El 'cambio de rumbo' sucedió el pasado 14 de noviembre cuando el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP,) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), recomendó que se autorizase la comercialización del famoso, y a la vez polémico, fármaco para el alzhéimer Lecanemab, aunque el nombre con el que se comercializará es Lequembi.La decisión supone un 'giro copernicano', dado que en verano la agencia se opuso a su entrada en Europa y dejaba así a 9 millones de europeos en 'fuera de juego'.
La satisfacción, la alegría, de pacientes, familiares y de la comunidad médica, no se ha hecho esperar. Basta un ejemplo: la Confederación Española de Alzheimer y Otras Demencias (CEAFA) ha calificado de "muy buena noticia" la rectificación de la EMA y ha considerado que la decisión de recomendarlo "evita la discriminación" que podían haber sufrido los pacientes europeos frente a los de otros países (EEUU), China, Japón, Cora del Sur o Reino Unido …), en los que el medicamento ya está disponible.
Además, han señalado que CEAFA trabajará para que las personas que cumplen con los criterios clínicos en España puedan acceder al tratamiento en "igualdad de condiciones" en todo el país, dado que después de que la EMA conceda la autorización, será la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) quien tenga que aprobar el fármaco en el país para que luego pueda incluirse en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS).
La herramienta farmacológica mejor
Lecanemab es quizás el mejor 'arma farmacológica' que existe en la lucha contra la enfermedad. Recordemos que se trata del primer fármaco de este tipo que se ha creado 120 años después de que el médico muniqués Alois Alzheimer escribiera por primera vez sobre la enfermedad. Los científicos estadounidenses tardaron 40 años en descifrar, también por primera vez, la composición de los depósitos típicos de la enfermedad en el cerebro. Y el profesor sueco Lars Lannfelt y sus colegas de la Universidad de Uppsala (Suecia) tardaron dos décadas en desarrollar este fármaco.
65YMÁS habla con tres expertos para poner en contexto el verdadero impacto de la próxima llegada a Europa de este tratamiento y los retos a los que se van a enfrentar los especialistas y los sistemas sanitarios de la UE.
Recuerda que este producto, a diferencia de los que actualmente están disponibles y que van dirigidos a paliar la enfermedad, "es el primero que modifica su curso y ralentiza la patología en un 27%, pero solo si se administra en fases tempranas de la misma, después no sirve".
De la misma opinión se muestra su compañero de la Fundación Maragall, Josep María Argimon, director de la Infraestructura Científica del Barcelonaβeta Brain Research Center, quien durante su cargo como secretario de Salud Pública de la Generalitat tuvo que afrontar la crisis del coronavirus como responsable directo de la vacunación en Cataluña. "Efectivamente, el medicamento está dirigido a pacientes en fases iniciales de la enfermedad, con deterioro cognitivo leve o demencia inicial muy leve. Se estima que esto representa entre el 2% y el 5% de las personas que la padecen. El medicamento tiene una eficacia modesta, pero es un punto de inflexión en la lucha contra la enfermedad. Y su importancia radica en que, aunque modesta, su eficacia permite a los pacientes mantener su autonomía, identidad y capacidad de decisión por más tiempo".
Por lo tanto, para "identificar a los pacientes en etapas tempranas, la detección precoz es primordial y lse va a requerir de la colaboración estrecha entre la atención primaria y la atención hospitalaria. Estos especialistas jugarán un papel crucial en la detección de síntomas, la realización de pruebas de cribado y la derivación de pacientes para su evaluación".
Mirando hacia atrás, el Dr. Suárez-Calvet aclara los motivos por los que la EMA ha cambiado de opinión. "El problema reside en los efectos secundarios del fármaco, como edemas y microsangrados. En el estudio se llevó a cabo con 1.800 pacientes en varios países (incluido España) a lo largo durante año y medio y mediante la infusión del fármaco cada dos semanas. Se observó que causó inflamación cerebral en el 12% de los pacientes que lo tomaron, y dos de ellos murieron por hemorragias cerebrales relacionadas con él".
