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Edad, sexo, genes y hormonas: así afectan a los biomarcadores en sangre de la demencia

Úrsula Segoviano

Foto: Bigstock

Domingo 27 de abril de 2025

5 minutos

Los resultados dan nuevas pistas para la detección precoz de la enfermedad en la menopausia

La enfermedad crónica y silenciada que afecta al 47% de mujeres en la menopausia
Úrsula Segoviano

Foto: Bigstock

Domingo 27 de abril de 2025

5 minutos

Un nuevo análisis de sangre de alta precisión para detectar el alzhéimer de forma precoz

A más síntomas en la menopausia, mayor riesgo de deterioro cognitivo

 

En los últimos años la ciencia está detrás de la detención precoz de la demencia a través de biomarcadores en sangre. Pues bien, llega un nuevo estudio que ha encontrado pistas importantes sobre el papel que juegan la edad, el sexo, los cambios hormonales y la genética en cómo se expresan ciertos biomarcadores de la demencia en la sangre, tal y como recoge 'Neurology'.

"Están surgiendo análisis de sangre que detectan biomarcadores para la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, y a medida que se desarrollan, se convierten en herramientas importantes para comprender y diagnosticar estas afecciones", ha afirmado Hannah Stocker, de la Universidad de Heidelberg (Alemania), en un comunicado. Y ha insistido: "Nuestros hallazgos brindan información valiosa sobre cómo la edad, el sexo, la genética y los cambios hormonales durante la menopausia se relacionan con tres biomarcadores que se cree influyen en el riesgo de demencia".

Durante 17 años 

Los investigadores analizaron datos de un estudio más amplio de 17 años de duración, comparando a 513 personas que desarrollaron demencia durante el estudio con 513 que no la padecieron durante ese periodo. Los participantes tenían una edad promedio de 64 años al inicio del estudio.  

Tomaron muestras de sangre de los participantes tres veces durante el estudio para medir los niveles de tres biomarcadores: proteínas de cadena ligera de neurofilamentos, proteínas ácidas gliales y tau 181 fosforilada. Las proteínas de cadena ligera de neurofilamentos se encuentran en la sangre cuando las células nerviosas se lesionan o mueren. Las ácidas gliales se liberan cuando las células trabajan para reparar una lesión. La tau 181 fosforilada está relacionada con la acumulación de proteínas amiloides en el cuerpo, lo cual ocurre en el alzhéimer.

Ya hay biomarcadores para detectar precozmente el deterioro cognitivo en mayores. Bigstock

 

Luego, los investigadores compararon los niveles de biomarcadores en personas con y sin demencia de las siguientes maneras: a lo largo del tiempo, a medida que las personas envejecían; en participantes masculinos y femeninos; en personas con y sin un gen relacionado con el alzhéimer; y en participantes femeninas antes y después de la menopausia.

Después de ajustar la edad, el sexo y APOEe4, un biomarcador genético que indica un fuerte riesgo de enfermedad de Alzheimer, descubrieron que una edad avanzada estaba relacionada con niveles más altos de los tres marcadores.

En cuanto a las proteínas de cadena ligera de neurofilamentos, las personas de 75 años presentaron un promedio de 25 picogramos por mililitro (pg/ml), en comparación con las de 50 años, con un promedio de 10 pg/ml. En lo que refiere a las proteínas ácidas gliales, las personas de 75 años presentaron un promedio de 140 pg/ml, en comparación con las persona de 50 años, con un promedio de 45 pg/ml. En relación a la tau 181 fosforilada, las personas de 75 años presentaron un promedio de 2 a 3 pg/ml, en comparación con las de 50 años, con un promedio de 0,5 a 1,5 pg/ml.

Hormonas sexuales

Los investigadores también encontraron que las participantes femeninas tenían niveles más altos de proteínas ácidas gliales, mientras que los participantes masculinos tenían niveles más altos de proteínas de cadena ligera de neurofilamentos. Además, descubrieron que las personas que tenían el gen APOEe4 poseían niveles más altos de tau y proteínas ácidas gliales.

Finalmente, el estudio reveló que las participantes que aún no habían pasado por la menopausia presentaban niveles más altos de proteínas ácidas gliales, lo que, según Stocker, podría deberse a niveles más altos de hormonas sexuales. El investtigador también ha  indicado que estudios previos han encontrado una relación entre las hormonas sexuales y la neuroinflamación.

“Comprender mejor estos biomarcadores nos ayudará a mejorar nuestra capacidad para detectar la demencia en el futuro con simples análisis de sangre. Nuestra investigación subraya la necesidad de seguir explorando estos biomarcadores, incluso durante la menopausia, en el desarrollo de la demencia”, ha insistido.

Una limitación del estudio fue que los participantes eran de ascendencia europea, por lo que los resultados podrían no ser los mismos para otras poblaciones.

Sobre el autor:

Úrsula Segoviano

Redactora especializada en temas de salud y dependencia. 

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