
El 'gas de la risa' como tratamiento para la depresión resistente a las terapias
Hallan los mecanismos por los que el óxido nitroso afecta el cerebro y es útil en la enfermedad

Si quieres esquivar la depresión toma este tipo de frutas
Sabemos, por estudios como el de 'Current Psychiatric Reports', que la depresión mayor disminuye el funcionamiento psicosocial y la calidad de vida. A pesar de los avances en la comprensión de las causas y los mecanismos antidepresivos, hasta un tercio de los pacientes no responden a los tratamientos convencionales, posiblemente reflejando diferentes subtipos que afectan a diferentes tipos de células y redes neuronales como refiere la investigación.
La disfunción del circuito de la corteza prefrontal (CPF, de sus siglas en inglés) sigue estando relacionada con la gravedad de la enfermedad vinculada a déficits en la actividad, plasticidad y estructura neuronal. Tanto los modelos de roedores de estrés crónico, como los pacientes humanos deprimidos, muestran redes CPF hipoactivas, plasticidad deteriorada y número sináptico y volumen cerebral reducidos.
Ketamina
Los tratamientos existentes para la depresión revierten muchos defectos del circuito asociados a la enfermedad, pero a menudo tienen un inicio lento hasta que se observan beneficios. Los psicodélicos y anestésicos, como la ketamina y el óxido nitroso producen efectos antidepresivos rápidos y sostenidos tras un solo tratamiento en pacientes con depresión resistente al tratamiento (DRT), como se refiere en un ensayo de 'Science Translational Medicine', pero se desconoce cómo estos nuevos antidepresivos ejercen sus efectos rápidos y sostenidos.
El éxito de la ketamina como un antidepresivo rápido reavivó el interés en el 'gas de la risa' como un posible antidepresivo, como documenta otra investigación. Dos ensayos clínicos controlados aleatorizados demostraron resultados prometedores donde los pacientes experimentaron un alivio sintomático rápido y sostenido, reflejando los rápidos efectos antidepresivos de la ketamina,
Ahora, y aunque sabemos que existen existe una gran cantidad de medicamentos y terapias para la depresión mayor, algunos pacientes diagnosticados aún sufren de depresión resistente al tratamiento (DRT), una forma del trastorno que no responde a los antidepresivos de primera línea. Incluso cuando los medicamentos tradicionales son eficaces, suelen tardar semanas en hacer efecto, lo que retrasa el alivio en las personas en crisis.
Nuevos datos
En respuesta a esta necesidad, los científicos han comenzado recientemente a investigar si las sustancias de acción rápida con diferentes efectos neurológicos podrían servir como antidepresivos alternativos. Como hemos mencionado anteriormente, algunos investigadores impulsados por los primeros resultados con la ketamina, recurrieron a otro anestésico: el óxido nitroso, Es el caso de investigadores como el Dr. Peter Nagele, profesor de Anestesia y Cuidados Críticos y de Psiquiatría y Neurociencia Conductual de la Universidad de Chicago (EE.UU).

Los primeros estudios clínicos resultaron prometedores, por lo que Nagele y sus colaboradores querían comprender mejor qué sucede exactamente dentro del cerebro, durante y después del tratamiento con 'gas de la risa'. En un nuevo estudio publicado en 'Nature Communications', identificaron un novedoso mecanismo neurológico que ayuda a explicar cómo un gas que sale del cuerpo en minutos puede provocar mejoras duraderas en el estado de ánimo.
"Descubrir cómo funcionan los efectos antidepresivos observados a nivel neuronal y molecular es un paso importante hacia su aceptación e implementación clínica", ha declarado Nagele en un comunicado.
Un nuevo uso para un anestésico familiar
La mayoría de la gente asocia el 'gas de la risa' con las consultas dentales, donde se usa para aliviar la ansiedad y el dolor. Si bien su apodo sugiere efectos eufóricos, en las bajas dosis utilizadas para la investigación de la depresión, actúa como sedante, brindando a las personas una sensación de calma temporal en lugar de causarles mareos.
"El óxido nitroso es el anestésico más antiguo que tenemos: se ha utilizado en todo el mundo durante más de 180 años, cuesta unos 20 euros por tanque y, sin embargo, aún estamos aprendiendo sus efectos", ha afirmado el Dr. Joseph Cichon, coautor del ensayo y profesor adjunto de Anestesiología y Cuidados Intensivos de la Universidad de Pensilvania. Y ha insistido: "Me sentí como Indiana Jones, retrocediendo en el tiempo para descifrar el misterio de este antiguo fármaco".
