Actualidad

Las posibles consecuencias a largo plazo de las lesiones cerebrales traumáticas

Patricia Matey

Foto: Bigstock

Martes 26 de noviembre de 2024

7 minutos

Un estudio reconoce que pueden aumentar el riesgo de alzhéimer u otras enfermedades degenerativas

Las posibles consecuencias a largo plazo de las lesiones cerebrales traumática
Patricia Matey

Foto: Bigstock

Martes 26 de noviembre de 2024

7 minutos

La lesión cerebral traumática es una repentina que causa daño al cerebro. Puede ocurrir por un golpe, impacto o sacudida en la cabeza. Esta es una lesión cerrada de la cabeza. También puede suceder cuando un objeto entra al cráneo, lo que se conoce como lesión penetrante, concreta Medline plus.

Los síntomas de una lesión cerebral traumática pueden ser leves, moderados o graves. Las conmociones cerebrales son un tipo de lesión cerebral traumática leve. En ocasiones, efectos de una conmoción cerebral pueden ser graves, pero la mayoría de las personas se recupera por completo. Cuando es más grave puede provocar síntomas físicos y psicológicos graves, coma e,incluso, la muerte. Las principales causas dependen del tipo de lesión en la cabeza:

  • Caidas: Esta es la más común en adultos mayores de 65 años.
  • Accidentes automovilísticos: Afecta sobretodo a dultos jóvenes.
  • Lesiones deportivas.
  • Ser golpeado por un objeto.
  • Maltrato infantil: La más común en niños menores de 4 años.
  • Lesiones por explosiones.

Cada año, alrededor de 2,5 millones de personas sufren lesiones cerebrales traumáticas (LCT). En nuestro país, en 2021, se dieron de alta 25.298 por traumatismos craneoencefálicos en el sistema de salud español.

La lesión cerebral traumática (LCT) es una de las principales causas de muerte y discapacidad en EEUU. Representa alrededor del 30 % de todas las muertes relacionadas con lesiones en dicho país, como documentan los Centro de Control de Enfermedades de Atlanta (los famosos CDC) en un informe. 

El personal militar y otras personas que viven con LCT enfrentan un mayor riesgo de desarrollar varios problemas de salud a largo plazo, incluida la enfermedad de Alzheimer (EA) y las demencias relacionadas con la EA (ADRD), apunta un ensayo de ‘Jama Neurology’. La EA es la forma más común de demencia en los mayores, y se estima que 6,7 millones de estadounidenses de 65 años o más vivirán con demencia de alzhéimer en 2023. 

Las pruebas

Cada vez hay más pruebas que respaldan que el TCE temprano, mediano y tardío en la vida es un factor de riesgo para desarrollar EA y ADRD en etapas posteriores, aunque algunos estudios cuestionan esta asociación. Se ha descubierto que los traumatismos cerebrales moderados y graves e, incluso, los leves (lTBI) sin pérdida de conciencia se asocian con un mayor riesgo de demencia, como constatan ensayos como el publicado en 'Jama Psichiatric'. 

Sin embargo, los mecanismos moleculares subyacentes a la patología similar a la EA inducida por el TCE (p. ej., acumulación de amiloide, agregación de tau, disfunción sináptica, gliosis, pérdida neuronal, etc.) y los déficits cognitivos siguen siendo desconocidos.

La patología Tau, un importante sello patológico en pacientes con alzhéimer, también se ha detectado en varios modelos de ratón con traumatismo cerebral, así como en pacientes con antecedentes del mismo.

Nuevos hallazgos

Ahora, investigadores dirigidos por el Centro Médico Wexner y la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Ohio han utilizado modelos de ratón y tejido cerebral humano post mortem para estudiar las bases moleculares que pueden aumentar el riesgo de alzhéimer después de un traumatismo craneoencefálico.

 

Científicos analizando muestras. Bigstock

 

"Debido a la alta prevalencia tanto del lesiones traumáticas cerebrales como de alzhéimer en los seres humanos, comprender el mecanismo molecular que subyace a la transición del TCE a la enfermedad es vital para desarrollar futuras terapias que reduzcan este riesgo", ha declarado en un comunicado el autor principal del estudio estadounidense,Hongjun Fu, profesor adjunto de neurociencia en Ohio State. Los resultados del estudio se han publicad en la revista 'Acta Neuropathologica'.

Los investigadores descubrieron que el TCE aumenta la tau hiperfosforilada, la astrogliosis y la microgliosis, la disfunción sináptica y los deterioros cognitivos relacionados con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Además, han comprobado que la regulación negativa de BAG3, una proteína involucrada en la depuración de proteínas a través de la vía de autofagia-lisosoma, contribuye a la acumulación de tau hiperfosforilada en neuronas y oligodendrocitos después del TCE en los modelos de ratón y en el tejido cerebral post mortem humano con antecedentes de TCE.

Utilizando un enfoque basado en AAV (sectores virales adenoasociados se pueden usar para producir medicamentos) epara sobreexpresar BAG3 en neuronas, descubrieron que la sobreexpresión de BAG3 mejora la hiperfosforilación de tau, la disfunción sináptica y los déficits cognitivos, probablemente a través de la mejora de la vía autofagia-lisosoma.

Nueva estretégica terapéutica

"Basándonos en nuestros hallazgos, creemos que atacar el BAG3 neuronal puede ser una estrategia terapéutica para prevenir o reducir la patología similar a la enfermedad de Alzheimer", ha comentado el coautor del estudio, Nicholas Sweeney, asistente de investigación en neurociencia de la Universidad Estatal de Ohio.

Este trabajo se basa en investigaciones anteriores que habían identificado a BAG3 como un gen central que controla la homeostasis de la proteína Tau en tejido post mortem humano no enfermo. "Por lo tanto, BAG3 puede ser un factor que contribuye a la vulnerabilidad celular y regional a la patología de la proteína tau en el alzhéimer", ha señalado Tae Yeon Kim, estudiante de doctorado del Programa de Posgrado en Ciencias Biomédicas de la Universidad Estatal de Ohio.

"Dado que investigaciones anteriores realizadas con tejido humano y modelos de ratón muestran que la patología de la proteína tau aumenta después de un traumatismo craneoencefálico, nos preguntamos si BAG3 podría ser un factor que contribuya a la acumulación de la misma después de un traumatismo craneoencefálico", ha recalcado Fu. "De hecho, descubrimos que la disfunción de BAG3 contribuye a la alteración de los mecanismos de depuración de proteínas que dan lugar a la acumulación de Tau en modelos de ratón y en tejido post mortem humano con traumatismo craneoencefálico y alzhéimer", ha insistido.

Fu ha recalcad que las futuras investigaciones intentarán validar la relación entre los traumatismo, BAG3, la patología tau, la gliosis y la neurodegeneración utilizando un nuevo modelo de TCE, conocido como el modelo inducido por cabeza cerrada de aceleración rotacional diseñada (CHIMERA), que imita las condiciones de TCE leves más comunes en humanos.

"La finalización de futuros estudios nos permitirá comprender mejor cómo el traumatismo craneoencefálico y el Alzheimer están vinculados biológicamente y desarrollar nuevas terapias que puedan reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer después de un traumatismo craneoencefálico", ha insistido.

Sobre el autor:

Patricia Matey

Patricia Matey

Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.

… saber más sobre el autor