
Cómo cuidar la piel a medida que envejecemos
Cristina Naharro, dermatóloga de Quirónprevención, nos aclara todas las dudas

Los cambios en la piel están entre los signos más visibles de envejecimiento. Con el paso de los años, la piel se vuelve naturalmente menos elástica y más seca, y tiene menos grasa y colágeno en las capas más profundas. Este proceso causa las líneas y los pliegues típicos de las arrugas. También causa flacidez en la piel.
La piel cumple muchas funciones:
- Contiene receptores nerviosos que permiten percibir el tacto, el dolor y la presión.
- Ayuda a controlar el equilibrio de líquidos y de electrólitos.
- Ayuda a controlar la temperatura corporal
- Lo protege del medio ambiente.
Aunque la piel tiene muchas capas, en general se puede dividir en tres partes principales:
- La parte externa (epidermis) contiene células cutáneas, pigmento y proteínas.
- La parte media (dermis) contiene células cutáneas, vasos sanguíneos, nervios, folículos pilosos y glándulas sebáceas. La dermis suministra nutrientes a la epidermis.
- La capa interna bajo la dermis (la capa subcutánea) contiene las glándulas sudoríparas, algunos folículos pilosos, vasos sanguíneos y grasa.
Cada capa contiene también tejido conectivo, con fibras de colágeno para dar soporte y fibras de elastina con el fin de proporcionar flexibilidad y fuerza. A medida que envejecemos, se incrementa el riesgo de que se produzcan lesiones en la piel. La piel es más delgada, más frágil y se pierde un poco de la capa protectora de grasa. También se puede ser menos capaz de sentir el tacto, la presión, la vibración, el calor y el frío.
De cómo envejece la piel y de cómo debemos cuidarla hablamos con la Dra. Cristina Naharro, dermatóloga del centro Quirónprevención del Sardinero (Santander).
Para la especialista "el envejecimiento de la piel comienza alrededor de los 25-30 años, cuando la producción de colágeno empieza a disminuir cada año. Factores internos (como la genética y los cambios hormonales) y externos (como la radiación solar, la contaminación y la dieta) influyen en la velocidad del envejecimiento”.
Sin embargo, en otros casos, lo que se produce es un envejecimiento prematuro de la dermis. ”Las principales causas del mismo son la exposición al sol sin protección,y otros factores que producen oxidación celular como el tabaco, el estrés, la dieta rica en azúcar y la contaminación y radicales libres”, documenta.
En personas mayores
Los trastornos de la piel son tan comunes en todos los adultos mayores que a menudo es difícil diferenciar los cambios normales de los que están relacionados con una enfermedad. Más del 90% de todas las personas adultas mayores tiene algún tipo de trastorno de la piel. La Dra. Naharro recuerda que los principales problemas son:
- Pérdida de firmeza y arrugas por la reducción de colágeno y elastina.
- Sequedad y picor debido a la disminución de la producción de sebo.
- Manchas y cambios en la pigmentación por la exposición al sol acumulada.
- Fragilidad y cicatrización más lenta, ya que la regeneración celular es más lenta.
- Problemas vasculares, como la púrpura senil o la rosácea.
Cremas antiedad
En cuanto a la utilidad de las cremas antiedad, la experta, que defiende que "sí son recomendables", da estos consejos. Desde los 25-30 años se puede empezar con antioxidantes y desde los 30-35 con ingredientes más activos. Asegura que "no existen cremas milagrosas, pero sí hay ingredientes con evidencia":
- Retinoides (retinol, tretinoína): estimulan la producción de colágeno.
- Vitamina C: potente antioxidante que ilumina la piel.
- Ácido hialurónico: hidrata y mejora la elasticidad.
- Niacinamida: calma la piel y mejora la barrera cutánea.
- El contorno de ojos puede ser útil, ya que esta piel es más fina y propensa a arrugas y bolsas.
Cómo cuidar la piel a medida que envejecemos
En cuanto a cómo hay que cuidar la piel a medida que envejecemos, la dermatóloga aconseja: "Se debe usar protector solar, incluso en días nublados. Asimismo, hay que hacer una limpieza suave de la cara sin productos agresivos, se debe usar hidratación intensa, con ingredientes como ácido hialurónico o ceramidas, además de Incorporar antioxidantes, como la vitamina C y la niacinamida. También es importante el uso de retinoides, siempre adaptados a la tolerancia de la piel. Y, por supuesto, evitar el tabaco y el alcohol y mantener una dieta equilibrada".
En relación a la exposición solar a partir de cierta edad considera que "es necesario para la síntesis de vitamina D. Una exposición controlada de 10-15 min al día en horarios antes de las 10 a.m. o después de las 5 p.m sería suficiente para obtener niveles adecuados".
Finalmente y en cuanto a la dieta, la experta recuerda que se necesitan:
- Antioxidantes (vitamina C, E, polifenoles): protegen contra el envejecimiento.
- Ácidos grasos omega-3: ayudan a mantener la hidratación y reducir la inflamación.
- Proteínas (colágeno, elastina): fundamentales para la firmeza de la piel.
- Evitar el exceso de azúcar y ultraprocesados, ya que favorecen la glicación y el envejecimiento prematuro.