Posteriormente, las dos compañías fabricantes (la japonesa Eisai y la estadounidense Biogen), han presentado datos adicionales de seguimiento de tres años de los pacientes que muestran que la mejora cognitiva se mantiene si se continúa el tratamiento, y que estaría en el umbral de la relevancia clínica. La nueva determinación de la EMA llega después de haya vuelto a reunir a sus expertos debido a que los fabricantes del fármaco recurriesen su decisión inicial de rechazarlo el pasado verano, como se ha dicho anteriormente.
Condiciones
Y las condición es que sólo podrán recibirlo los pacientes con una sola copia o ninguna del gen ApoE4, una forma del gen de la proteína apolipoproteína. El Dr. Pascual Sáchez, secretario del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de Sociedad Española de la Soeciedad Española de Neurología (SEN), aclara los motivos: "El problema está vinculado con la aparición de anomalías de imagen relacionadas con el amiloide (ARIA). Estos pueden surgir en cualquier paciente con la enfermedad, pero aumentan al recurrir a medicamentos que, como Lecanemab, se basan en anticuerpos dirigidos a la beta amiloide. También se conoce la relación entre el desarrollo de ARIA y la presencia de dos o más copias del gen ApoE4".
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Dr. Pascual Sánchez
Insiste, no obstante, en que la EMA "lo que estaba buscando es la seguridad del medicamento, cuyos efectos negativos son 'raros' y poner en la balanza 'los riesgos frente a los beneficios del mismo'. De todas formas, es necesario recordar que no todas las hemorragias son iguales, las hay leves o graves y muy graves".
En lo que sí hace especial hincapié es que en el aterrizaje de Lecanemab en los países de la UE va a suponer un gran reto para los sistemas sanitarios. "Primero el diagnóstico debe ser muy preciso. Se requieren pruebas genéticas, de biomarcadores y, segundo, la prescripción. Y se requieren, además, entornos médicos de mucha precisión. Sucede lo que ha pasado en el pasado con el cáncer: vamos hacia una medicina personalizada. Y como no, se necesita el seguimiento riguroso del paciente, que deberá realizarse resonancias magnéticas para ver si hay inflamación antes y durante el tratamiento", apostilla el experto de la SEN.
Los retos
El Dr. Argimon destaca, además, que todo ello "supone un reto para los centros sanitarios que deberán adecuar sus recursos de infraestructura y personal para afrontar la demanda. No obstante, se está planteando la idea de transformar las unidades de memoria en centros de salud cerebral que abarquen tanto los hospitales como la atención primaria. El objetivo a largo plazo es cambiar el enfoque de la enfermedad, no solo para tratarla, sino para prevenirla y atacarla en sus etapas más tempranas, incluso en fases presintomáticas".
La EMA también exige a las empresas fabricantes que proporcionen una guía y una lista de verificación para los profesionales de la salud, una tarjeta de alerta para los pacientes y programas de capacitación para médicos y sanitarios sobre el tipo de inflamación cerebral que puede producir el fármaco. Además, las farmacéuticas estarán obligadas a hacer estudios de seguimiento para minimizar riesgos.
La empresa establecerá un estudio de registro a nivel de la UE con pacientes tratados con Lecanemab para estimar la incidencia de efectos secundarios y determinar su gravedad. Este también se podrá utilizar para recopilar información sobre la progresión de los pacientes a las siguientes etapas del alzhéimer y las posibles consecuencias a largo plazo.
Y esto es solo parte de la 'burocracia'. En EEUU el precio del tratamiento es de aproximadamente 24.000 euros por paciente al año. Los especialistas consultados por este diario admiten que "ahora tendrán que ser las autoridades sanitarias las que negocien el coste del producto con los fabricantes".
Pero todos estos obstáculos no impiden ver la luz al final del túnel. "Creo que podemos avanzar en el control de la enfermedad. Sé que es difícil recuperar lo que hemos perdido pero estamos en una nueva era en la que seguramente lleguen nuevos medicamentos, algunos ya se están probando en ensayos clínicos y, seguramente también, el futuro del tratamiento pase como con el cáncer, con la administración de terapias combinadas", enfatiza el doctor de la SEN.
Recordar que Donacebam es un segundo anticuerpo similar que reduce un 35% el avance del alzhéimer, también ha sido aprobado en EEUU, pero sigue en evaluación en Europa.
Sobre el autor:
Patricia Matey
Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.