Actualidad

Cómo 'esquivar' el cáncer de mama tras la menopausia

Patricia Matey

Sábado 19 de octubre de 2024

8 minutos

Cerca del 40% de las neoplasias con hormonas positivas están relacionadas con el exceso de grasa

Cómo 'esquivar' el cáncer de mama tras la menopausia
Patricia Matey

Sábado 19 de octubre de 2024

8 minutos

Se sabe que el cáncer de mama es la neoplasia rmás común entre las mujeres: más de 2,2 millones de casos nuevos en todo el mundo (46,8 por cada 100. 000 personas) solo en 2022, como describe un estudio de 'A Cancer Journal for Clinicians', la revista de la Sociedad Americana de Cáncer. Pero se debe tener en cuenta que el índice de masa corporal (IMC) es un factor de riesgo bien conocido en esta enfermedad y en mujeres posmenopáusicas, como se ha demostrado previamente en algunos trabajosSe estima que alrededor del 10% de los casos pueden deberse a un IMC mayor a 24,9 kg/m2.

Hay que apuntar que la mayoría de las investigaciones que han evaluado la relación entre la grasa corporal y el cáncer de mama se basaron en cálculos del IMC, como la publicada en 'Lancet Oncoloy'.

Sin embargo, es ampliamente conocido que la correlación entre la grasa corporal y el IMC no es lineal porque está influenciada por varios factores, como el sexo, la edad y la raza. Por lo tanto, el IMC tiende a subestimar el porcentaje de grasa corporal, particularmente en mujeres mayores. Por este motivo se han propuesto varias medidas antropométricas alternativas, ya sea de forma independiente o además del IMC.

Medidores de grasa corporal 

Una de estas medidas más precisas es CUN-BAE (Clínica Universidad de Navarra-Estimador de Adiposidad Corporal), un estimador de grasa corporal desarrollado en una población blanca por Javier Gómez-Ambrosi, investigador en el Laboratorio de Investigación Metabólica de la CUN y publicado en 'Diabetes Care'. Este estimador utiliza valores de IMC, sexo y edad, y se correlaciona mejor con la ella y los trastornos metabólicos que el IMC.

Los factores hormonales tienen un papel importante en la relación entre el peso corporal y el cáncer de mama. La obesidad es un factor de riesgo bien establecido para la enfermedad con receptores de estrógeno positivos, porque la producción de estrógeno en el tejido graso mamario es un factor clave en el desarrollo del tumor. 

 

Mujer con sobrepeso. Bigstock

Sin embargo, estudios previos no han evaluado el impacto de la grasa corporal en la carga de cáncer de mama según diferentes tipos de receptores tumorales. Es fundamental determinar las consecuencias de ésta enfermedad para justificar intervenciones destinadas a prevenir y controlar la obesidad, en particular en mujeres posmenopáusicas.

'Made in Spain' 

Ahora un estudio español, llevado a cabo por investigadores de distintas comunidades del país apunta que alrededor del 40% de los casos de cáncer de mama con hormonas positivas en mujeres posmenopáusicas pueden estar relacionados con el exceso de grasa corporal. El trabajo ha sido recogido en el ‘Journal of Epidemiology & Community Health’.

Esta proporción es significativamente mayor que 1 de cada 10 casos de este tipo que actualmente se atribuyen al exceso de peso, utilizando la medida ampliamente utilizada del índice de masa corporal (IMC), e indica que el impacto real de la obesidad en el riesgo de cáncer de mama probablemente se haya subestimado, dicen los investigadores.

En el estudio, los investigadores  compararon el IMC con el CUN-BAE (del que hemos hablado previamente), en 1.033 mujeres blancas posmenopáusicas con cáncer de mama y 1.143 libres de la enfermedad, pero emparejadas por edad, sexo y región geográfica.

Todas ellas participaban en el estudio multicaso-control (MCC)-Españ, del Consorcio de Investigación Biomédica en Red. Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp) que tiene como objetivo evaluar los factores ambientales y genéticos asociados con los cánceres de intestino, mama, estómago y próstata y la leucemia linfocítica crónica entre las personas de 20 a 85 años.

Se preguntó a todas las participantes sobre factores de riesgo potencialmente influyentes: sociodemografías; estilo de vida; e historial médico y reproductivo personal/familiar. La información dietética se recopiló a través de un Cuestionario de Frecuencia de Consumo de Alimentos semiestructurado validado de 140 ítems, y se utilizó un cuestionario autoadministrado para recopilar información sobre el consumo habitual de alcohol entre las edades de 30 y 40.

El CUN-BAE clasifica la grasa corporal como: menos del 35%; 35%–39,9%; 40%–44,9%; y 45% y más. El IMC clasifica el peso como: menos de 25 kg/m2; 25–29,9; 30–34,9; y 35 y más. El IMC promedio fue un poco más de 26 en el grupo de comparación y un poco más de 27 en las mujeres con cáncer de mama. El CUN-BAE promedio fue un poco menos del 40% y casi el 40,5%, respectivamente.

Los resultados 

Se observó un IMC por debajo de 25 (referencia) en el 45% de las mujeres en el grupo de comparación y en el 37% de aquellas con la enfermedad. También se halló un IMC de 30 o más, lo que significa obesidad, en el 20% y en poco más del 24%, respectivamente.

Los datos muestran también un CUN-BAE por debajo del 35% (referencia) en el 20,5% de las mujeres del grupo de comparación y en el 16% de las que tenían cáncer de mama. Se observó un CUN-BAE del 40% o más en poco más del 46% de las mujeres del grupo de comparación y en el 53% de las que tenían cáncer de mama.

Un CUN-BAE del 45% o más se asoció con un riesgo más del doble de cáncer de mama posmenopáusico en comparación con uno por debajo del 35%. No se observó una tendencia similar para el IMC, lo que llevó a los investigadores a estimar que el 23% de los casos de cáncer de mama eran atribuibles al exceso de grasa corporal utilizando el IMC, pero el 38% utilizando el CUN-BAE.

Pero estas diferencias sólo fueron evidentes en el caso de los cánceres con receptores hormonales positivos (680 casos), para los que las proporciones estimadas atribuibles al exceso de grasa corporal fueron del 20% (IMC) y del 42% (CUN-BAE). No se pueden establecer factores causales a partir de los hallazgos de este estudio de casos y controles, dicen los investigadores, que también reconocen que la fórmula CUN-BAE se calculó a partir de una muestra de personas sedentarias; y el número de cánceres de mama que no eran positivos para los receptores hormonales fue pequeño.

Sin embargo, concluyen: “Los resultados de nuestro estudio indican que tener grasa corporal excesiva es un factor de riesgo significativo para el cáncer de mama con receptores hormonales positivos en mujeres posmenopáusicas. Nuestros hallazgos sugieren que el impacto en la población podría subestimarse al utilizar estimaciones tradicionales del IMC, y que se deben considerar medidas más precisas de la grasa corporal, como la CUN-BAE, al estimar la carga de cáncer atribuible a la obesidad en el cáncer de mama posmenopáusico”. Esto es crucial para planificar iniciativas de prevención efectivas, añaden.

Sobre el autor:

Patricia Matey

Patricia Matey

Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.

… saber más sobre el autor