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La paradoja de rascarse cuando pica: agrava la inflamación, pero protege contra infecciones

Patricia Matey

Foto: Bigstock

Miércoles 5 de febrero de 2025

7 minutos

Aunque puede empeorar problemas como la dermatitis, también ayuda a las defensas

La paradoja de rascarse cuando pica: agrava la inflamación, pero protege contra infecciones
Patricia Matey

Foto: Bigstock

Miércoles 5 de febrero de 2025

7 minutos

Comenta el dicho popular: "Si te pica, no te rasques". Sabemos que es un círculo vicioso: A más picor, más te rascas. Y esta 'acción innata' para aliviar la quemazón tiene su lado bueno, pero, también, el 'lado oscuro', el malo. Así lo establece una nueva investigación, publicada en la revista 'Science'.

El estudio desvela cómo el rascado agrava la inflamación pero, también, puede reforzar las defensas inmunitarias contra las infecciones bacterianas en el lugar de la misma.

Los hallazgos arrojan luz sobre una posible vía nueva farmacológicamente dirigible que explica cómo el rascado desencadena la inflamación, resolviendo la paradoja de cómo este acto, como un proceso potencialmente patológico dañino, también goza de una adaptación evolutiva beneficiosa.

Como hemos mencionado, es una respuesta natural e instintiva a la sensación de picor y desempeña un papel central en muchas afecciones y lesiones de la piel, como la dermatitis y las picaduras de insectos, en las que el escozor crónico puede ser una fuente importante de malestar.

Inflamación

Pero puede agravar la afección al promover la inflamación en un 'ciclo de picor-rascado' que se perpetúa a sí mismo, donde este último  intensifica el picor y puede exacerbar la lesión. Sin embargo, a diferencia del dolor, que normalmente causa una respuesta de aversión, puede resultar placentero, lo que sugiere que podría tener algún beneficio adaptativo. Sin embargo, los mecanismos por los que contribuye a la inflamación de la piel y si el reflejo de picor-rascado ofrece algún beneficio eran hasta ahora desconocidos. 

Ahora, utilizando un nuevo modelo de ratón modificado genéticamente Andrew Liu y sus colegas de la  Universidad de Pittsburgh (EEUU) han explorado cómo la eliminación de la función de las neuronas sensoras de picor, llamadas no peptidérgicas 2 (NP2) afecta a la conexión entre el picor, el rascado y la inflamación. 

Descubrieron que rascarse activa las neuronas sensoras de dolor que liberan sustancia P (SP), que estimula a los mastocitos al aumentar la inflamación, principalmente atrayendo neutrófilos. Sin embargo, aunque rascarse puede agravar problemas como la dermatitis, también puede ayudar a la defensa inmunitaria del huésped al reducir las bacterias, como 'Staphylococcus aureus', durante las infecciones.

Además, frotarse la piel puede influir en el microbioma de la dermis en el lugar de la lesión, previniendo potencialmente los desequilibrios de la misma aunque las enfermedades crónicas, como la dermatitis atópica, complican esto.

Según los autores, los hallazgos sugieren que rascarse sirve tanto como un impulsor patológico de la inflamación como un mecanismo evolutivo para reforzar la protección contra la misma.

Comenta el investigador Daniel Kapla, couator del trabajo en un comunicado: "La dermatitis alérgica de contacto es una reacción alérgica a alérgenos o irritantes de la piel (como la hiedra venenosa y ciertos metales como el níquel) que provoca una erupción cutánea con picazón e hinchazón. Sucumbir a la necesidad, a menudo irresistible, de rascarse desencadena una mayor inflamación que empeora los síntomas y retrasa la curación. Pero como ha descubierto nuestra investigación también sirve de barrera defensiva". 

 

Un paciente con dermatitis atópica. Bigstock

 

De hecho, la investigación ha abierto nuevas vías para buscar tratamientos. Así un nuevo enfoque para tratar la rosácea y otras afecciones inflamatorias de la piel podría estar en el horizonte, según un estudio de 'Science Translational Medicine'.

