Victoria Herrero
Corazón
La figura de Rocío Carrasco, ¿a la sombra de su madre?
Desde hace años no mantiene relación con parte de su familia materna, sus hijos o su ex marido
Es la hija de una de las grandes artistas de este país, Rocío Jurado. Pese a compartir nombre con su progenitora, Rocío Carrasco no siguió su camino en la música y ha tenido una vida que siempre ha estado bajo la sombra alargada de su madre. Un recorrido vital que hoy recordamos y que no ha sido nada fácil debido a las polémicas familiares surgidas después del fallecimiento de la cantante, el 1 de junio del año 2006.
Una vida mostrada a los medios desde niña
Rocío Carrasco es la única hija del matrimonio entre Rocío Jurado y el ex campeón de boxeo Pedro Carrasco. Nació a finales del mes de abril del año 1977 y, como ha confesado en más de una ocasión, fue una niña feliz que siempre tuvo todo lo que quiso. Sobre todo por parte de su padre, para el que era su ojito derecho.
Tras la separación de la pareja en el año 1989, la pequeña se quedó con su madre. Sin embargo, poco estuvo en la casa familiar, ya que cumplidos los 18 años se independizó y se marchó a vivir con su novio Antonio David Flores que, por entonces, era un joven y desconocido guardia civil. Una decisión que no gustó del todo a sus progenitories, que consideraban que todavía era demasiado joven para empezar una relación de forma tan seria.
Sin embargo, la decisión de los dos enamorados era firme y, en apenas un año, se daban el sí quiero en la finca familiar Yerbabuena. Un enlace que fue todo un acontecimiento social para la crónica rosa de la época. Fruto del matrimonio nacieron, al poco tiempo, sus dos hijos: Rocío, siguiendo la tradición de las mujeres de la familia, y David.
Nada hacía presagiar entonces que el matrimonio no acabaría de forma amistosa varios años después. Mientras duró la felicidad en la casa, Antonio David seguía con su trabajo como funcionario, mientras su mujer comenzaba con sus incursiones en el mundo de moda y la televisión con María Teresa Campos, a la que considera su segunda madre. Quería labrarse un futuro profesional como modelo y presentadora.
En el año 1999, sin embargo, comenzaría el declive de la pareja. Así, lo que en un principio iba a ser un divorcio pacífico por el bien de los niños, se convirtió pronto en un cruento enfrentamiento por medio de abogados, denuncias, revistas y platós de televisión. Ya no había marcha atrás para una posible relación cordial entre ambos.
Una mala situación que se sumó al aparatoso accidente de tráfico que tuvo en el año 2000 con su segunda pareja y actual marido, Fidel Albiac, que estuvo a punto de costarle la vida; así como al fallecimiento de su padre un año después por un ataque al corazón con solo 57 años. Pero había algo más. La relación con sus hijos, pese a tener la custodia compartida en un primer momento, iba de mal en peor, hasta tal punto que ambos decidieron irse a vivir con su padre a Málaga. Desde entonces, madre e hijos no han tenido contacto alguno, ni siquiera por teléfono.
El distanciamiento con su familia materna
Tras luchar durante más de año y medio contra un cáncer de páncreas, la Rocío Jurado fallecío a los 61 años. Un duro golpe para Rocío Carrasco, que se quedaba huérfana. Pero la desaparición de "la más grande" no solo supuso la pérdida de la artista y una inmensa tristeza para sus más allegados. Fue el principio de la mala relación de su hija con el resto de su familia, a causa de la herencia que dejó la cantante. Un legado millonario a repartir entre sus hermanos, su viudo José Ortega Cano, los hijos que adoptó con el torero (José Fernando y Gloria Camila) y la propia Rocío Carrasco.
Una situación que, a día de hoy y cuando han pasado 14 años de la muerte de Rocío Jurado, apenas ha cambiado. Un largo tiempo en el que la protagonista de este reportaje nunca se ha pronunciado públicamente al respecto ni ha concedido ninguna entrevista. Ella sigue con su vida cotidiana, intentando mantener vivo el legado de su madre por medio de espectáculos, exposiciones, musicales o la apertura de un museo en la localidad de Chipiona.
Precisamente, el proyecto de este espacio cultural ha estado parado durante años por diversos litigios. Ahora parece que ya será una realidad con el beneplácito de Rocío Carrasco, que ha llegado finalmente a un acuerdo con el consistorio de la localidad donde nació su madre.
Pero, no todas las polémicas han acabado en la vida de Rocío Carrasco, y es que el pasado siempre vuelve. La más reciente, la vuelta a la actualidad del conflicto que mantiene con su ex marido, ya que este ha pasado por el programa GH VIP 7. Esto ha supuesto, además, el descubrimiento mediático de la hija de ambos, Rocío Flores, tras tantos años en silencio. Un anonimato que la joven dejará atrás con su participación en el concurso Supervivientes 2020. Lo que es toda una incógnita es si Rocío Carrasco verá en televisión la aventura de su hija en la lejana isla.