La entrevista este martes 3 de diciembre de Ana Terradillos, presentadora de la La mirada crítica de Telecinco, al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha vuelto a poner sobre la mesa una de las enfermedades oculares más graves: el desprendimiento de retina. Operado en Oviedo, en el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega el pasado 31 de julio, fue dado de alta a las dos semanas de la intervención.
Uno enfrente de otro en sus respectivos asientos, es el momento en el que Terradillos ha aprovechado para hacer una confesión al dirigente popular: "Se me hace raro verle sin gafas todavía". Es entonces cuando él ha contestado: "Y a mí también, porque de vez en cuando me toco como si fuera a ponérmelas". "¿Esto es un cambio de look o hay algo por detrás?", le ha preguntado la presentadora. "He tenido un desprendimiento parcial de retina en el mes de julio y principios de agosto y a partir de ahí tuve que cambiar cristalino y el oftalmólogo me dijo: 'Oye, en el otro ojo también tienes que hacer un cambio de cristalino porque hay una descompensación'. Y, por tanto, ahí estamos", ha respondido el líder del PP.
La Academía Americana de Oftalmología (AAO, de sus siglas en inglés) reconoce: "A medida que envejecemos, el vítreo en nuestros ojos se empieza a encoger y a hacerse más fino. Cuando se mueve el ojo, el vítreo se mueve alrededor de la retina sin causar problemas. Pero a veces éste puede pegarse a la retina lo suficientemente fuerte como para desprenderla. Cuando esto sucede, el líquido puede pasar a través del desgarro y levantar (desprender) la retina. Se trata de una de las enfermedades oculares más graves ya que puede causar la pérdida de visión. De ahí que el diagnóstico precoz sea fundamental".
En declaraciones a este diario, la Dra. Fiorela Salvador, especialista en oftalmologia y experta en retina del Hospital Quironsalud San José y del Centro Médico Quirónsalud Valdebebas (ambos en Madrid) aclara: "La incidencia de la enfermedad a nivel mundial es de uno por cada 10 000 habitantes. En España, en un estudio realizado en el año 2022, se encontró una incidencia de desprendimiento de retina regmatógeno de aproximadamente 8 por cada 100 000 habitantes. Concretamente, cada año, se diagnostican en nuestro país 30.000 casos, especialmente entre personas de 55 a 75 años".
Factores de riesgo
La doctora reconoce que entre los factores de riesgo están:
Presencia de lesiones en la retina periférica (roturas, desgarros o degeneraciones retinianas) que predisponen al desprendimiento de retina regmatógeno.
Miopía.
Sexo masculino.
Cirugía intraocular previa.
Traumatismo ocular.
Antecedente familiar o personal de desprendimiento de retina.
En cuanto a los síntomas, la especialista recalca que la patología se manifiesta con "la presencia súbita o aumento de moscas flotantes móviles (miodesopsias), y la visión de destellos luminosos (fotopsias) son 'signos' de una alteración intraocular denominada desprendimiento del vítreo posterior que podría asociar un desgarro en la retina periférica. Y, como hemos mencionado antes, el desgarro en la retina periférica podría ocasionar un desprendimiento de retina regmatógeno. La afectación del campo visual como disminución de visión o visión de cortina o telón en un sector, inicialmente periférico o lateral, que puede avanzar o progresar hasta comprometer la visión central"
Si la retina se coloca en su lugar en un periodo corto de tiempo (días) habitualmente recupera su funcionamiento casi normal, recobrándose gran parte de la visión perdida. Por todo ello, la Dra Salvador recuerda que "en caso de presentar alguno de los síntomas, se debe acudir a una consulta de oftalmología de forma preferente o urgente, donde le realicen una exploración oftalmológica completa que incluya una evaluación de fondo de ojo bajo dilatación pupilar para confirmar el diagnóstico de forma oportuna y pueda recibir un tratamiento lo más rápido posible. De esta forma se puede evitar la pérdida de visión total que puede llegar a generar un desprendimiento de retina regmatógeno".
