El cáncer de próstata es actualmente la neoplasia más diagnosticado entre los hombres y la tercera más común causa de muerte por cánceres específicos masculinos en la Unión Europea de los estados estados miembros, según la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer. En el Espacio Económico Europeo,que incluye los 26 estados miembros de la UE, Islandia,Liechtenstein y Noruega, y comprende 219 millones hombres, alrededor de 341.000 de ellos fueron diagnosticados con cáncer de próstata en 2020 (equivalente al 23% de todos tumores masculinos) y alrededor de 71.000 varones murieron a causa del enfermedad (10% de todas las muertes por cánceres específicos en ellos en el mismo año), determina la misma Agencia.
La evaluación de hombres para verificar su próstata específica se basa en los niveles de antígeno (PSA) que tienen como objetivo reducir la mortalidad por cáncer de próstata. El estudio aleatorizado europeo de Detección del Cáncer de Próstata encontró una reducción en muertes por cáncer de próstata (después de aproximadamente 10 años), según un ensayo del 'New England Journal of Medicine', mientras que otros informaron de ninguna reducción de la mortalidad Lo que se sabe hasta ahora es que se han realizado pruebas oportunistas y no reguladas del antígeno prostático específico, y todavía es común en Europa.
El Consejo de la Comisión Europea publicó recientemente el 'Plan de Lucha contra el Cáncer de la UE' con recomendaciones que proponen una nueva estrategia para los programas de detección del cáncer de próstata.
Nuevos datos
Ahora llega un nuevo estudio de la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer en el que se afirma que las tasas de cáncer de próstata en toda Europa desde 1980 son 'indicativas de sobrediagnóstico', afirman los investigadores en 'The British Medical Journal.'.
El sobrediagnóstico se refiere a la detección de cánceres inofensivos que es poco probable que causen síntomas o la muerte durante la vida de un paciente, lo que puede conducir a tratamientos innecesarios, impactos negativos en la calidad de vida y desperdicio de recursos de atención médica.
Los resultados muestran un rápido aumento del número de casos nuevos (incidencia) en paralelo con la adopción de pruebas de antígeno prostático específico (PSA), que hasta ahora eran predominantemente oportunistas. Sin embargo, las tasas de mortalidad durante 1980-2020 fueron mucho más bajas y menos variables, con descensos constantes en la mayoría de los países y menos diferencias entre ellos.
Minimizar los daños
Esta divergencia entre incidencia y muertes "sugiere que la intensidad y cobertura de las pruebas de PSA ha sido un factor crítico para las tendencias crecientes en la incidencia del cáncer de próstata en Europa", dicen los investigadores en un comunicado, lo que refuerza la necesidad de minimizar los daños del sobrediagnóstico.
Esto es de particular relevancia para la posible implementación de programas de detección del cáncer de próstata en toda la población, que, de implementarse en el futuro, deberían estar cuidadosamente diseñados y planificados para minimizar y monitorear los daños del sobrediagnóstico en la población, añaden.
Las pruebas de PSA no reguladas y oportunistas han sido, y siguen siendo, habituales en Europa. El Plan de Lucha contra el Cáncer de la UE propuso recientemente una nueva estrategia para los programas de detección del cáncer de próstata, pero se necesitan datos de referencia sobre los niveles nacionales y las tendencias en los resultados de esta enfermedad antes de introducir nuevos enfoques.
Más incidencia, menos mortalidad
Para ello, los investigadores obtuvieron datos sobre las tasas de incidencia anual de cáncer de próstata en hombres de 35 a 84 años en 26 países europeos entre 1980 y 2017, así como datos de mortalidad entre 1980 y 2020. También llevaron a cabo una revisión de estudios sobre la aceptación de las pruebas de PSA en 12 países europeos.
Descubrieron que la incidencia aumentó más del doble en la mayoría de los países entre 1990 y 2017, en paralelo con la adopción de la prueba de PSA, aunque el ritmo de aumento varió mucho entre países y a lo largo del tiempo.
Por ejemplo, los mayores aumentos de la incidencia se dieron en el norte de Europa, Francia y los países bálticos, especialmente en Lituania, donde las tasas se multiplicaron por ocho. La diferencia entre las tasas de incidencia más altas y más bajas en los distintos países osciló entre 89,6 por 100.000 hombres en 1985 y 385,8 por 100.000 hombres en 2007.
En cambio, las tasas de mortalidad fueron mucho más bajas en términos absolutos: de 12 (Ucrania y Bielorrusia) en 1981 a 53 (Letonia) muertes por cada 100.000 hombres en 2006. La diferencia entre las tasas de mortalidad más altas y más bajas entre países osciló entre 23,7 por cada 100.000 hombres en 1983 y 35,6 por cada 100.000 hombres en 2006.
Considerando todos los países y períodos, hubo una variación de hasta 20 veces en la incidencia del cáncer de próstata, pero solo una variación de cinco veces en las muertes.
La opinión del experto
Para el Dr. François Peinado Ibarra, Jefe del Servicio de Urología Hospital Ruber Juan Bravo, 39 (Madrid) y profesor de Urología de la Universidad Europea, determina: "El aumento en la incidencia del cáncer de próstata en Europa ha sido impulsado en gran medida por la prueba de PSA, cuya aplicación ha sido desigual y en muchos casos no regulada. Esto ha resultado en un aumento de diagnósticos sin una reducción equivalente en la mortalidad, indicando un efecto subóptimo en la población.
Dr. François Peinado Ibarra
Para el especialista, "las diferencias en las prácticas de cribado y tratamiento entre los países europeos han contribuido a la gran variabilidad observada en las tasas de incidencia. Por ejemplo, países como Francia y los países nórdicos mostraron tendencias en incidencia más pronunciadas seguidas de declives, mientras que en los países del este de Europa la incidencia y mortalidad siguieron aumentando.
Reconoce, también, que "la reciente recomendación de la Comisión Europea sugiere la introducción gradual de programas de cribado basados en PSA, acompañados de MRI para mejorar la precisión y reducir el sobrediagnóstico. Esta medida busca maximizar los beneficios de la detección temprana mientras minimiza los riesgos"
Defiende que "además del sobrediagnóstico, existe un riesgo significativo de sobretratamiento, lo que puede conducir a efectos adversos graves en los pacientes, incluyendo problemas de calidad de vida debido a intervenciones innecesarias".
Para el Dr Peinado, las conclusiones del trabajo son: "El estudio resalta la necesidad de enfoques de cribado bien diseñados y controlados, que tomen en cuenta tanto los beneficios como los riesgos asociados con la detección del cáncer de próstata. Se debe priorizar la reducción del sobrediagnóstico y el sobretratamiento mediante la implementación de estrategias basadas en evidencia que equilibren los beneficios del cribado con los posibles daños".
Y puntualiza: "La introducción de programas de cribado organizados y basados en riesgos puede ayudar a optimizar los resultados para los pacientes y reducir las disparidades en la atención del cáncer de próstata en Europa. Este estudio proporciona una base importante para la planificación de futuros programas de cribado en Europa, destacando la necesidad de un enfoque prudente y bien estructurado para minimizar los riesgos asociados con el sobrediagnóstico y el sobretratamiento".
Sobre el autor:
Patricia Matey
Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.