Avances farmacológicos 

Los investigadores descubrieron que un compuesto llamado SYM2081 que inhibía los mastocitos que impulsan la inflamación en modelos de ratón y muestras de piel humana, allanando el camino para nuevos tratamientos tópicos para prevenir la picazón, la urticaria y otros síntomas de afecciones de la piel impulsadas por mastocitos. 

"Estoy muy entusiasmado con las posibilidades clínicas de esta investigació. ”Actualmente, no existen muchas terapias eficaces dirigidas a los mastocitos, por lo que creemos que nuestro enfoque podría tener enormes beneficios en muchas afecciones de la piel, como la rosácea, el eccema, la urticaria y la mastocitosis”, ha destacado Kaplan.

Los mastocitos están llenos de diminutos paquetes o gránulos, cada uno repleto de histamina y otros compuestos que actúan como señales o activadores de las vías inflamatorias. Cuando los mastocitos se activan, los paquetes se abren y liberan compuestos que desencadenan una serie de respuestas inmunitarias. Este proceso, conocido como desgranulación, es esencial para la protección contra amenazas como el veneno de abeja, las mordeduras de serpiente y las bacterias patógenas, pero la activación errónea de los mastocitos también desencadena reacciones alérgicas, como hinchazón, urticaria, picazón y, en casos graves, anafilaxia.

En un artículo anterior, pulblicado en 'Cell', Kaplan y su equipo descubrieron que las neuronas de la piel liberan un neurotransmisor llamado glutamato que suprime los mastocitos. Cuando eliminaron estas neuronas o inhibieron el receptor que reconoce el glutamato, los mastocitos se volvieron hiperactivos, lo que provocó más inflamación. 

“Este hallazgo nos llevó a preguntarnos si hacer lo contrario tendría un efecto beneficioso. Si activamos el receptor de glutamato, tal vez podamos suprimir la actividad de los mastocitos y la inflamación”, ha aseverado. 

Para probar esta hipótesis, los investigadores analizaron un compuesto llamado SYM2081, o 4-metilglutamato, que activa un receptor de glutamato llamado GluK2 que se encuentra casi exclusivamente en los mastocitos. En un modelo de ratón con dermatitis de contacto, la aplicación preventiva de una crema que contenía SYM2081 (imagen derecha) redujo la hinchazón de la piel en comparación con el placebo (imagen izquierda) (CRÉDITO: Youran Zhang)

Efectivamente, descubrieron que el SYM2081 suprimía eficazmente la desgranulación y la proliferación de mastocitos tanto en muestras de piel de ratones como de humanos. Y cuando los ratones recibieron una crema tópica que contenía SYM2081 antes de la inducción de síntomas similares a la rosácea o al eczema, la inflamación de la piel y otros síntomas de la enfermedad fueron mucho más leves.

Con una crema diaria 

Según Kaplan, estos hallazgos sugieren que suprimir los mastocitos con una crema diaria que contenga un compuesto activador de GluK2 podría ser una forma prometedora de prevenir la rosácea y otras afecciones inflamatorias de la piel. 

La rosácea es una enfermedad crónica de la piel que puede causar granos parecidos al acné, rotura de vasos sanguíneos, engrosamiento de la piel y enrojecimiento facial. 

"Aunque existen excelentes terapias disponibles para distintos tipos de rosácea, muchas se basan en antibióticos y solo se dirigen a algunos de los síntomas. No existen buenas terapias para el enrojecimiento, por lo que esta es una necesidad importante no satisfecha. Nuestro estudio sugiere que la supresión de los mastocitos mediante la activación de GluK2 podría reducir el enrojecimiento asociado con la rosácea", ha declarado. 

Ahora que los investigadores han demostrado que su método funciona correctamente, esperan diseñar nuevos compuestos activadores de GluK2 que podrían probarse en ensayos clínicos.

Sobre el autor:

Patricia Matey

Patricia Matey

Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.

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