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Cuando el corazón te avisa, no es traidor

Fernando Matey

Foto: 65ymás

Sábado 15 de junio de 2024

ACTUALIZADO : Sábado 15 de junio de 2024 a las 9:29 H

8 minutos

Tengo 81 años, pero desde los 44 sufro del corazón. Este es mi testimonio de superación

Cuando el corazón te avisa, no es traidor
Fernando Matey

Foto: 65ymás

Sábado 15 de junio de 2024

8 minutos

El corazón suele avisarte. Ese mareo con sudor frío que sufrí seguido durante cierto tiempo de molestias en la zona izquierda del pecho y hombro cada vez que hacía un pequeño esfuerzo y que yo achacaba a problemas musculares era, según luego me explicaron, anginas de pecho intermitentes. 

Visité al traumatólogo para que me diagnosticara y tratara esas molestias y me puso tratamiento indicándome que volviera en una semana: algo debía sospechar. A la semana siguiente, al persistir dichas molestias y, según él, para descartar otros posibles problemas y ante mi completa incredulidad me derivó al cardiólogo. Bueno, pensé: iré. Yo en nada pensaba que pudiera padecer un proceso cardiaco. Era una persona, según mi criterio, sin factores de riesgo. Deporte en mi juventud. Había dejado de fumar tres años antes, pero siendo un fumador que comenzaba después de comer y que no pasaba de cinco cigarrillos al día, que tampoco seguía una dieta alta en grasas y tan solo tomaba una copa de vino en las comidas  y el típico 'gin- tonic' o whisky los fines de semana, no daba crédito.

El estrés, la 'enfermedad silenciosa' que mata

Pero no contaba con otro factor importante, el estrés. Él estrés esa 'enfermedad silenciosa' que mata. Graves problemas familiares, unidos a los empresariales, habían contribuido, y mucho, al problema coronario que ahora debutaba.

Todo sucedió muy rápido. 'Electrocardiograma en consulta que salvo que la lesión sea clara o estés sufriendo estés sufriendo en ese instante un proceso cardiaco evidenciará poco. De ahí, a la prueba de esfuerzo o ergometría. A los cinco minutos de iniciar, pararon la prueba. Yo seguía pensando que la molestia que había sufrido se debía las cervicales y a la posición de los brazos al agarrarme a la máquina.  Craso error. Una vez en la consulta, el Dr. Rossi me dijo: "Amigo Fernando, tenemos que averiguar el alcance de la lesión que tienes y para eso tenemos que hacer un cateterismo". Dicho y hecho.

Resultado: 90% de obstrucción en la coronaria descendente anterior (la que llaman la 'vena de la muerte') y 50% en la coronaria derecha. La realidad se imponía. Entre las dos soluciones que me propusieron: by-pass a 'corazón abierto' y extracorpórea o dos 'sten'. Me decanté por la primera. La operación de corazón  entrañaba más riesgos, pero si los 'by-pass' funcionaban me aseguraba más expectativas de vida. En aquel tiempo los 'stents' no iba medicados y las  posibilidades, por tanto, de obstrución en menos espacio de tiempo, eran más elevadas que con los de hoy en día. Por todo ello iba a estar constantemente intranquilo y opté por la seguridad en el tiempo. 

En las mejores manos 

Entonces yo tenía 44 años y este año he cumplido 81. Parece que acerté con la elección. Caí en las mejores manos que por aquel entonces se podía caer, el Dr. Rufilanchas, al que le estaré toda la vida agradecido. Dos 'by-pass', uno aortocoronaio utilizando la arteria mamaria y el otro en la coronaria derecha con la vena safena.

Recomiendo ir al quirófano con espíritu positivo pensando que todo va a ir bien, que vas a superar la operación. Estoy totalmente convencido que la mente ayuda al cuerpo. No se trata de enfrentarte a algo tan grave con inconsciencia sino con convencimiento. Había que comenzar una nueva vida. Tampoco resulta tan complejo. Debes someterte a una dieta baja en grasas, poco lácteosy los que consumas 0,0 y ejercicio. El ejercicio es fundamental. Se trata de practicar una actividad física acorde con tu estado físico y tu edad.

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Al poco de salir del hospital pongamos unos seis meses, empecé a montar en bicicleta los fines de semana. Fui de menos a más y con un par de amigos aprovechábamos la construcción de los tramos de la M-50 desde Las Rozas-Majadahonda (A-4, A-3) para recorrerla primero en suelo de tierra y, posteriormente, asfaltada. Un cardiólogo amigo me dijo que a lo mejor me estaba pasando. Lo cierto es que no sé si debido a eso mi corazón debió crear venas colaterales que me deben haber ayudado a segui pasando con nota las pruebas de esfuerzo anuales, inclusio una vez que el 'by-pass' de la safena fracasó debido a un ateroma que lo taponó.

