
Un análisis de sangre detecta el párkinson antes de que aparezcan los síntomas
Sencillo y rentable, cuantifica fragmentos de ARN que contiene información copiada del ADN

"El párkinson te parte en dos. No soy la que era, pero sigo adelante"
La enfermedad de Parkinson (EP) es la segunda patología neurodegenerativa más prevalente, como se describe en un estudio de 'Nature Rewiews'. La EP supone una importante carga clínica, social y económica para la sociedad y se caracteriza por discapacidades progresivas del movimiento, temblores y deterioro cognitivo. Estos síntomas son consecuencia de la muerte prematura de neuronas dopaminérgicas, especialmente en la pars compacta de la sustancia negra (SN), causada por estrés oxidativo y nitrativo, aumento de la mitofagia, deterioro de la autofagia, neuroinflamación y desequilibrio dopaminérgico/colinérgico.
El diagnóstico del párkinson a menudo sigue a un daño neuronal considerable que se manifiesta como deficiencias motoras graves, como bradicinesia, rigidez y temblores documenta un ensayo del 'Lancet Neurology'.
Sin embargo, los síntomas más tempranos, que incluyen pérdida del olfato y trastornos del sueño con movimientos oculares rápidos, pueden aparecer años antes. Los cambios moleculares característicos de esta fase temprana de la enfermedad pueden constituir una base para una prueba diagnóstica presintomática. Dicha prueba debe ser rentable, rápida y capaz de detectar cambios en los niveles de biomarcadores en las primeras etapas de la enfermedad, confirmando los casos verdaderos positivos y minimizando los falsos positivos.
Las pruebas de diagnóstico de EP recientes se han centrado en los niveles elevados de la proteína α-sinucleína (α-Syn) en el líquido cefalorraquídeo (LCR) o en la reducción del ADN mitocondrial en sangre como biomarcadores. Sin embargo, el muestreo de LCR es invasivo; la purificación y detección de α-Syn son engorrosas e insuficientemente sensibles, como se refiere en un ensayo de 'Nature'; y las mediciones de proteínas específicas muestran una alta variabilidad interindividual. Por el contrario, la cuantificación de múltiples moléculas, en lugar de una, puede mejorar la relación señal-ruido y superar la variabilidad entre pacientes.
En un intento por evitar pruebas invasivas, se demostró que ciertas moléculas sanguíneas reflejan patología cerebral. Idealmente, un diagnóstico fácil, seguro y asequible debería basarse en múltiples biomarcadores sanguíneos altamente sensibles y específicos.
La nueva prueba
Pues bien, un grupo internacional de investigadores internacional ha desarrollado un análisis de sangre sencillo y rentable capaz de detectar la enfermedad de Parkinson mucho antes de que aparezcan los síntomas, comparando el diagnóstico actual de enfermedades neurodegenerativas con la lucha contra el cáncer hace medio siglo, cuando la mayoría de los casos se identificaban demasiado tarde para un tratamiento eficaz.
La prueba cuantifica fragmentos específicos de ARN en la sangre, centrándose en una secuencia repetitiva de ARN que se acumula en pacientes con párkinson y una disminución paralela del ARN mitocondrial, que se deteriora a medida que la enfermedad progresa. Al medir la relación entre estos biomarcadores, la prueba ofrece una herramienta de diagnóstico altamente precisa, no invasiva, rápida y asequible, que brinda esperanza para intervenciones y tratamientos tempranos que podrían cambiar el curso de la enfermedad.
El diagnóstico de enfermedades neurodegenerativas está hoy en día al mismo nivel que el diagnóstico de cáncer hace 50 años: la enfermedad se identifica cuando la mayoría de las neuronas relevantes ya han muerto y, por lo tanto, es demasiado tarde para curarla.
Para abordar este problema, investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén han presentado un análisis de sangre innovador que podría revolucionar el diagnóstico temprano de la enfermedad de Parkinson, allanando el camino para intervenciones oportunas y mejores resultados para los pacientes.
El estudio, publicado en 'Aging Nature', dirigido por el estudiante de doctorado Nimrod Madrer bajo la supervisión de la Prof. Hermona Soreq en el Centro Edmond y Lily Safra para Ciencias del Cerebro (ELSC) y el Instituto Alexander Silberman de Ciencias de la Vida, en la Universidad Hebrea, en colaboración con el Dr. Iddo Paldor del Centro Médico Shaare Zedek y el Dr. Eyal Soreq de la Universidad de Surrey y el Imperial College de Londres. Curiosamente, introduce un enfoque novedoso para detectar la EP en sus etapas más tempranas a través del análisis de fragmentos de ARN de transferencia (tRF).
Tradicionalmente ignorados en la investigación del párkinson, los tRF (fragmentos de ARN de transferencia) son pequeñas moléculas de ARN con el potencial de revelar cambios significativos en el organismo relacionados con la neurodegeneración.
Dos biomarcadores clave
Los investigadores identificaron dos biomarcadores clave: un aumento de los tRF específicos de la EP con un motivo de secuencia conservada (RGTTCRA-tRF) y una disminución de los tRF mitocondriales (MT-tRF). Al medir la proporción entre estos biomarcadores, la nueva prueba puede distinguir a los pacientes con párkinson presintomáticos de los controles sanos con una precisión que supera la de las herramientas de diagnóstico clínico existentes.
"Este descubrimiento representa un avance importante en nuestra comprensión de la enfermedad de Parkinson y ofrece un análisis de sangre sencillo y mínimamente invasivo como herramienta para el diagnóstico temprano. Al centrarnos en los tRF, hemos abierto una nueva ventana a los cambios moleculares que ocurren en las primeras etapas de la enfermedad”, ha afirmado en comunicado la profesora Hermona Soreq.
La prueba emplea un sencillo ensayo de qPCR dual, que mide la relación entre el motivo corto repetido y una secuencia mitocondrial ejemplar, lo que la hace rentable y accesible para su uso en una amplia gama de entornos sanitarios. En ensayos con muestras de múltiples cohortes internacionales, incluida la Iniciativa de Marcadores de Progresión del Parkinson, la prueba alcanzó una precisión diagnóstica de 0,86, superando significativamente los métodos de puntuación clínica tradicionales.
Además, el estudio reveló que los niveles de RGTTCRA-tRF disminuyen tras la estimulación cerebral profunda, lo que vincula aún más estos fragmentos de ARN con los mecanismos de la enfermedad y las respuestas al tratamiento.
Los comentarios
Uno de los investigadores principales, Nimrod Madrer, ha enfatizado la importancia de la detección temprana, señalando que la enfermedad de Parkinson a menudo se diagnostica solo después de que se ha producido un daño cerebral significativo. "Esta prueba tiene el potencial de aliviar la incertidumbre que enfrentan pacientes y médicos, ofreciendo un método confiable y rápido para identificar la enfermedad en sus etapas iniciales", ha recalcado.
Los hallazgos se han publicado bajo solicitudes de patente provisional en EE. UU., y las pruebas diagnósticas a gran escala proporcionaron una validación clínica más amplia. Esta investigación representa un hito significativo en la lucha contra la enfermedad de Parkinson y ofrece nuevas esperanzas a millones de personas en todo el mundo.