Los radiadores de aceite son una muy buena alternativa para calentar estancias de la casa de 25 a 40 m2. Son aparatos de bajo consumo y energéticamente muy eficientes. Se trata de estufas eléctricas metálica que en su interior contienen aceite. Al enchufar el radiador a la corriente eléctrica, se calienta una resistencia que hace que el aceite también se caliente y fluya por un circuito interno, distribuyendo calor de manera uniforme por todas las placas. No obstante, este sistema de calefacción tiene sus pros y sus contras.
Pros y contras del radiador de aceite
Entre las ventajas de este tipo de radiadores podemos destacar estas:
Son económicos: Hay modelos de muy buena calidad por precios muy ajustados, comparándolos con otro tipo de estufas. Los más económicos rondan los 20-30 €, precio que irá en aumento en función de la potencia, características y diseño.
Eficiente: una vez apagado, continúa calentando la estancia durante unos 45 minutos más, hasta que se enfría por completo, con lo que el aprovechamiento de la energía es máximo.
No hacen ruido: lo que te permite tenerlo en marcha por la noche sin que altere el sueño.
Son portátiles: Puedes llevarlos a cualquier habitación gracias a que no son pesados, no van anclados y la mayoría de ellos disponen de unas ruedecitas que te permiten manejarlo bien.
Regulación de temperatura: tienen un dispositivo que te permite regular la temperatura de la estancia, con lo que cuando esta haya alcanzado la temperatura deseada, el radiador se apagará, encendiéndose cuando baje el calor.
Son programables: Permiten indicar cuándo ponerse en marcha para tener la estancia preparada al llegar a casa.
Aporte de calor uniforme: disponen de un termostato que mantiene el calor de manera uniforme.
Mantenimiento y limpieza fáciles: gracias a los materiales con los que están fabricados y a su diseño, mantenerlos limpios de polvo es muy fácil. Un paño húmedo será suficiente para limpiarlos.
Bajo consumo.
No emiten residuos.
Pero ante tantas ventajas también existen unos inconvenientes:
Funcionamiento lento: no son tan efectivos como una estufa de gas o un calefactor eléctrico. Los radiadores de aceite tardan entre 30 y 45 minutos en calentarse. Por lo que si necesitas calentar rápido una habitación este no será el mejor método.
Coste eléctrico: si bien son de bajo consumo, al utilizarlos a diario durante horas la factura de la luz cambiará de manera considerable.
No son aparatos pequeños.
Se requiere un sistema de calefacción de refuerzo: debido a estos contras, no se recomienda tener los radiadores de aceite como fuente principal de calor, si no más bien como un refuerzo a la calefacción central.
Consejos
No es recomendable utilizarlo en el baño o en ambientes húmedos porque pierden eficacia.
Evitar el uso en habitaciones grandes, mal aisladas o de techos muy altos, ya que los radiadores de aceite no tienen mucha potencia.
Para limpiarlo será necesario tenerlo desenchufado y bastará utilizar una aspiradora para retirar el polvo de las placas y una mopa o trapo humedecido para las mancha que hayan podido quedar adheridas. Con una limpieza o dos al mes será suficiente para mantenerlo en buenas condiciones si su uso es constante.
Sobre el autor:
Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.