Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorCuando los termómetros bajan y tenemos que echar mano de la chaqueta también empezamos a utilizar tópicos para hacer alusión al frío que hace y qué hacer para no resfriarse. Pero ¿qué hay de cierto en estas afirmaciones? ¿Hay una evidencia científica o son fruto de la experiencia y creencias populares?
Depende. Los dichos populares nacen de la experiencia y observación a lo largo de la historia. En este sentido se ha observado y evidenciado científicamente que existen virus respiratorios que se multiplican más fácilmente en temperaturas bajas.
Visto esto, hay que tener en cuenta dos aspectos:
Todo ello da cierta validez a la creencia de que si no nos abrigamos bien o vamos a dormir con el pelo mojado nuestra temperatura corporal bajará y será más fácil resfriarse.
No existe evidencia científica que determine que la vitamina C nos proteja de los resfriados, por muchas naranjas que comamos, igualmente podemos resfriarnos, lo único a lo que se le da algo de validez es a que un buen aporte de vitamina C podría ayudar a reducir la duración del resfriado.
No. Los antibióticos no sirven ni para el virus de la gripe ni para los de los resfriados. Los antibióticos “solo” atacan las infecciones bacterianas y, ante un resfriado y una gripe, lo único que se puede hacer es aplicar un tratamiento para aliviar los síntomas: mucosidad en vías respiratorias, fiebre, tos…
Aplicar un tratamiento contra los virus es muy difícil ya que los antibióticos no son eficaces contra los virus. De ahí la importancia de vacunarse contra el virus de la gripe cada año y así producir anticuerpos que puedan hacer frente a la invasión vírica.
No. El resfriado y la gripe no son lo mismo. Debido a que la sintomatología, en muchos casos, es parecida, se tiende a pensar que la gripe es lo mismo que un resfriado fuerte, pero no tienen nada que ver. Existen más de 200 virus que pueden producir un resfriado (adenovirus, rinovirus, coronavirus…), el más frecuente el rinovirus, con un cuadro sintomático leve. Por el contrario, la gripe está producida por el virus influenza, con una gran capacidad de mutación, que puede producir una sintomatología grave que puede complicarse y llegar a producir la muerte en ancianos o en aquellas personas inmunodeprimidas o con enfermedades crónicas.
La tendencia a confundir la gripe con un resfriado fuerte se debe a que en personas jóvenes y sanas no suele presentar demasiadas complicaciones, solo un cuadro sintomático más fuerte.
Sí. Las personas fumadoras suelen ser más susceptibles a coger un resfriado. Esto se debe a que tanto los bronquios como las mucosas de las vías respiratorias están recubiertas por cilios, una vellosidad que, gracias a su movimiento, sirve como primera defensa ante la entrada de virus. En las personas fumadoras estas vellosidades pierden su movimiento debido a las secreciones y sustancias que produce del humo del tabaco, facilitando la entrada de virus y bacterias.