Anna Blanco
Practicopedia
¿Vas a tener un gato? Prepara tu casa para recibirlo
Siguiendo una serie de recomendaciones lograremos que la adaptación sea más fácil para nuestro gato
La decisión está tomada y habéis decidido sumar a la familia un nuevo miembro, un gato y ahora estáis esperando su llegada. Estaremos de acuerdo en que no es lo mismo que si el que viniera fuera un bebé, pero, al igual que este, nuestro nuevo compañero también va a necesitar que tengamos todo listo para cuando llegue a nuestro hogar.
Los gatos necesitan un tiempo para adaptarse a una nueva situación ya que no son muy amigos de los cambios por lo que la adaptación a su nueva casa y familia va a requerir de unos días o incluso semanas.
Un período de adaptación
Para minimizar el estrés que le puede suponer para el gato pasar a vivir en un entorno desconocido para él y que, por tanto, no sabe si es seguro, los expertos recomiendan que durante los primeros días reservemos un espacio de la casa para el gato. Estar en una única habitación con la puerta cerrada será menos estresante para él.
Si es posible optar por la habitación más tranquila y menos ruidosa para minimizar el estrés, pero como no siempre tendremos la posibilidad de disponer de una habitación para uso exclusivo del gato, elegir la estancia más amplia y respetar sus espacios.
Colocaremos en este lugar todo lo necesario para el gato. Principalmente, los cuencos de la comida y el agua, y en el punto más alejado, el arenero para hacer sus necesidades.
Es mejor si, al menos durante los primeros meses, mantenemos el mismo tipo de alimentación que tenía antes de su llegada a nuestra casa para minimizar los cambios. Una vez aclimatado, ya podremos consultar con el veterinario cuál es la mejor opción para alimentarle.
También es necesario tener un rascador en la habitación para que el gato pueda jugar además de rascarse las uñas, algo muy necesario en los hábitos de los felinos y, si no puede hacerlo, es probable que busque un lugar sustitutivo como puertas, sillas o el sofá.
Otro elemento necesario son los juguetes porque el gato es un cazador por naturaleza y necesita jugar para no sufrir de ansiedad. Debemos evitar jugar con nuestras manos porque, aunque sea sin querer, pueden hacernos daños con sus afiladas uñas.
Además, a los gatos les da seguridad poder colocarse en lugares altos para 'dominar' el entorno por lo que genial si en la habitación tiene algún lugar elevado donde situarse (si no es así, existen rascadores o casetas para gatos que tienen una base para estar a cierta altura).
Durante el periodo de adaptación hay que ser cuidadoso con los accesos al exterior de nuestra casa o piso (ventanas y puertas) ya que, si el gato consigue salir y aún no considera nuestra casa como su hogar, es posible que no tenga el instinto de volver. En cambio, una vez que el gato ya considera que ese es su hogar, puede salir a dar paseos -en el caso de vivir en casas o pisos bajos- para volver luego a casa.
El rey o la reina de la casa
Pasados los días y cuando veamos que se está acostumbrando le podremos dejar salir para que explore el resto de la casa. Pero debe hacerlo a su aire, sin forzarle. Poco a poco hará suya la casa y acabará deambulando, durmiendo o jugando por todo el piso como uno más de la familia.