pies cansados solamente necesitas mezclar agua caliente con tres o cuatro cucharadas de sal y sumergir los pies en ella, dejándolos ahí hasta que el agua se haya enfriado.