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Tres problemas graves de salud que causa la soledad no deseada

Patricia Matey

Foto: Bigstock

Domingo 23 de febrero de 2025

8 minutos

Un nuevo estudio la vincula a más riesgo de enfermedades cardiovasculares, ictus e infecciones

Tres problemas graves de salud que causa la soledad no deseada
Patricia Matey

Foto: Bigstock

Domingo 23 de febrero de 2025

8 minutos

La ciencia lo confirma: este es el 'efecto secundario' de la soledad en la salud cerebral

 

Las relaciones sociales son adaptativas y críticas para el bienestar y la supervivencia en las especies sociales, como los seres humanos  El aislamiento social y la soledad, que son la manifestación objetiva y subjetiva de relaciones sociales empobrecidas, se reconocen cada vez más como importantes preocupaciones públicas globales, como reconoce un trabajo/de 'World Psychiatric’ . 

Se ha acumulado suficiente evidencia científica que demuestra que tanto el aislamiento social como la soledad están vinculados con un aumento de la morbilidad y la mortalidad, con efectos comparables a factores de riesgo tradicionales como el tabaquismo y la obesidad.

A pesar de estas asociaciones, los mecanismos a través de los cuales las relaciones sociales impactan la salud siguen siendo esquivos. Los estudios experimentales muestran que las interacciones sociales pueden alterar causalmente la fisiología, como el sistema nervioso simpático (SNS) y la actividad hipotálamo-hipofisario-adrenal (HPA), la inflamación y las respuestas antivirales, e influir directamente en el riesgo de enfermedad 

Por si fuera poco, las relaciones sociales adversas se han asociado con estilos de vida poco saludables como refleja un ensayo the 'Annals of Behavioral Medicine'. 

Por lo tanto, las interacciones con amigos y familiares pueden mantenernos saludables porque fortalecen nuestro sistema inmunológico y reducen el riesgo  de enfermedades como las cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes tipo 2, sugiere una nueva investigación.

Así, investigadores del Reino Unido y China llegaron a esta conclusión tras estudiar las proteínas de muestras de sangre extraídas de más de 42.000 adultos reclutados en el Biobanco del Reino Unido. Sus hallazgos  se han publicado en la revista 'Nature Human Behavior'.

Como hemos mencionado anteriormente, las relaciones sociales desempeñan un papel importante en nuestro bienestar. Cada vez hay más pruebas de que tanto el aislamiento social como la soledad están vinculados a una peor salud y a una muerte prematura. .

El motivo de 'espiar' a las proteínas

Una forma de explorar los mecanismos biológicos es observar las proteínas que circulan en la sangre. Son moléculas producidas por nuestros genes y son esenciales para que nuestro cuerpo funcione correctamente. También pueden servir como dianas farmacológicas útiles, lo que permite a los investigadores desarrollar nuevos tratamientos para combatir enfermedades.

Y ha sido un equipo dirigido por científicos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y la Universidad de Fudan (China) el que examinó los proteomas (el conjunto de proteínas) en muestras de sangre donadas por más de 42.000 adultos de entre 40 y 69 años que participan en el Biobanco del Reino Unido. citado con anterioridad Esto les permitió ver cuáles de ellas estaban presentes en niveles más altos entre las personas socialmente aisladas o solitarias, y cómo estas proteínas estaban relacionadas con una peor salud.

El equipo calculó las puntuaciones de aislamiento social y soledad de los individuos. El aislamiento social es una medida objetiva basada, por ejemplo, en si una persona vive sola, con qué frecuencia tiene contacto social con otras personas y si participa en actividades sociales. La soledad, por otro lado, es una medida subjetiva basada en si una persona se siente sola.

Cuando analizaron los proteomas y ajustaron factores como la edad, el sexo y el entorno socioeconómico, el equipo encontró 175 proteínas asociadas con el aislamiento social y 26 proteínas asociadas con la soledad (aunque hubo una superposición sustancial, ya que aproximadamente el 85% de las proteínas asociadas con la soledad se compartían con el aislamiento social). Muchas de las mismas se producen en respuesta a la inflamación, la infección viral y como parte de nuestras respuestas inmunitarias, además de haber sido vinculadas a enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, accidentes cerebrovasculares y muerte prematura.

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El equipo utilizó una técnica estadística conocida como aleatorización mendeliana para explorar la relación causal entre el aislamiento social y la soledad, por un lado, y las proteínas, por el otro. Con este enfoque, identificaron cinco proteínas cuya abundancia se debía a la soledad.

El Dr. Chun Shen, del Departamento de Neurociencias Clínicas de la Universidad de Cambridge y del Instituto de Ciencia y Tecnología para la Inteligencia Inspirada en el Cerebro de la Universidad de Fudan, ha afirmado en comunicado a su institución: "Sabemos que el aislamiento social y la soledad están vinculados a una peor salud, pero nunca hemos entendido por qué. Nuestro trabajo ha puesto de relieve una serie de proteínas que parecen desempeñar un papel clave en esta relación, y los niveles de algunas en particular aumentan como consecuencia directa de la soledad".

Las opiniones

El profesor Jianfeng Feng, de la Universidad de Warwick, ha especificado: "Hay más de 100.000 proteínas y muchas de sus variantes en el cuerpo humano. La IA y la proteómica de alto rendimiento pueden ayudarnos a identificar algunas proteínas clave para la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y el pronóstico de muchas enfermedades humanas y revolucionar la visión tradicional de la salud humana".

Y ha insistido: “Las proteínas que hemos identificado nos dan pistas sobre la biología que subyace a la mala salud entre las personas socialmente aisladas o solitarias, destacando por qué las relaciones sociales juegan un papel tan importante para mantenernos saludables”.

La proteína de la 'soledad'

Una de las proteínas que se produce en mayor cantidad como resultado de la soledad es la ADM. Estudios previos han demostrado que desempeña un papel en la respuesta al estrés y en la regulación de las hormonas y a las hormonas sociales como la oxitocina (la llamada 'hormona del amor'), que puede reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.

El equipo encontró una fuerte asociación entre la ADM y el volumen de la ínsula, un centro cerebral para la interocepción, nuestra capacidad de percibir lo que sucede dentro de nuestro cuerpo: cuanto mayor es el nivel de ADM, menor es el volumen de esta región. Los niveles más altos de ADM también se relacionaron con un menor volumen del núcleo caudado izquierdo, una región involucrada en los procesos emocionales, sociales y de recompensa. Además, las cifra altas  de ADM se relacionaron con un mayor riesgo de muerte prematura.

Otra de las proteínas, ASGR1, está asociada con un colesterol más alto y un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, mientras que otras proteínas identificadas desempeñan papeles en el desarrollo de la resistencia a la insulina, la aterosclerosis ('engrosamiento' de las arterias) y la progresión del cáncer, por ejemplo.

La profesora Barbara Sahakian, del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Cambridge,ha determinado: “Estos hallazgos ponen de relieve la importancia del contacto social para mantenernos sanos. Cada vez más personas de todas las edades manifiestan sentirse solas. Por eso, la Organización Mundial de la Salud ha descrito el aislamiento social y la soledad como un “problema de salud pública mundial”. Necesitamos encontrar formas de abordar este problema creciente y mantener a las personas conectadas para ayudarlas a mantenerse sanas”.

Sobre el autor:

Patricia Matey

Patricia Matey

Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.

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