No es la primera vez que traemos a 65YMÁS los beneficios del café. Hemos documentado que se trata de una bebida que se consume en casi todo el mundo y se ha demostrado que ejerce efectos beneficiosos sobre la salud humana, incluida la reducción de la mortalidad por todas las causas y por enfermedades cardiovasculares específicas, como documenta 'Annals of Internal Medicine'. Asimismo, disminuye el riesgo de diabetes tipo 2, la enfermedad del hígado graso no alcohólico y el cáncer, así como otras enfermedades. Como se subraya en un ensayo de 'International Journal of Epidemiology'.
La epidemiología nutricional del café es única en el sentido de que normalmente se consume todos los días o no se ingiere en absoluto y, por lo tanto, se informa puede informar con precisión de su ingesta. Combinado con su composición química única, esto hace que el café sea un modelo excelente para desentrañar los procesos metabolómicos por los cuales el microbioma intestinal responde a los componentes dietéticos.
Ya estudios anteriores, como uno recogido en 'Nutrients', han destacado el buen 'matrimonio' que hace el café con la microbiota. Además, en una investigación de ‘Nature Medicine' de 2021, los investigadores descubrieron que, de más de 150 alimentos estudiados, la popular bebida mostró el vínculo más fuerte con la composición del microbioma intestinal, particularmente los niveles de 'Lawsonibacter asaccharolyticus', en aproximadamente 1.000 personas.
Nuevos datos
Ahora llega una nueva investigación, recogida en 'Nature Microbiology', que respalda estos hallazgos. El trabajo parece ser uno de los más extensos llevados a cabo hasta la fecha. Para lograrlo utilizaron varias fuentes, entre ellas:
Analizaron datos dietéticos y médicos de más de 22.800 personas en EEUU y dispusieron de información pública del Reino Unido, de casi 54.200 personas en todo el mundo.
En el ensayo, se compararon datos de muestras de heces recolectadas de bebedores y de los que no lo consumían para identificar diferencias en sus bacterias intestinales. El estudio encontró asociaciones importantes entre la ingesta de café y 'L. asaccharolyticus': los que lo ingerían tenían niveles hasta ocho veces más altos de la bacteria que los no bebedores. Este patrón se observó en todo el mundo.
Si bien aún se desconocen los efectos exactos de esta bacteria en la salud, los investigadores creen que podrían estar relacionados con los efectos atribuidos al consumo de café. Los participantes fueron divididos en tres niveles de consumo de café:
Nunca fueron consumidores, si consumían hasta 20 gramos (gr.) de café al día o menos de 3 tazas al mes.
Consumidores moderados, si tomaban entre 21 y 599 gr. de café al día
Y los elevados: 600 gr. o más de café al día o más de 3 tazas al día.
El estudio también incorporó datos públicos sobre material genético microbiano (metagenómica) de muestras de heces de 211 cohortes, con un total de 54.198 muestras en varios países.
Además, utilizó datos de genes activos de 364 muestras de heces y datos de metabolitos sanguíneos de 438 muestras, tanto de las cohortes MBS como MLVS.
Luego, los investigadores utilizaron el aprendizaje automático para ver cómo el consumo de café se relaciona con los tipos y niveles de bacterias en nuestro intestino. Entrenaron un programa informático para identificar diferencias en las mismas en personas que nunca beben café, quienes lo beben moderadamente y quienes consumen mucho.
Como hemos mencionado anteriormente, se demostró que la abundancia media de 'L. asaccharolyticus' era significativamente mayor en el grupo de alto consumo de café, con valores que oscilaban entre 4,5 y 8 veces más que en el grupo de nunca lo toma café. De manera similar, el grupo de consumo moderado exhibió niveles de 3,4 a 6,4 veces mayores que el grupo de nunca lo toma.
Un consumo moderado parece suficiente
Los análisis de metabolitos en sangre mostraron que compuestos como el ácido quínico y la trigonelina también eran particularmente frecuentes en los bebedores de café, lo que se correlacionaba con niveles más altos de la bateria mencionada. Hubo una diferencia menor en el efecto del café sobre el microbioma entre las personas que bebieron una cantidad moderada y las que bebieron una cantidad alta, y para tres de las cohortes la diferencia no fue significativa. Esto sugiere que aumentar el consumo de café más allá del consumo moderado podría no tener un fuerte impacto en el microbioma.
En otras palabras, es posible que no sea necesario beber grandes cantidades de café para ver cambios en el microbioma intestinal. Los investigadores también realizaron, además, experimentos in vitro, agregando café con cafeína y descafeinado a cultivos de 'L. asaccharolyticus', y ambos estimularon el crecimiento de la bacteria. Esto sugiere que los compuestos del café, además de la cafeína, pueden ser responsables de la estimulación del mismo.
Y comprobaron aún más el vínculo entre 'L. asaccharolyticus' y el consumo de café al correlacionar la ingesta estimada de café per cápita con la prevalencia de la bacteria de 25 países, utilizando un nuevo análisis de miles de conjuntos de datos disponibles públicamente.
Sobre el autor:
Patricia Matey
Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.