Luego no dejé de obligarme a caminar. No hay que andar viendo escaparates eso es pasear. Se trata de hacer rutas que permitan caminar a cierta velocidad para hacer trabajar al corazón. Con 50/60 años subía cuestas y no me importaba. Luego con el paso del tiempo camino por zonas llanas o con subidas no muy empinadas a una velocidad entre 5 y 6 Km/hora.

Hay que ser constante hasta el punto que el día que por alguna circunstancia no salgo a caminar, esos cuatro o cinco días, no me siento a gusto conmigo mismo. Y también recomiendo 'mover' el cerebro. Me gustan mucho la Historia y el Arte y me apunté a clases que me permiten visitar museos y viajar tanto dentro como fuera de España con grupos de alumnos que se han convertido en amigos.

Los consejos médicos: reglas inmutables

Una vez que hemos pasado por quirófano nos tomamos los consejos médicos coomo reglas inmutables pero con el tiempo, y al encontrarnos bien, podemos ser más laxos en seguir las recomendaciones de nuestro cardiólogo, tanto en lo que se refiere a la alimentación como al ejercicio.

Es típico eso de "por una vez no pasa nada". Cuántas veces te lo han dicho e, icluso, lo has dicho. Lo malo es que esa vez se puede ir convirtiendo en muchas veces y podemos ir abandonando la dieta sin apenas darnos cuenta. Lo mismo ocurre al pensar que como tomas pastillas para el colesterol  puedes permitirte ciertos 'lujos'. Al final, cuando menos te des cuenta lo puedes pagar. 

En mi caso lo pago por culpa de los disgustos, algo de lo que debemos huir. Es fácil decirlo, ya lo sé. Tuve dos procesos preocupantes que me llevaron a Urgencias. Uno al poco de darme el alta tras la operación y otro, aproximadamente, a los 25 años. Recordé lo que me recomendó el cirujano  cuando me dió el alta: ahora procura tener una vida más tranquila y relajada, huyendo de los disgustos.

Hay que tratar de recordad eso de que si 'un problema tiene solución, no te preocupes y si no la tiene para qué preocuparse". Intento llevarlo a rajatabla, aunque a veces pueda costar. Otra cosa importante: una vida familiar sosegada ayuda mucho.

Por último hay que se constante en tus analíticas de sangre bianuales y la visita anual al cardiólgo. El te guiará en las pruebas que en cada momento debes realizar para vigilar tus coronarias y, además, mantenerlas en buen estado y modificar el tratamiento si es necesario.

Dr. José Luis Zamorano

El cardiólogo que me trata, el Dr. José Luis Zamorano, un primer espada, unido a la faramcopéa, la dieta y el ejercicio, la familia, la ocupación mental me han ayudado a aguantar con mis dos 'by-pass' primero y, posteriormente con uno a mantene durante estos 7 años una calidad de vida de la que no me puedo quejar en absoluto. Los pequeños sacrificios que me han traido hasta aquí han merecido la pena.  

El Dr. José Luis Zamorano comenta a raíz de mi testimonio: "Los médicos tras realizar un diagnóstico, tratamos de que el paciente entienda la enfermedad y cambie sus habitos de vida y realice un tratamiento para su mejoría. Este es nuestro propósito.Es tremendamente importante que el enfermo entienda su enfermedad para poder participar activamente en su curación".
 
Insiste en que "cuando nos encontramos con un enfermo, como es en este caso, que agradece le expliquemos su patología, que entiende porque ha enfermado y que puede hacer él para ayudar a su curación es todo mucho más sencillo. Por otro lado, debemos explicar cómo deben cambiar sus hábitos de vida normales. La dieta, el ejercicio y sus costumbres mas rutinarias, que seguro que modificadas, también ayudarán en la mejoría de su salud".

Por último, detalla, "no olvidemos que en las patologías crónicas el enfermo debe tomar la medicación de por vida en muchas ocasiones. Por eso, explicar la importancia de la misma, sus efectos curativos y los posibles efectos ecundarios, es clave para lograr una mejor adherencia al tratamiento y resultados terapéuticos. En resumen, debemos empoderar al paciente en su curación. Los enfermos quieren y deben saber porqué enfermaron y participar activiamente en el tratamiento encaminado a su curación".

Sobre el autor:

Fernando Matey