Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son causas importantes y contribuyentes a la mortalidad y la discapacidad en todo el mundo. El número mundial de casos de ECV prevalentes totales casi se duplicaron de 271 millones a 523 millones entre 1990 y 2019, como describe un estudio del 'Journal of the American College of Cardiology'. Por lo tanto, la ciencia quiere explorar factores de riesgo modificables y estrategias prevenibles para las enfermedades cardiovasculares
Por otro lado, el número de suscripciones de telefonía móvil ha aumentado dramáticamente en todo el mundo en las últimas décadas. Según Statista, el número de suscripciones de teléfonos inteligentes a nivel mundialsuperó los 6.900 millones en 2023 y se prevé que siga creciendo de forma paulatina durante los próximos años. China, la India y Estados Unidos son los tres países con mayor cifra de usuarios de smartphones del planeta, superando todos ellos la barrera de los 100 millones.
Dos estudios previos han relacionado el uso del teléfono móvil con un mayor riesgo de varios resultados de ECV, como disección de la arteria carótida y cardiopatía isquémica, pero no accidente cerebrovascular. Sin embargo, estos no fueron bien diseñados para estimar la asociación entre el uso del teléfono móvil y el riesgo de ECV: Por tanto, hasta la fecha, la asociación del uso del teléfono móvil con más probabilidades de sufrir del corazón sigue sin estar claro.
Móvil e hipertensión
En cambio sí está claro que ablar por el móvil durante 30 minutos o más a la semana está relacionado con un 12% más de riesgo de hipertensión arterial en comparación con menos de 30 minutos, según una investigación publicada en 'European Heart Journal – Digital Health', una revista de la Sociedad Europea de Cardiología (SEC).
Pero además, el sueño y la salud mental se han visto implicados en el origen y desarrollo de las ECV, como refleja un ensayo de 'European Heart Journal', en el caso de sueño y otro de 'Atherosclerosis' en referencia a los trastornos de salud mental. Y, además, el uso del teléfono móvil se ha asociado con alteraciones del sueño.y mala salud mental, pero se desconoce si estosfactores que median en la relación de los dispostivos y las patologías cardiacas.
Nuevas evidencias
Ahora llega un nuevo estudio que saca a la luz que que el uso habitual del teléfono móvil se asocia positivamente con el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, especialmente en fumadores habituales y personas con diabetes. Además, esta asociación se atribuyó en parte a la falta de sueño, el malestar psicológico y el neuroticismo. El artículo publicado en el 'Canadian Journal of Cardiology' detalla los resultados de este estudio de cohorte prospectivo a gran escala.
Yanjun Zhang, de la División de Nefrología del Hospital Nanfang, de la Universidad Médica del Sur, Guangzhou, China, y coautor del estudio ha explicado en un comunicado que "el uso de teléfonos móviles es una exposición omnipresente en la sociedad moderna, por lo que explorar su impacto en la salud tiene un valor significativo para la salud pública".
"Los campos electromagnéticos de radiofrecuencia (RF-EMF) emitidos por los teléfonos móviles provocan desregulación del eje hipotálamo-hipofisario-suprarrenal, respuestas inflamatorias y estres oxidativo, por lo que se espera que afecten a una variedad de órganos, como el corazón y los vasos sanguíneos. Sin embargo, sigue siendo incierto si el uso del teléfono móvil está asociado con el riesgo de enfermedades cardiovasculares".
El coinvestigador Ziliang Ye, del mismo centro médico, ha añadido: "Nuestro objetivo era evaluar la asociación prospectiva del uso regular del teléfono móvil con la aparición de enfermedades cardiovasculares y explorar los efectos mediadores del sueño y la salud mental. Descubrimos que, en comparación con los usuarios no habituales de teléfonos móviles, los usuarios habituales de teléfonos móviles tenían un riesgo significativamente mayor de sufrir enfermedades cardiovasculares".
Con 444.027 participantes
El estudio incluyó a 444.027 personas del Biobanco del Reino Unido sin antecedentes de enfermedades cardiovasculares que informaron sobre la frecuencia de uso de su teléfono móvil entre 2006 y 2010. El uso regular del teléfono móvil se definió como al menos una llamada por semana.
Mediante el uso de registros hospitalarios y de mortalidad vinculados, se determinó el resultado compuesto de accidente cerebrovascular incidente, enfermedad coronaria, fibrilación auricular e insuficiencia cardíaca durante un período de seguimiento medio de 12, 3 años. Los investigadores también investigaron el papel de los patrones de sueño, la angustia psicológica y el neuroticismo.
