Estos alimentos tienen fuerza contra el cáncer

De ellos hemos hablado en más de una ocasión, pero es bueno tener recordatorios, máxime si llega con evidencia científica añadida. La fibra dietética es la parte de los alimentos vegetales que no podemos digerir, pero nuestro microbioma intestinal sí. Es una parte esencial de una dieta saludable, ya que ayuda a prevenir el estreñimiento, mantener el intestino sano y preservar un peso saludable.

Sin embargo, la población no consume la suficiente fibra: las investigaciones sugieren que tan solo 1 de cada 20 personas alcanza la ingesta adecuada de 14 gr. de fibra por cada 1.000 kcal por día.

Ahora, un nuevo estudio ha reforzado el consejo de incorporar muchos alimentos ricos en fibra a la dieta. Los investigadores descubrieron que cuando las bacterias intestinales descomponen la fibra vegetal, producen dos compuestos que actúan sobre los genes para ayudar a prevenir el crecimiento de los cánceres. El estudio ha sido publicado en 'Nature Metabolism'.

Esos millones de bacterias

El microbioma intestinal está formado por muchos millones de bacterias y otros microorganismos que nos ayudan a digerir lo que comemos. Aunque las personas no pueden digerir la fibra vegetal, nuestras bacterias intestinales la descomponen en moléculas que luego podemos utilizar.

Un tipo de molécula que estos microbios producen a partir de la fibra son los ácidos grasos de cadena corta (AGCC). Los SCFA son esenciales para modular las respuestas inmunitarias y pueden ayudar a prevenir la formación de tumores en el intestino.

En este estudio, los investigadores investigaron los efectos de dos SCFA, el propionato y el butirato, que son producidos por las bacterias intestinales, en células sanas y de cáncer de colon. Estudios anteriores han sugerido que el propionato puede moderar el apetito y reducir el colesterol, y que el butirato puede ayudar a regular la inflamación y las respuestas inmunitarias y proteger contra el cáncer colorrectal.

"La investigación se centra en los ácidos grasos de cadena corta (SCFA), como el propionato y el butirato, que se producen cuando las bacterias intestinales descomponen la fibra dietética. Estos SCFA pueden influir en la actividad de los genes promotores del cáncer (protooncogenes) y supresores del cáncer (supresores de tumores) modificando las histonas, las proteínas que ayudan a empaquetar el ADN. Al hacer que el ADN sea más accesible, los SCFA pueden activar o desactivar ciertos genes, según el tipo de célula y las condiciones”, documentan los investigadores,

Ácidos grasos y ADN 

Descubrieron que tanto el propionato como el butirato alteraban la expresión genética en varios tipos de células humanas aisladas: células sanas y LAS de cáncer de colon tratadas. Se observaron efectos similares en células de los intestinos de ratones vivos.

Es importante destacar que estos cambios epigenéticos se produjeron en genes que regulan la diferenciación y multiplicación de las células, así como en genes que controlan la muerte celular programada o apoptosis. Todos estos procesos son importantes para controlar o interrumpir el rápido crecimiento y proliferación celular característicos de los cánceres.