En los ensayos clínicos preliminares dirigidos por Nagele e investigadores de la Universidad de Washington, incluso una sola sesión de inhalación podría producir un cambio positivo en pacientes que no habían respondido a otros tratamientos, con efectos que duraron hasta dos semanas en algunos casos. "Los resultados fueron sorprendentes. Vimos a personas que llevaban años luchando experimentar una mejora significativa en cuestión de horas, que duró semanas. Nos hizo preguntarnos qué estaba sucediendo exactamente en el cerebro para causar esto", ha doumentado el investigador.
Memoria y aprendizaje
Durante años, los científicos asumieron que los efectos antidepresivos, tanto del óxido nitroso como de la ketamina, estaban relacionados con la capacidad de estos fármacos para bloquear proteínas específicas en las células cerebrales implicadas en la memoria y el aprendizaje: los receptores N-metil-D-aspartato (NMDA). Sin embargo, si bien esta teoría gozaba de amplia aceptación, nunca se había probado a fondo en circuitos cerebrales vivos. Y lo que es más importante, no explicaba por completo por qué el óxido nitroso, que se elimina del cuerpo con gran rapidez, podía producir efectos duraderos.
Para investigar, los científicos utilizaron imágenes avanzadas de calcio para observar la actividad cerebral en ratones que inhalaron óxido nitroso tras estar expuestos a estrés crónico, un modelo común de depresión. Al observar la corteza cingulada, una región cerebral asociada con la regulación emocional y el estado de ánimo, se centraron en un grupo específico de neuronas conocidas como neuronas piramidales de la capa V (L5).
"En particular, en la depresión relacionada con el estrés, solemos observar que estas neuronas L5 son hipoactivas tanto en ratones como en humanos", han documentado. .
Sin embargo, en los ratones experimentales, los investigadores observaron que el óxido nitroso activaba rápida y selectivamente las neuronas L5, sacándolas de su estado de inactividad inducido por el estrés incluso después de que el gas abandonara sus cuerpos. Los ratones previamente estresados se reactivaron casi de inmediato y comenzaron a realizar actividades más placenteras, como beber agua azucarada.
"Este efecto de 'desinhibición' —donde el cerebro se vuelve menos suprimido y más activo— parece ser una razón crucial de los beneficios antidepresivos del fármaco. Ayuda a reactivar los circuitos neuronales debilitados por el estrés y la depresión sin necesidad de formar conexiones cerebrales completamente nuevas", ha confirmado Nagele.
La clave resultó ser los canales de potasio especializados presentes en las neuronas L5, llamados canales SK2. En condiciones normales, estos canales ayudan a inhibir la actividad neuronal, pero el óxido nitroso bloquea los canales SK2, impidiendo que silencien las células L5. Como resultado, las neuronas permanecen activas y el circuito cerebral circundante alcanza un estado más excitable y energizado.
Nueva generación de tratamiento
"Estos resultados nos muestran que podría haber más de una vía para alcanzar el resultado deseado en el tratamiento de la depresión. Los receptores NMDA son importantes, pero lo que observamos con el óxido nitroso sugiere que hay otra forma de reactivar los circuitos cerebrales. Es un descubrimiento emocionante porque amplía nuestra comprensión de cómo podemos abordar la depresión desde múltiples perspectivas", ha enfatizado el investigador principal.
Los investigadores advierten que, si bien los hallazgos son prometedores, se necesitan más estudios para comprender cuánto duran los efectos neurológicos del 'gas de la risa' y si contribuyen a una recuperación más profunda y permanente. Sin embargo, esta nueva comprensión de cómo podrían funcionar los antidepresivos de acción rápida, sin depender únicamente de los mecanismos del receptor NMDA, abre la puerta al desarrollo de fármacos en el futuro. Por ejemplo, en lugar de depender de un gas inhalado que debe administrarse clínicamente, los científicos podrían algún día diseñar medicamentos orales que imiten este mecanismo.
“Este estudio nos acerca un paso más a comprender cómo el óxido nitroso puede ayudar a los pacientes que no han respondido a ningún otro tratamiento. Si logramos aislar las vías exactas implicadas, podríamos crear nuevos tratamientos para la depresión más accesibles y duraderos", han adelantado los científicos.