El otro coinvestigador Xianhui Qin, ha señalado: "Descubrimos que los patrones de sueño, la angustia psicológica y el neuroticismo pueden ser mecanismos potenciales de la asociación entre el uso de teléfonos móviles y las enfermedades cardiovasculares. Un patrón de sueño deficiente y una mala salud mental pueden afectar negativamente al desarrollo de enfermedades cardiovasculares a través de la alteración del ritmo circadiano, la alteración endocrina y metabólica y el aumento de la inflamación. Además, la exposición crónica a la radiación electromagnética de radiofrecuencia emitida por los teléfonos móviles podría provocar estrés oxidativo y una respuesta inflamatoria”.
Por lo tanto, la exposición a la radiación RF-EMF de los teléfonos móviles en combinación con el tabaquismo y la diabetes puede tener un efecto sinérgico en el aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular, determina el científico..
La opinión
Un editorial adjunto contextualiza los hallazgos del estudio. Dado que el período de reclutamiento de este estudio (2006-2010) se produjo antes del uso generalizado de los teléfonos inteligentes modernos, que ahora se utilizan más comúnmente para otras actividades (por ejemplo, entretenimiento, mensajes de texto/correo electrónico, redes sociales, etc.), la generalización y la relevancia actual de estos hallazgos requieren una consideración cuidadosa.
El coautor del editorial, Nicholas Grubic, de la Escuela de Salud Pública Dalla Lana de la Universidad de Toronto, Ontario, Canadá, concluye: "Si bien el estudio actual sugiere que el uso de un teléfono móvil puede aumentar moderadamente el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, se necesita evidencia más concluyente con mediciones válidas del uso del teléfono móvil antes de que esta asociación se convierta en una preocupación para el público en genera".
E insiste; "Mantener hábitos responsables con el uso del teléfono móvil debería ser un componente valioso de un enfoque integral para apoyar la salud cardiovascular. Antes de sumergirse hoy en horas en su teléfono inteligente para buscar información sin sentido, considere redirigir este tiempo a una actividad más saludable para el corazón".
No causan tumores cerebrales
Al mismo tiempo de publicarse este ensayo ha salido otro en el que los móviles salen mejor parados. Como recoge Reuters, la OMS confirma que no hay relación entre los smartphones y los tumores cerebrales
Un nuevo informe, cuya redacción ha sido coordinada por la Agencia Australiana de Protección contra las Radiaciones y Seguridad Nuclear (ARPANSA, por sus siglas en inglés) afirma que, aunque el uso de la tecnología inalámbrica ha aumentado enormemente en los últimos 20 años, no se ha producido un incremento de la incidencia de tumores malignos en la cabeza.
Para llegar a tal conclusión, los 11 autores de la investigación, provenientes de 10 países diferentes, realizaron un revisión sistemática de decenas de estudios publicados entre 1994 y 2022. Tomaron en cuenta 5,000 de ellos publicados entre 1994 y 2022, de los que incluyeron 63 en el análisis final.
"Las ondas analizadas son las radiaciones electromagnéticas comprendidas entre 300 Hz y 300 GHz; mismas que se utilizan para la comunicación por smartphones, pero también en televisores, radios, monitores de vigilancia para bebés, conexiones Wi-Fi, y que se emplean para aplicaciones industriales y médicas", explica Mark Elwood, coautor del estudio y profesor de epidemiología del cáncer en la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda. En el tiempo de estudio, los expertos no constataron ningún aumento en la incidencia de tumores cerebrales, ni de otras neoplasias craneales como los de la hipófisis o de las glándulas salivales; lo mismo ocurrió con la leucemia.
En 2011, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) de la OMS, clasificó la emisión de las ondas de radio en celulares, redes Wi-Fi, controles remotos y sistemas GPS como un posible carcinógeno para el ser humano. Las pruebas, según Ken Karipidis, investigador de Arpansa y colaborador del estudio actual, son 'sesgadas' pues se basan en estudios de caso y controles que comparaban las respuestas de individuos con cáncer cerebral con aquellas sin el padecimiento.
El uso del teléfono celular, incluso en las categorías más expuestas en términos de tiempo y número de llamadas realizadas, no resultó estar asociado a un mayor riesgo de este tipo de tumores. Conviene precisar que la mayoría de los estudios incluidos en el análisis se referían a la primera generación de smartphones, aquellos que utilizan la tecnología 1G-2G que, se sabe, tienen más emisiones de radiación en comparación con los 3G-4G. La evaluación de la OMS se publicará en el primer trimestre del próximo año.
Sobre el autor:
Patricia Matey
Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.