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11 consejos para tener una mejor vida sexual

Úrsula Segoviano

Miércoles 18 de diciembre de 2024

6 minutos

Harvard lanza 'Sexualidad en la mediana edad y más allá' con soluciones a los problemas sexuales

11 consejos para tener una mejor vida sexual
Úrsula Segoviano

Miércoles 18 de diciembre de 2024

6 minutos

La revolución sexual de los mayores de 50

 

Los cambios físicos que experimenta el cuerpo a medida que envejecemos a menudo implican que la intensidad del sexo juvenil puede dar paso a respuestas más moderadas durante la mediana edad y en etapas posteriores de la vida. Pero esos no son los únicos cambios que se producen con la edad; también se desarrolla una mayor confianza, mejores habilidades de comunicación y menos inhibiciones. Esta madurez emocional recién adquirida puede ayudar a crear una experiencia sexual más rica, con más matices y, en última instancia, satisfactoria.

Como se ha mencionado anteriormente, las transformaciones físicas que experimenta el cuerpo con la edad tienen una gran influencia en la sexualidad. Es por ello que la Universidad de Harvard ha elaborado un informe especial sobre salud, 'Sexualidad en la mediana edad y más allá', que guía a través de las etapas de la respuesta sexual y explica cómo el envejecimiento afecta a cada una de ellas. Además, en el se relata cómo las enfermedades crónicas, los medicamentos comunes y los problemas emocionales pueden influir en las capacidades sexuales. Por último, documenta un análisis detallado de diversos tratamientos médicos, asesoramiento y técnicas de autoayuda para abordar los tipos más comunes de problemas sexuales. Es importante recordar que, entre otras muchas cosas una vida sexual activa reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, mantiene la presión arterial baja, alivia el dolor crónico, reduce el riesgo de cáncer de de próstata, mejora el sueño... Estas son algunas medidas que pueden ayudarte a tener una mejor sexualidad:

1. Infórmate. Hay muchos materiales de autoayuda buenos para todo tipo de problemas sexuales. Busca en Internet o en las librerías. Escoge algunos recursos que se apliquen a tu caso y utilízalos para ayudarte o a tu pareja a estar mejor informados sobre cada problema. Si hablar directamente resulta demasiado difícil, tú u tu pareja usted y su pareja podéis subrayar los pasajes que os gusten especialmente y mostrároslos mutuamente.

2. Date tiempo. A medida que envejeces, tus respuestas sexuales se vuelven más lentas. Tú y tu pareja podéis mejorar las posibilidades de éxito si buscáis un entorno tranquilo, cómodo y sin interrupciones para tener relaciones sexuales. Además, ten en cuenta que los cambios físicos en tu cuerpo significan que necesitarás más tiempo para excitarte y alcanzar el orgasmo.

3. Utiliza lubricantes. A menudo, la sequedad vaginal que comienza en la perimenopausia se puede corregir fácilmente con líquidos y geles lubricantes. Empléalos libremente para evitar tener relaciones sexuales dolorosas, un problema que puede convertirse en una disminución de la libido y en tensiones crecientes en la relación. Cuando los lubricantes ya no funcionen, consulta con su médico sobre otras opciones.

4. Mantén el afecto físico. Aunque estés cansado, tenso o molesto por el problema, los besos y abrazos son esenciales para mantener un vínculo emocional y físico.

5. Practica el tacto. Las técnicas de concentración sensorial que utilizan los terapeutas sexuales pueden ayudarte a restablecer la intimidad física sin sentirte presionada. Muchos libros de autoayuda y vídeos educativos ofrecen variaciones de estos ejercicios. También puedes pedirle a tu pareja que te toque de la manera en que a él o ella le gustaría que lo hicieran. Esto te dará una mejor idea de cuánta presión, desde suave hasta firme, debes utilizar.

 

Una pareja dándose la mano. Bigstock

 

6. Prueba distintas posiciones. Desarrollar un repertorio de distintas posiciones sexuales no solo añade interés a la relación sexual, sino que también puede ayudar a superar problemas. 

7. Escribe tus fantasías. Este ejercicio puede ayudarte a explorar posibles actividades que creas que podrían excitarte a ti o a tu pareja. Intenta pensar en una experiencia o una película que te haya excitado y luego comparte tu recuerdo con tu pareja. Esto es especialmente útil para personas con poco deseo sexual.

8. Haz ejercicios de Kegel. Tanto los hombres como las mujeres pueden mejorar su estado físico sexual ejercitando los músculos del suelo pélvico. Para hacer estos ejercicios, apriete el músculo que usaría si estuviera tratando de detener la micción a mitad de camino. Mantenga la contracción durante dos o tres segundos y luego suéltela. Repita 10 veces. Intente hacer cinco series al día. Estos ejercicios se pueden hacer en cualquier lugar: mientras conduce, sentada en su escritorio o de pie en la fila de la caja. En casa, las mujeres pueden usar pesas vaginales para agregar resistencia muscular. Habla con tu médico o un terapeuta sexual sobre dónde conseguirlas y cómo usarlas.

9. Intenta relajarte. Hacer algo relajante juntos antes de tener relaciones sexuales, como jugar a un juego o salir a cenar es conveniente. O prueba técnicas de relajación como ejercicios de respiración profunda o yoga.

10. Utiliza un vibrador. Este dispositivo puede ayudar a la mujer a conocer su propia respuesta sexual y permitirle mostrarle a su pareja lo que le gusta.

11. No te rindas. Si ninguno de tus esfuerzos parece funcionar, no pierdas la esperanza. Tu médico puede determinar la causa de tu problema sexual y quizás pueda identificar tratamientos efectivos. Es posible que te sugiera que consideres la posibilidad de acudir a un terapeuta sexual que pueda ayudarte a explorar los problemas que pueden estar impidiendo una vida sexual plena.

Sobre el autor:

Úrsula Segoviano

Redactora especializada en temas de salud y dependencia. 

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