La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, de sus siglas en inglés), recientemente denominada 'enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica' (MASLD), es la patología hepática más prevalente en todo el mundo y afecta aproximadamente al 25% de la población adulta, como documenta un estudio de 'Hepatology'.
La NAFLD se define por un aumento del contenido de grasa hepática, principalmente en forma de lípidos neutros dentro de gotitas lipídicas intracelulares, que supera el 5% de la masa hepática.
Es una enfermedad compleja que abarca una variedad de patologías hepáticas, incluida la esteatosis simple (hígado graso no alcohólico), la esteatohepatitis no alcohólica (NASH) (recientemente denominada “esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica” [MASH]) y la fibrosis. La NAFLD también está fuertemente vinculada a riesgos elevados de desarrollar cirrosis hepática y carcinoma hepatocelular. Suele ser asintomática hasta que progresa a cirrosis, como refleja un trabajo del 'New England Jourmal of Medicine', lo que resalta la importancia de la prevención. La EHGNA se acompaña de obesidad, disfunciones metabólicas y diabetes mellitus tipo 2 (DT2) en una gran número de pacientes.
Los cambios en el estilo de vida y la pérdida de peso son los primeros enfoques terapéuticos para prevenir el desarrollo y la progresión de la EHGNA. Hasta el día de hoy, solo unos pocos agentes farmacológicos han alcanzado los ensayos clínicos de fase 3, y la aprobación regulatoria completa aún puede tardar años.
Los compuestos bioactivos naturales, que se encuentran principalmente en frutas y verduras, se han identificado como agentes prometedores capaces de revertir la EHGNA, como refleja un ensayo del 'Journal of Biological Sciences'.
El camu-camu (CC) es una fruta amazónica particularmente rica en polifenoles, como proantocianidinas (PAC) y elagitaninos, y está bien documentada por sus actividades antioxidantes y antiinflamatorias. También se ha demostrado que previene el aumento de peso y la esteatosis hepática en ratones obesos inducidos por la dieta y cambió la composición de la microbiota intestinal fecal hacia un fenotipo más delgado.
Nuevas evidencias
Ahora llega un nuevo estudio, publicado en 'Cell Reports Medicine', en el que durante 12 semanas treinta participantes tomaron 1,5 g/día de extracto de camu-camu o un placebo en diferentes momentos en este ensayo clínico aleatorio. Los participantes se sometieron a imágenes por resonancia magnética (IRM) para determinar los niveles de grasa en el hígado.
Los científicos observaron una reducción del 7,43% en los lípidos del hígado cuando los participantes del estudio tomaron extracto de camu-camu. Con el placebo notaron un aumento del 8,42% en la grasa hepática.
"Se trata de una diferencia significativa del 15,85%", ha afirmado André Marette, profesor de la Facultad de Medicina e investigador del Instituto Universitario de Cardiología y Neumología de Quebec – Universidad Laval (IUCPQ-ULaval), que dirigió el estudio. Este efecto se debe a los polifenoles que contiene el camu-camu ya su relación con la microbiota intestinal.
"La microbiota metaboliza las grandes moléculas de polifenoles que no pueden ser absorbidas por el intestino, transformándolas en moléculas más pequeñas que el organismo puede similar para disminuir la grasa hepática", ha explicado André Marette.
Su equipo ha identificado dos posibles mecanismos de acción de estos pequeños polifenoles: "Podrían reducir la lipogénesis, es decir, la formación de gotitas lipídicas en el hígado, y también podrían estimular la degradación lipídica por oxidación. Una combinación de ambos mecanismos explica probablemente la elevada eficacia del extracto, ya que estamos jugando en las dos caras de la moneda", ha subrayado el profesor Marette, que ha colaborado con científicos del Instituto de Nutrición y Alimentos Funcionales (INAF). Sin embargo, el equipo ha detectado una gran variabilidad en la respuesta al extracto.
El papel de la microbiota
"Nuestra hipótesis es que la microbiota intestinal inicial influye en la respuesta a los polifenoles. Si encontramos los factores implicados, podremos modificar la microbiota y aumentar la eficacia del extracto", ha explicado Marette. Aunque el camu-camu es una fruta exótica, el extracto se consigue fácilmente en forma de cápsulas. Sin embargo, ha subrayado la importancia de comprobar el contenido de ciertos polifenoles, ya que no todos los productos comerciales son equivalentes.
Los arándanos rojos, que también contienen una serie de polifenoles parcialmente diferentes, podrían asimismo tener un efecto protector. En el futuro, el profesor Marette espera investigar si la combinación de camu-camu y arándanos rojos podría tener un efecto sinérgico.