¿Cómo es la vida de los hijos de la Duquesa de Alba?
La aristócrata Cayetana Fitz-James Stuart fallecía hace más de 5 años a los 88 años de edad
No había título nobiliario que no ostentase Cayetana Fitz-James Stuart, la Duquesa de Alba, que además era marquesa, condesa, vizcondesa y un largo etcétera que hacía de ella la mujer más 'poderosa', en este aspecto, de todo el mundo. No en vano en su haber tenía más de 40 distinciones que incluso superaban a las de los actuales y anteriores Reyes de España.
Una de las mujeres más carismáticas de nuestro país, por su personalidad, que murió hace más de un lustro, a los 88 años. Se apagaba así la duquesa de la eterna sonrisa, con una vida de lo más interesante y con tres matrimonios a sus espaldas; el último con el funcionario Alfonso Díez cuando tenía 85 años.
Con el primero de sus maridos, Luis Martínez de Irujo, tuvo a sus seis hijos. Unos vástagos que, años después de la muerte de su madre, no parecen estar muy unidos entre todos ellos; sobre todo tras la reciente publicación de una polémica biografía por parte de uno de los más conocidos: Cayetano.
El actual Duque de Alba
Pero para conocer la vida de los hermanos primero empezaremos con el mayor de todos y que heredó todos los títulos de su madre pese a que desde el año 1954 ya ostentaba el de XIV Duque de Huéscar. Casi un año después del fallecimiento de su progenitora, Carlos recibió de manera ya oficial todos los títulos que antes estaban en manos de la Duquesa de Alba y se convertía en el XIX Duque de Alba. Un reconocimiento que también le ponía al frente de la gestión y las riendas de la Casa, y le daba también la postestad de ejercer de patrono de la fundación que lleva el mismo nombre.
Junto a Carlos, otro de sus hermanos le ayuda en las tareas administrativas del gran legado familiar. Él es Fernando Martínez de Irujo, nacido en el año 1959 y que en su caso es XII Marqués de San Vicente del Barco. Así, además de trabajar codo con codo con el nuevo Duque de Alba, este otro hijo de la anterior duquesa también está en la nómina de una conocida entidad financiera española.
Es el único de los hijos de Cayetana Fitz-James Stuart que no se ha casado ni tampoco ha tenido hijos.
El que sí pasó por al altar, aunque se divorció al cabo de unos años, es el que es sin duda el hijo más discreto de la Duquesa de Alba y del que apenas hay fotografías suyas en algún evento o acto social. Se trata de Alfonso, nacido hace 69 años y para el que su madre le había reservado el título de Duque de Híjar.
El hecho de que durante años viviera en París trabajando en el sector bancario le ha tenido alejado durante bastante tiempo de lo que sucedía en España con su familia. Una estirpe aristocrática que aparece en los medios con bastante frecuencia.
Ya de vuelta en España en alguna que otra ocasión echa una mano a sus anteriores hermanos en la gestión financiera de la Casa de Alba, además de encargarse de otros negocios de manera particular.
Y si los tres hijos mayores de la difunta Duquesa de Alba se decantaron por una carrera profesional dedicada a los negocios, no fue así en el caso del Conde de Siruela, Jacobo, cuya trayectoria laboral está ligada desde hace años al mundo de las letras. Es editor literario, con bastante éxito en el sector, y está al frente de dos casas editoriales: Siruela (@edicionesiruela) y Atalanta (@AtalantaED).
Una labor a la que se dedica desde su retiro en el Ampurdán donde reside con su segunda mujer.
Los dos hijos más mediáticos
Pero, sin duda, los que más interés despiertan (sobre todo para la prensa del corazón) son los dos menores: Cayetano y Eugenia, IV Duque de Arjona y Duquesa de Montoro, respectivamente. El primero es toda una figura dentro del mundo de las competiciones ecuestres. Sin embargo, su aparición en las revistas del corazón no se debe especialmente a su trayectoria como jinete sino a sus relaciones amorosas con rostros conocidos como la modelo Mar Flores. No obstante, solo pasó por el altar con la mexicana Genoveva Casanova con quien tuvo a sus dos hijos mellizos Luis y Amina.
Pese a que el matrimonio no duró muchos años, ambos mantienen una muy buena relación por el bien de los jóvenes. Sin embargo, el actual Duque de Arjona no sido noticia en los últimos meses por sus parejas, sino por un libro de memorias que ha publicado y que parece que no ha sentado del todo bien a sus hermanos al contar toda la verdad de una vida llena de luces y sombras.
Unas confesiones en las que habla largo y tendido sobre una infancia en la que, a su juicio, no había una figura materna (sobre todo tras morir su padre), con carencias emocionales y al cuidado permanente de alguna que otra nanny poco cariñosa como él recuerda.
Estos capítulos no han hecho más que empeorar la escasa relación que de por sí ya mantenía de antes con su hermano Carlos. Una nula unión que empeoró después de que este, siendo ya el nuevo Duque de Alba, apartara a Cayetano de la gestión de buena parte de las empresas agrícolas que forman parte del entramado familiar.
Además, a su hermano mayor no le ha parecido del todo bien la imagen que ha dado de la Casa de Alba en este volumen de memorias. Una opinión que comparte su hermana menor Eugenia.
Precisamente, la imagen de la única hija de la Duquesa de Alba ha sido muy habitual de los programas de crónica rosa sobre todo desde su noviazgo y posterior boda con el torero Francisco Rivera Ordóñez. Un acontecimiento social en el año 1998 que paralizó la ciudad de Sevilla y supuso la unión de dos grandes familias españolas: una del mundo de la aristocracia y otra del mundo del toro.
Tras una separación no del todo amistosa entre ambos (sobre todo por la custodia de su única hija que se llama igual que su difunta abuela), la Duquesa de Montoro, que se dedica al diseño de joyas, ha encontrado la felicidad junto al empresario discográfico Narcís Rebollo.
