A nivel mundial, hay una diferencia media de cinco años en la esperanza de vida entre hombres y mujeres, como determina un estudio de 'International Journal of Health Policy and Management'. Los hombres de entornos desfavorecidos viven aproximadamente 6 años menos que sus homólogos más privilegiados. A nivel internacional, más del 80% de la mortalidad en ellos se atribuye a enfermedades no transmisibles y lesiones, como determina la OMS.
Según el Instituto Australiano de Salud y Bienestar, hasta el 40% de la carga de enfermedades crónicas en los varones es prevenible si se mitigan los factores de riesgo, en comparación con lo que le sucede al 34% de las mujeres.
Una de las razones tradicionalmente sugeridas para esta diferencia entre hombres y mujeres es que ellos son más proclives a no utilizar los servicios de atención primaria y preventivos Sin embargo un estudio de 'BMC Public Health' sostiene que, sin embargo, los hombres están interesados en su salud y participan en los servicios de salud particularmente cuando hay motivación para hacerloy los servicios son accesibles. Ellos prefieren que les hagan preguntas directas en lugar de abiertas y tienen consultas más breves y a menudo salen con la sensación de que no se han abordado sus principales preocupaciones Desafortunadamente, este desajuste entre sus necesidades y la atención brindada representa una oportunidad perdida para identificar síntomas importantes y, en última instancia, identificar enfermedades crónicas o sus factores de riesgo.
Nuevos datos
Ahora llega un nueva revisión que propone un enfoque para conectar a los hombres con la atención primaria y ésta se centre más en preguntar por problemas como disfunción eréctil y síntomas del tracto urinario inferior (STUI) particularmente nicturia. Esta propuesta obedece porque su presencia representa riesgo de enfermedad crónica.
La investigación, publicada en el 'Journal of Men's Health' ha sido dirigida por el profesor Gary Wittert de la Universidad de Adelaida (Australia) y el Dr. Sam Tafari de SA Health con financiación de The Hospital Research Foundation Group.
El profesor Wittert ha afirmado en un comunicado que la Disfunción Eréctil (DE) y la nicturia (levantarse por la noche para orinar) son señales de alerta de la presencia de problemas cardíacos coexistentes, incluido un mayor riesgo de ataques cardíacos.
Profesor Gary Wittert.
"Se trata de trastornos problemáticos que dañan la autoestima y reducen la calidad de vida. La nicturia provoca trastornos del sueño y la disfunción eréctil tiene efectos adversos en las relaciones íntimas. "Si no se tratan, empeoran y eso hace que sea más difícil curarlas”, ha insistido.
Y ha declarado: "Al abordar estos síntomas, los profesionales de la salud pueden identificar y tratar mejor los problemas cardiometabólicos subyacentes de forma temprana, reduciendo potencialmente la morbilidad y la mortalidad entre los hombres".
El trabajo se llevó a cabo una revisión de la literatura sin restringir fechas hasta el 31 de mayo de 2024 utilizando las bases de datos PubMed y Scopus. Los términos de búsqueda incluyeron ’disfunción eréctil’, ‘disfunción urinaria inferior’
El Dr. Tafari ha declarado que alrededor del 70% de los hombres con nicturia también tienen disfunción eréctil. "Si bien queremos que los médicos de cabecera pregunten rutinariamente sobre estos síntomas, también es crucial que los hombres comprendan la importancia de estos problemas y busquen ayuda cuando los noten", Si los hombres no comprenden la importancia de sus síntomas, pueden optar por esperar y ver”.
Los varones no buscan tratamiento
La investigación muestra, además, que los hombres jóvenes tienen menos probabilidades de buscar tratamiento para la DE debido a la creencia de que puede resolverse espontáneamente, mientras que los mayores pueden aceptarla como una parte natural del envejecimiento. Los investigadores ahora están desarrollando una lista de verificación para llamar la atención sobre estos y otros síntomas importantes y motivar la realización de controles de salud por parte de un médico de cabecera.
"No buscar o recibir la atención adecuada representa una oportunidad perdida para la prevención, el diagnóstico y la remediación de enfermedades crónicas. Estamos animando a los médicos de cabecera a que pregunten a sus pacientes varones sobre la presencia de disfunción eréctil y nicturia y respondan en consecuencia. Los expertos dicen que los hombres soportan una carga desproporcionada de enfermedades crónicas y tienen peores resultados en la mayoría de los trastornos crónicos", han afirmado los científicos.
Y han añadido: "Preguntar sistemáticamente sobre la función eréctil y la nicturia brinda la oportunidad de mejorar la calidad de vida y mitigar los riesgos para la salud".
Sobre el autor:
Patricia Matey
Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.