Tratamiento
En cuanto al tratamiento, la Clínica Universitaria de Navarra (CUN) defiende que "el beneficio principal de la cirugía es evitar la ceguera del ojo afectado. Puede que en el momento de la misma ya haya perdido algo de visión por el desprendimiento, por lo que aunque la intervención sea un éxito, puede que la vistano vuelva a ser normal".
Existen diferentes técnicas quirúrgicas, en función del grado y de la fase de desprendimiento de retina:
Vitrectomía: Es un tipo de microcirugía que se realiza bajo microscopio, realizando 3 pequeñas incisiones en la parte blanca del ojo, a través de las cuales se insertan instrumentos muy finos. Primero se elimina el gel vítreo (vitrectomía), posteriormente se reaplica la retina neurosensorial sobre el epitelio pigmentario.
Luego se tratan los rotos retinianos con láser o con crioterapia, y finalmente el ojo se llena de gas o aceite de silicona que taponara los rotos retinianos mientras el láser o la crioterapia cicatrizan. Mientras tengamos gas en el ojo no veremos bien pero este ira desapareciendo poco a poco a lo largo de las siguientes semanas (2-8 semanas). Tras la cirugía, posicionamos al paciente con la cabeza en una postura determinada durante 7-14 días para que la burbuja de gas o silicona tapone las roturas retinianas.
Cirugía escleral: Se cose una banda o un segmento de banda de silicona sólida sobre la capa más externa de la pared del ojo (la esclera). Esta banda empujara la pared del ojo hacia dentro causando una indentación, que cierra de la rotura, pudiendo así reaplicarse la retina.
Retinopexia neumática: Se inyecta una burbuja de gas dentro del ojo, sin hacer vitrectomia, y se posiciona al paciente de una manera determinada para que este gas tapone el desgarro y así pueda reaplicarse la retina. En el momento de la inyección del gas podemos tratar el desgarro con crioterapia o posteriormente cuando ya hayamos reaplicado la retina podemos tratarlo con láser o crioterapia.
"La tasa de éxito anatómico del desprendimiento de retina es aproximadamente del 90% con una sola cirugía. En los casos que no se consiga a la primera se pueden re-operar aumentando así la tasa de éxito hasta aproximadamente el 98%. De todas formas dicho éxto anatómico no siempre está ligado a un éxito funcional. Si el desprendimiento llegó a causar una pérdida de visión, aunque logremos reaplicar la retina, puede que no recuperemos esa visión ya perdida", destaca la CUN.
Recuperación
Explica la oftalmóloga que "la recuperación de la cirugía ocular va a depender del tipo que se haya realizado: es individualizada en cada paciente. Sin embargo, en general, requiere reposo con posicionamiento de la cabeza durante los primeros días y tratamiento tópico con gotas oftálmicas". Y en cuanto a los riesgos de la intervención documenta "que la cirugía ocular de desprendimiento de retina con la tecnología actual es bastante segura, sin embargo, no se encuentra exenta de riesgos como la infección intraocular (endoftalmitis), hemorragia intraocular, incremento de la presión intraocular, formación de cataratas. En cuanto a la recidiva, sí es posible que se produzca en cualquier ojo que haya tenido antes un desprendimiento de retina. El desprendimiento de retina regmatógeno no es contagioso, pero existe un riesgo de que este se pueda presentar en el otro ojo hasta en el 10% de los casos, por lo que las exploraciones oftalmológicas siempre deben incluir la revisión de ambos".
En cuanto a la prevención, la doctora aclara que es importante "que los pacientes que tengan factores de riesgo conocidos para desprendimiento de retina regmatógeno se rsometan a una exploración oftalmológica que incluya una evaluación de fondo de ojo bajo dilatación pupilar al menos una vez al año. En caso de detectar alguna lesión predisponente de desprendimiento de retina en estas exploraciones, se puede realizar un tratamiento con láser en las lesiones y prevenir el desprendimiento de retina regmatógeno en estos casos".
Sobre el autor:
Patricia Matey
Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.