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Decir que el 2020 está siendo malo para Paz Padilla es quedarse corto. Tras perder a su madre en febrero y a su marido en julio, ahora la presentadora y actriz ha sufrido un nuevo varapalo: el fallecimiento de su suegra. Así pues, Ana Isabel Agarrado ha muerto solo tres semanas después de que lo hiciera su hijo, Antonio Juan Vidal, a causa de un tumor cerebral.
El sepelio tuvo lugar el pasado martes, en el cementerio Mancomunado de Chiclana de la Frontera, en Cádiz (Andalucía), según ha publicado el diario Portal de Cádiz.
La vida de Paz Padilla ha cambiado por completo en sólo ocho meses. Y no solo por la llegada del coronavirus a España. La primera pérdida que sufrió fue la su madre, Dolores Díaz, que falleció el 10 de febrero a los 91 años tras ingresar por una fractura de cadera. La mujer tuvo que ser operada, pero no superó la intervención.
Posteriormente, el 19 de julio murió a la edad de 53 años el "gran amor" de la presentdora a causa del tumor que le fue diagnosticado un año atrás. "Siempre estaremos fundidos en uno. Espérame que todavía nos queda una tercera oportunidad. Avanza", fueron las palabras con las que la actriz se despidió públicamente del abogado.
Actualmente, la presentadora de Sálvame no está trabajando se apoya, más que nunca, en los suyos. "Ahora estoy de retiro, atravesando el desierto más duro de mi vida, donde solo veo piedras en el camino. Él me ayudará a encontrar mi destino. Soy un animal herido, pero avanzando", señaló en Instagram, donde aprovechó para agradecer las muestras de cariño recibidas en el que está siendo su verano más complicado.